Mi Ninuska gaditana o cuasi "PRS"
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#42 Yo solo te puedo decir, que desde que vi hace un mes o asi este hilo en el otro lado.. llevo dandole el follon a mi mujer para que me deje hacer una mesa como la tuya..!! me tiene loco.. lo bien que lo tienes todo, con las adaptaciones que pones o quitas segun te hagan falta..
Uff.. esa mesa me lleva loco a mi, y a mi mujer más jajajajaja..
Muchas gracias por el detalle en fotos, explicaciones.. en todo en general, porque sí sirve.. te lo aseguro..
Uff.. esa mesa me lleva loco a mi, y a mi mujer más jajajajaja..
Muchas gracias por el detalle en fotos, explicaciones.. en todo en general, porque sí sirve.. te lo aseguro..
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Saludos. Continuamos con la pala. Después de dejar secar la zona de la firma un par de días para asegurarnos que se pueda lijar sin problemas, terminamos de lijar y nos preparamos para encolar la tapa a la pala:
[ Imagen no disponible ]
Antes de encolar biselamos la parte que irá en contacto con la cejuela para que se vea totalmente unida. Como la pala tiene una inclinación de 13 grados, nos valemos de una regla de ángulos que nos sirva como referencia:
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Tapamos el acceso al alma para que la cola no le llegue:
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Listo.
Antes de enrasar los bordes de la tapa con la pala, recortamos el exceso con la sierra de pelo:
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Después de pasar la pala por el rodillo de lijado con el taladro, prefiero dar los últimos toques de forma manual. Creo que así controlo un poco más el proceso:
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Y ya está lista para preparar el binding.
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Como no tengo domador para darle forma a las tiras de arce, me valdré de unas plantillas que sujetaré con unos sargentos mientras la madera mojada se seca:
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Realizamos el binding utilizando la fresadora colocada en un soporte que me fabriqué en su momento reutilizando la base que utilizo para la sierra de calar:
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Por último, sujeto las piezas con cianocrilato en “gel”, que nos da unos segundos para ubicar bien cada una de ellas. Después remato todas las uniones con el cianocrilato “fino”, y cuando seca, en pocos segundos, enrasamos primero con formón y luego con lijadora eléctrica:
[ Imagen no disponible ]
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Y este es el aspecto final:
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Bueno, pues hoy toca colocar los trastes. El proceso me tenía un poco preocupado ya que tan solo lo había realizado una sola vez en la construcción del cittern. Y la verdad es que ahora hay mucho más en juego. De hecho me he llevado un pequeño/gran susto, que gracias a las enseñanzas de nuestro maestro Frasco, he podido capear con éxito.
Lo primero es repasar y limpiar todas las ranuras de los trastes para comprobar que todos tienen la suficiente profundidad para alojar a los trastes. Además aprovecho para pasar una lima triangular para matar los bordes de cada ranura:
[ Imagen no disponible ]
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A continuación fui cortando cada uno de los trastes y recortando las puntas para que se apoyen en el binding sin cortarlo. Aquí fue donde tuve mi primer contratiempo. Al cortar el traste con las tenazas, la parte que se introduce en el diapasón (no sé cómo se llama, perdonad mi ignorancia), se curvaba lo suficiente para impedir que los otros alicates de corte realizaran bien su trabajo. Así que decidí hacer el primer corte de los trastes utilizando la dremel. De esta forma el corte era limpio y los alicates recortaban el extremo perfectamente:
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Se van colocando ayudándome del martillo y luego utilizando el útil que me fabriqué para prensar los trastes:
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Con la ayuda de la dremel y una chapa para proteger la madera del binding, fui fresando el exceso de los extremos todo lo que pude:
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Como no quería liarme a martillazos con los extremos de los trastes para proteger la madera del binding, decidí poner en cada extremo una gota de cianocrilato y sujetarlos con unos sargentos durante un par de minutos para asegurarme que el pegamento secara:
[ Imagen no disponible ]
Terminé de enrasar los extremos utilizando una lima a la que le había dejado operativa solo la zona central para evitar deñar la madera. Utilizando otro útil casero limé los extremos a 45 grados. Por último, con otra lima a la que alisé los bordes, fui rematando los extremos de las puntas para redondearlas un poco:
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El susto gordo vino cuando terminé de pegar los extremos de los trastes y observé que quedaban restos de cianocrilato a lo largo de algunos trastes. Después de vociferar algunas palabras mal sonantes, respiré hondo y acudí a San Google para buscar algo sobre como quitar el dichoso pegamento. La solución vino con un poco de acetona para reblandecerlo y poderlo rascar con una cuchilla. Esto hizo que el maravilloso pulido que le había dado al diapasón pasase a la historia ;(. A ver cómo me las ingeniaba para volver a pulir con los trastes puestos. Y aquí es donde acudió al rescate una vez más nuestro maestro y amigo Frasco. Recordé que en uno de sus vídeos se mostraba como mantener y restaurar diapasones de ébano o palo rosa. Nada más sencillo que lo que ya había usado al tapar los poros del cittern: piedra pómez y “jodernal”:
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Ya puesto, y después de respirar hondo con lo anterior, voy a realizar los agujeros para las clavijas. Como ya sé cuáles voy a usar, puedo usar la broca adecuada. Primero con una broca de dos milímetros y ayudándome de la plantilla, utilizo la dremel para realizar este primer taladro. Posteriormente con la broca de 10 mm., realizo en la parte trasera una pequeña perforación con idea que no se astille al taladrar desde la parte frontal:
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No me pude resistir a ponerle las clavijas:
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Bueno, pues por fin voy a terminar el mástil.
