Ahora mismo me encuentro estudiando Filosofía y todo lo que voy leyendo trato de aplicarlo a mis clases de guitarra. Este año me examiné de Filosofía Política y en el temario entraba parte del pensamiento de Isaiah Berlin, autor que leí en 2018. En él se exponen los dos conceptos de libertad: la negativa y positiva. Para la primera corriente del Liberalismo, la libertad negativa era la libertad en ausencia de interferencias. Es decir, soy libre mientras nadie me moleste, mientras nadie se interponga en mi camino, el laissez faire francés. Este concepto surgió como reacción al antiguo régimen (absolutismo) por lo que, tras su caída, los valores más preciados fueron el individualismo y la propiedad. Y el Estado, fuera de mi vista.
Sin embargo, que en teoría seas libre no significa que así sea de facto. Tras la incapacidad de solucionar los problemas sociales, surgió el liberalismo social y con él el concepto de libertad positiva cuyo objetivo era que todo el mundo pudiera partir de las mismas condiciones y así poder desarrollarse. Esta libertad se basaba en la autorrealización y la autoperfección mediante la intervención del Estado.
Un tercer concepto es el de libertad como no-dominación que promete, no la exención de interferencia intencional, sino sólo la erradicación de la capacidad ajena para la interferencia arbitraria (no fundada). Es decir, hay límites pero todos los conocemos. De esta manera, se pretende que los poderosos no puedan actuar sobre los más vulnerables.
Todas estas ideas las apliqué a la improvisación, una palabra tan estrechamente ligada al concepto de libertad. ¿Es improvisar dejarse llevar? Si así es,¿el dejarse llevar nos puede, con el tiempo, hacer que mejoremos nuestras improvisaciones?¿Hay maneras de mejorar la improvisación si la entendemos como "hacer lo que quiera"?
La improvisación como "hacer lo que quiera" es el laissez faire francés, la libertad negativa de Berlin, "déjame que yo controlo". Sin embargo, nuestra visión del mundo está limitada por nuestras herramientas. Debemos aportar herramientas (libertad positiva) para que sea posible desarrollarse plenamente. No puedo ser libre de hacer lo que quiera si todavía no sé de qué puedo ser capaz. Nuestro objetivo es utópico pero necesario: caminar hacia una autoperfección consciente.
Y entonces enlazamos con un segundo autor: Kanheman, quien, en su libro "Pensar deprisa, pensar despacio" nos explica una perspectiva sobre cómo el cerebro trabaja en la toma de decisiones, una idea revolucionaria que le hizo ganar el Premio Nobel de Economía. La idea de Kanheman es que el cerebro trabaja en dos sistemas:
Sistema 1: opera de manera rápida y automática, con poco o ningún esfuerzo y sin sensación de control voluntario.
Sistema 2: centra la atención en las actividades mentales forzadas que lo demandan, incluidos los cálculos complejos. Este sistema a menudo se asociada a la experiencia subjetiva de actuar, elegir y concentrarse.
Como entiendo la improvisación como una toma de decisiones, cogí prestada (robé) esta idea para explicar las dos maneras en que podemos abordar la creación de melodías basadas en una progresión de acordes:
Improvisación intuitiva o instintiva: se caracteriza por tener al oído como único juez una vez escucha las notas que has decidido para cada acorde. Las frases musicales carecen de intencionalidad ya que no puedes determinar, hasta que la nota interacciona con el acorde, qué efecto (consonante/disonante) va a establecerse. Es decir, improvisas "a posteriori" de manera que una vez que la nota suena en combinación con el acorde, tus oídos la evalúan con un cierto grado de satisfacción. Al no tener objetivos definidos (qué funciones del acorde deseas enfatizar) piensas menos en la resolución de tus frases por lo que este método resulta más natural, menos exigente, más rápido.
Improvisación racional: una vez memorizada la progresión de acordes, tratas de llegar deliberadamente a notas con una función concreta. Este método funciona "a priori" ya que antes de llegar a la nota objetivo sabes qué efecto va a crear en combinación con el acorde. Es decir, puedes anticipar las funciones de las notas escogidas sobre los diferentes acordes de la progresión.
Con el tiempo, la búsqueda racional de notas de tu elección (sistema lento) se volverá intuitiva (sistema rápido), dando lugar a la "competencia inconsciente", fase que se caracteriza por la capacidad de llegar a notas deseadas sin un esfuerzo consciente. Es decir, una fase que reúne lo mejor de los métodos de improvisación. El sistema lento no es espontáneo, debemos trabajar de forma consciente para perfeccionarlo pero, lo que es seguro, es que, con el tiempo, veremos sus frutos.