Año nuevo...
A lo añadido por Juan, que de esto sabe más que yo, diré que parte del declive de Martin tiene un inicio muy significativo, con una gran jugada/trampa mercadotécnica detrás. Se produjo en 1965, con la crisis del palosanto de Brasil. Hasta mediados de los sesenta la compañía siempre había comprado palorrosa en forma cortes de tronco en Brasil, que se importaban y se aserraban en los Estados Unidos de América; Brasil impuso limitaciones sobre los envíos de esta madera -hablando de forma simplista- y, para adquirirla, se obligaba a que estos troncos se cortaran en su propio país. A la compañía norteamericana no le cuadraba esta limitación por proteccionismo que imponía el gobierno brasileño y, en ese momento, empezó a adquirir el que llaman palorrosa de la India. Sin embargo, en su factoría aún tenían bastantes recortes del palosanto brasileño ¿Qué hacer con él? Como en una dreadnought el fondo era demasiado grande como para cubrirlo con estos recortes... lo hacemos en tres partes y vamos probando algunos prototipos (los primeros sonaban bastante mal, sólo eran una bola de graves, hasta que dieron con la tecla), y así nació la D-35 que, además, ofrecieron al público a un precio mayor que el resto de 18 y 28 del catálogo, dando una sensación de ser de mayor calidad. Del palorrosa de la India adquirido se dieron cuanta que venía verde, de modo que, además, inventaron nuevas formas de corte del brasileño que aún tenían, unas con mejores resultados que otras. A finales del 69, una D-21 con número de serie 254498 dio el pistoletazo de salida a la gama completa de guitarras hechas exclusivamente con palosanto de la India. Esos no fueron los únicos cambios. En el 1967 el plástico a base de nitrato que imitaba carey que se usaba para la serie 18 y 21 y para todos los golpeadores de las dread se reemplazó por un plástico negro de acetato, eso sí, más estable en el almacenamiento, además, las D-28 y D35 empezaron a usar Boltaron. Otra cosa que no se ve a simple vista, es que en abril del 68 empezó a usar palorrosa en lugar de arce para la placa interior del refuerzo del puente y la hizo, además, de dimensiones mayores: y esto, aparentemente inocuo, hace que el sonido cambie de una forma mucho más radical que el cambio de aros y fondo de un tipo de dalbergia u otro. Las Martin a partir de esta época estuvieron durante años bastante denostadas, además, tuvieron problemas en la colocación de los puentes etc. que son evidentes en algunos modelos de la época.
¿Volvemos a encontrar una época dorada en Martin a precios humanos? Sí, y la respuesta la tiene la MTV y un modelo 000-42 que Clapton toco en el famoso Unplugged de 1992, muy probablemente regalada por Stephen Stills en 1970, aunque no está demostrado que sea la misma guitarra. En aquel concierto también tocó una 000-28 del 66 modificada al estilo 45. Tras el concierto, Dick Boak, encargado de Relaciones Públicas de la compañía en ese momento, no paraba de recibir llamadas preguntando qué modelos había utilizado Clapton; el CEO de Martin vio filón rápido y se puso en contacto con el equipo de Clapton a fin de colaborar en la creación de un modelo "signature", que vio la luz en el 95 (000-42EC, del que salieron 461 guitarras, un número que Boak eligió en homenaje al 461 Ocean Boulevard del artista y, sobre todo, porque se evaluó que podrían vender unas 500 unidades). Se coordinó el proyecto con el técnico Lee Dickson y la guitarra creada tenía caraterísticas de las dos Martin que Clapton tocó en el Unplugged. Poco después, decidieron centrarse en un modelo más sobrio, menos lujoso, que dio lugar al 000-28EC. Tras el Unplugged de Clapton en la MTV, ya digo, en el 92, un año después llegó el de Nirvana, y Cobain usó igualmente una Martin, en este caso una dread de la serie 18.
Con esta fotografía del momento, Martin hizo algo que no es habitual. Le estaban desbordando los pedidos y, contra todo pronóstico, decidió poner toda la calidad sobre la mesa a nivel de construcción y materiales en lugar de abaratar costes, mecanizar procesos y atender a la demanda: lo que hizo fue subir los precios respecto a las denostadas setenteras y ochenteras. Y aquí encontramos la siguiente "golden era" de Martin, que abarca los años 90. A principio de los 2000 hicieron muy buenas guitarras, desde luego bastante mejores que las de los 70 y 80, pero es cierto que se empezaron a utilizar procesos más industrializados como el uso de CNC en algunas piezas que antes se hacían a mano etc.
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