Continuamos con lo que me quedaba por hacer: tallar la parte trasera. Primero le doy el grosor definitivo a la parte del tacón. Para ello utilizo el túnel de fresado regulable en altura. Antes de fresar me aseguro que la superficie del mástil está a nivel con la fresadora:
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Lo siguiente será tallar el mástil ayudándome de la plantilla que confeccioné hace tiempo. Voy a utilizar el mismo método usado en la construcción del cittern, y que es el recomendado por Frasco y muchos luthieres. Se trazan unas líneas a lo largo del mástil, tanto en la base como en los laterales. A continuación con la ayuda del bastrén cepillo los extremos llegando hasta las primeras líneas. Acabo con escofina y lima. Antes de continuar con el resto, tallo casi hasta su radio definitivo, a la altura de los trastes 1 y 12 para que me sirvan de referencia. Repito el proceso con las líneas siguientes y acabo con cuchilla de ebanista y lija:
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Y doy por acabado el mástil. La verdad es que ha sido un proceso muy gratificante. A pesar de los contratiempos que todos sabéis, he disfrutado como un crio con zapatos nuevos. A medida que se va tallando y van saliendo las curvitas del tacón y de la unión con la pala, va entrando un subidón monumental. Quizás sea porque es mi primer mástil. Espero que sea siempre así.
Nos vemos.
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Antes de encolar biselamos la parte que irá en contacto con la cejuela para que se vea totalmente unida. Como la pala tiene una inclinación de 13 grados, nos valemos de una regla de ángulos que nos sirva como referencia:
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Tapamos el acceso al alma para que la cola no le llegue:
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Listo.
Antes de enrasar los bordes de la tapa con la pala, recortamos el exceso con la sierra de pelo:
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Después de pasar la pala por el rodillo de lijado con el taladro, prefiero dar los últimos toques de forma manual. Creo que así controlo un poco más el proceso:
[ Imagen no disponible ]
Y ya está lista para preparar el binding.
[ Imagen no disponible ]
Como no tengo domador para darle forma a las tiras de arce, me valdré de unas plantillas que sujetaré con unos sargentos mientras la madera mojada se seca:
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Realizamos el binding utilizando la fresadora colocada en un soporte que me fabriqué en su momento reutilizando la base que utilizo para la sierra de calar:
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Por último, sujeto las piezas con cianocrilato en “gel”, que nos da unos segundos para ubicar bien cada una de ellas. Después remato todas las uniones con el cianocrilato “fino”, y cuando seca, en pocos segundos, enrasamos primero con formón y luego con lijadora eléctrica:
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Y este es el aspecto final:
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Bueno, pues hoy toca colocar los trastes. El proceso me tenía un poco preocupado ya que tan solo lo había realizado una sola vez en la construcción del cittern. Y la verdad es que ahora hay mucho más en juego. De hecho me he llevado un pequeño/gran susto, que gracias a las enseñanzas de nuestro maestro Frasco, he podido capear con éxito.
