John Campbell (nada que ver con el bajista homónimo), un bluesman fallecido hace ya 19 años, vivió la mayor parte de su vida en la más absoluta pobreza, pasando su tardoadolescencia y primeros años de juventud viajando de ciudad en ciudad, tocando en garitos de mala muerte y durmiendo muchas veces con el cielo como techo. Una persona que vivió según la leyenda que dicta cómo hay que sufrir para llevar el blues grabado a fuego en lo más profundo. Y esa vida tuvo una enorme influencia en los títulos de sus canciones, en los que habla de desamor, engaño (devil in my closet), muerte (tiny coffin, por ejemplo)... temas siempre oscuros, muchas veces escabrosos.
Y esa maldición del blues le persiguió hasta su última noche... Había algo que horrorizaba a John, y era morir mientras dormía; desaparecer sin ser consciente de estar yéndose a ese oscuro lugar que le obsesionó durante su vida. Y así falleció, de un infarto, sin despertar. Justo cuando su carrera empezaba a despegar. El blues no perdona.
Descubrí a este gran artista hace ya muchos años, cuando mi hermano me regaló el CD One Believer, y quiero compartir unos vídeos con aquellos de vosotros que no lo conozcáis. En el tercer vídeo explica ciertas diferencias en subestilos de blues que seguro que los amantes de este género encontrarán muy curioso.
Disfrutad de su voz rota y de su dominio de la guitarra y de la resonadora.
Y esa maldición del blues le persiguió hasta su última noche... Había algo que horrorizaba a John, y era morir mientras dormía; desaparecer sin ser consciente de estar yéndose a ese oscuro lugar que le obsesionó durante su vida. Y así falleció, de un infarto, sin despertar. Justo cuando su carrera empezaba a despegar. El blues no perdona.
Descubrí a este gran artista hace ya muchos años, cuando mi hermano me regaló el CD One Believer, y quiero compartir unos vídeos con aquellos de vosotros que no lo conozcáis. En el tercer vídeo explica ciertas diferencias en subestilos de blues que seguro que los amantes de este género encontrarán muy curioso.
Disfrutad de su voz rota y de su dominio de la guitarra y de la resonadora.