¿Le cogiste manía a una guitarra? ¡Cuéntanoslo!
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Aviso! Epiphone con final feliz.
Corría el año 2010 cuando retomé la afición de toquetear la guitarra y me entró el primer ataque de GAS. Con la casi nula experiencia y criterio que tenía decidí comprarme una Epiphone les Paul custom, atención, en Ebay. Tenía una Squier Stratocaster que yo pensaba por aquel entonces que se me quedaba corta.
Cuando me llegó a casa era la mejor guitarra del mundo. Una planta, una garra, un sustain... Hasta que empecé a juntarme con gente para tocar. Menuda chicharra!!!!!
Tocara con el ampli que tocase aquello sonaba mal, se había vuelto incómoda, la acción de las cuerdas era alta, pesaba un quintal, y se acoplaba horrores. El remate vino con un grupo de metal en el que toqué durante una temporada. Vale que el otro guitarrista tenía un peavey 6505, pero incluso conectando mi Epiphone a su ampli no había color entre el sonido que salía de mi Epi y su Cort (que le costó 90 mil pesetas). Y no veas cómo se acoplaba.
La odié.
Al final mi guitarra acabó guardada en su funda hasta que hará unos dos años decidí venderla. Como tenía un pote que no acababa de ir fino más un anclaje de la correa flojo, la llevé a un Luthier conocido mío para que la repasara y la quintara. Ya que la vendía al menos que estuviera en condiciones.
Todavía recuerdo el día que la fui a recoger, la probé en el canal limpio y esa era otra guitarra. La acción de las cuerdas casi pegada al diapasón, comodísima para tocar,no había acoples y el sonido era otra historia: Tenía pegada y tenía cuerpo. Y sólo la había limpiado, quintado, repasado alguna soldadura y puesto un condensador en los potes como cortesía por dejársela, esto último lo hace siempre.
En cuanto me la llevé a casa y pude tocar con efectos retiré el anuncio de la venta. Unos días después me la llevé a un ensayo y efectivamente sonaba muy bien.
A día de hoy aún la tengo, aunque no es mi guitarra principal y para estudiar tengo otra, pero ahora le tengo mucho cariño. No descarto venderla algún día pero supongo que me sabe mal quitármela de encima por haber sido tan injusto con ella, sólo era cuestión de un buen ajuste. De vez en cuando me gusta tocarla para recordarlo.
Y no, no suena igual que una Gibson. Al menos no igual que una Standard o una Classic, con una Studio no la he podido comparar.
Un saludo a todos
Pd: Ni que decir tiene que el luthier ganó un cliente de por vida. Por cierto, las Cort me parecen unos guitarrones para el precio que valen.
Corría el año 2010 cuando retomé la afición de toquetear la guitarra y me entró el primer ataque de GAS. Con la casi nula experiencia y criterio que tenía decidí comprarme una Epiphone les Paul custom, atención, en Ebay. Tenía una Squier Stratocaster que yo pensaba por aquel entonces que se me quedaba corta.
Cuando me llegó a casa era la mejor guitarra del mundo. Una planta, una garra, un sustain... Hasta que empecé a juntarme con gente para tocar. Menuda chicharra!!!!!
Tocara con el ampli que tocase aquello sonaba mal, se había vuelto incómoda, la acción de las cuerdas era alta, pesaba un quintal, y se acoplaba horrores. El remate vino con un grupo de metal en el que toqué durante una temporada. Vale que el otro guitarrista tenía un peavey 6505, pero incluso conectando mi Epiphone a su ampli no había color entre el sonido que salía de mi Epi y su Cort (que le costó 90 mil pesetas). Y no veas cómo se acoplaba.
La odié.
Al final mi guitarra acabó guardada en su funda hasta que hará unos dos años decidí venderla. Como tenía un pote que no acababa de ir fino más un anclaje de la correa flojo, la llevé a un Luthier conocido mío para que la repasara y la quintara. Ya que la vendía al menos que estuviera en condiciones.
Todavía recuerdo el día que la fui a recoger, la probé en el canal limpio y esa era otra guitarra. La acción de las cuerdas casi pegada al diapasón, comodísima para tocar,no había acoples y el sonido era otra historia: Tenía pegada y tenía cuerpo. Y sólo la había limpiado, quintado, repasado alguna soldadura y puesto un condensador en los potes como cortesía por dejársela, esto último lo hace siempre.
En cuanto me la llevé a casa y pude tocar con efectos retiré el anuncio de la venta. Unos días después me la llevé a un ensayo y efectivamente sonaba muy bien.
A día de hoy aún la tengo, aunque no es mi guitarra principal y para estudiar tengo otra, pero ahora le tengo mucho cariño. No descarto venderla algún día pero supongo que me sabe mal quitármela de encima por haber sido tan injusto con ella, sólo era cuestión de un buen ajuste. De vez en cuando me gusta tocarla para recordarlo.
Y no, no suena igual que una Gibson. Al menos no igual que una Standard o una Classic, con una Studio no la he podido comparar.
Un saludo a todos
Pd: Ni que decir tiene que el luthier ganó un cliente de por vida. Por cierto, las Cort me parecen unos guitarrones para el precio que valen.
Pues os parecerá mentira pero me pasó con una Nik huber...el mástil por detrás era una pasada, el sonido era la hostia,el peso 3kgs ,el color hiperprecioso,sencillamente no podía tocarla,me replanteé mandarla a la fábrica para cambiarle ,los trastes, pero al final la vendí, lo mismo me pasó con una Suhr y eso que la llevé al luthier...no estoy muy pirado ya que algunas guitarras las tengo desde hace 40 años y las amo y no porque sean bonitas..sencillamente hay tías que no las aguanto.
Ibanez RG 470 de finales de los 90. Fue mi segunda guitarra en condiciones, la compré de segunda mano a principios del 2000 porque me molaba la forma y buscaba algo cañero. La verdad es que no sonaba mal, pero ese mástil mega plano que hace las delicias de los amantes del sweep picking era como tocar con una tabla con cuerdas, sobre todo para usar el pulgar por encima para mutear o pisar la sexta cuerda. Me duró poco .
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