Lo primero es repasar y limpiar todas las ranuras de los trastes para comprobar que todos tienen la suficiente profundidad para alojar a los trastes. Además aprovecho para pasar una lima triangular para matar los bordes de cada ranura:
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A continuación fui cortando cada uno de los trastes y recortando las puntas para que se apoyen en el binding sin cortarlo. Aquí fue donde tuve mi primer contratiempo. Al cortar el traste con las tenazas, la parte que se introduce en el diapasón (no sé cómo se llama, perdonad mi ignorancia), se curvaba lo suficiente para impedir que los otros alicates de corte realizaran bien su trabajo. Así que decidí hacer el primer corte de los trastes utilizando la dremel. De esta forma el corte era limpio y los alicates recortaban el extremo perfectamente:
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Se van colocando ayudándome del martillo y luego utilizando el útil que me fabriqué para prensar los trastes:
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Con la ayuda de la dremel y una chapa para proteger la madera del binding, fui fresando el exceso de los extremos todo lo que pude:
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Como no quería liarme a martillazos con los extremos de los trastes para proteger la madera del binding, decidí poner en cada extremo una gota de cianocrilato y sujetarlos con unos sargentos durante un par de minutos para asegurarme que el pegamento secara:
[ Imagen no disponible ]
Terminé de enrasar los extremos utilizando una lima a la que le había dejado operativa solo la zona central para evitar deñar la madera. Utilizando otro útil casero limé los extremos a 45 grados. Por último, con otra lima a la que alisé los bordes, fui rematando los extremos de las puntas para redondearlas un poco:
[ Imagen no disponible ]
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[ Imagen no disponible ]
El susto gordo vino cuando terminé de pegar los extremos de los trastes y observé que quedaban restos de cianocrilato a lo largo de algunos trastes. Después de vociferar algunas palabras mal sonantes, respiré hondo y acudí a San Google para buscar algo sobre como quitar el dichoso pegamento. La solución vino con un poco de acetona para reblandecerlo y poderlo rascar con una cuchilla. Esto hizo que el maravilloso pulido que le había dado al diapasón pasase a la historia ;(. A ver cómo me las ingeniaba para volver a pulir con los trastes puestos. Y aquí es donde acudió al rescate una vez más nuestro maestro y amigo Frasco. Recordé que en uno de sus vídeos se mostraba como mantener y restaurar diapasones de ébano o palo rosa. Nada más sencillo que lo que ya había usado al tapar los poros del cittern: piedra pómez y “jodernal”:
[ Imagen no disponible ]
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Ya puesto, y después de respirar hondo con lo anterior, voy a realizar los agujeros para las clavijas. Como ya sé cuáles voy a usar, puedo usar la broca adecuada. Primero con una broca de dos milímetros y ayudándome de la plantilla, utilizo la dremel para realizar este primer taladro. Posteriormente con la broca de 10 mm., realizo en la parte trasera una pequeña perforación con idea que no se astille al taladrar desde la parte frontal:
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[ Imagen no disponible ]
No me pude resistir a ponerle las clavijas:
[ Imagen no disponible ]
Bueno, pues por fin voy a terminar el mástil.
Continuamos con lo que me quedaba por hacer: tallar la parte trasera. Primero le doy el grosor definitivo a la parte del tacón. Para ello utilizo el túnel de fresado regulable en altura. Antes de fresar me aseguro que la superficie del mástil está a nivel con la fresadora:
[ Imagen no disponible ]
[ Imagen no disponible ]
[ Imagen no disponible ]
Lo siguiente será tallar el mástil ayudándome de la plantilla que confeccioné hace tiempo. Voy a utilizar el mismo método usado en la construcción del cittern, y que es el recomendado por Frasco y muchos luthieres. Se trazan unas líneas a lo largo del mástil, tanto en la base como en los laterales. A continuación con la ayuda del bastrén cepillo los extremos llegando hasta las primeras líneas. Acabo con escofina y lima. Antes de continuar con el resto, tallo casi hasta su radio definitivo, a la altura de los trastes 1 y 12 para que me sirvan de referencia. Repito el proceso con las líneas siguientes y acabo con cuchilla de ebanista y lija:
[ Imagen no disponible ]
[ Imagen no disponible ]
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[ Imagen no disponible ]
[ Imagen no disponible ]
[ Imagen no disponible ]
[ Imagen no disponible ]
Y doy por acabado el mástil. La verdad es que ha sido un proceso muy gratificante. A pesar de los contratiempos que todos sabéis, he disfrutado como un crio con zapatos nuevos. A medida que se va tallando y van saliendo las curvitas del tacón y de la unión con la pala, va entrando un subidón monumental. Quizás sea porque es mi primer mástil. Espero que sea siempre así.
Nos vemos.
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