Ante todo disculpad la tardanza, cosas del trabajo, y vamos con lo que interesa.
Una vez montada, encordada y quintada la guitarra presenta un buen aspecto y un tacto suave, aunque no muy bien acabado. El binding del mástil se ha manchado en algunas zonas (subsanable) y el brillo "satinado" no está completamente uniforme en la parte trasera.
Una vez
dejada reposar, el mástil pide un pequeño ajuste de alma después que las cuerdas lo hayan arqueado ligeramente y la cejuela pide a gritos un rebaje (tiene un tacto duro al tocar en los trastes superiores) o, a ser posible, una sustitución. Hasta aquí todo bastante normal.
El
problema serio lo he encontrado en el encaje del mástil, me explico:
El mástil ajusta perfectamente en la base del cuerpo, ambas superficies están uniformes y
se apoyan bien, pero al encordar he descubierto que el ángulo de caída del hueco para el mástil del cuerpo no es el correcto, haciendo que la típica
"inclinación Gibson" del mástil sea un poco mayor de lo que debiera y provoque que el puente, y por tanto las pastillas, queden demasiado altos.
Digo
demasiado porque el problema que acarrea no es meramente estético, sino porque afecta al sonido de la guitarra dejándola con poco cuerpo y poca "pegada" en comparación con otras que he montado.
una foto del
puente levantado:
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Por lo demás la distribución de pesos es bastante buena, la electrónica no da un ruido y el primer contacto con la guitarra no es malo. Los trastes han quedado correctos después del repaso y el pulido (es fundamental el pulido en estos mástiles de "gama baja").
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El
problema del ángulo, aún siendo un defecto del cuerpo, voy a intentar solucionarlo trabajando sobre el mástil, ya que rebajar el hueco donde se ensambla es demasiado complicado. He pensado en pegarle una mano de cepillo o de lima hasta bajar unas milésimas y hacre un mínimo ángulo en la base del mástil. (y si alguien tiene un truco o sugerencia, este es el momento de soltarla!)
Lo mejor (por ahora) es el aspecto. Aunque muy pocas personas la han visto, la impresión ha sido en todas las ocasiones bastante buena.
unas fotos "domésticas"
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En cuanto a la estética, en mi
trabajo de verdad, buscamos los "dos tiempos":
El primero, mirando desde lejos ("oh!), y el segundo, de cerca y observando en detalle ("oooh!).
Falta llegar al tercero: enchufarla, tocar y ("oooooh!!"). Ese tercer tiempo es patrimonio de los luthieres profesionales, pero por lo menos hay que intentarlo.
Un saludo.