Vamos al tema pues.
Resulta que ayer me acerqué hasta una tienda con intención de encargar un golpeador HSS tortoise para una Strato americana. Después de comprobar que la referencia en el catálogo era exacta, el dependiente me dice que el golpedaor cuesta nada más y nada menos que 86 €. Tanto el chaval de la tienda como yo nos quedamos flipando. ¡Un golpeador 86 €!
Le pregunté si no había una opción más barata y ahí le empezamos a dar a vueltas al tema que ocupa este post. De antemano sabíamos que existen opciones más baratas al original, pero... "lo normal" sería pagar los casi noventa euros, y con esto me refiero a que ese repuesto está fabricado bajo unos estándares de calidad, y lo que es más importante, la persona o personas que realizan ese trabajo cobran y cotizan por ello. Posiblemente a mucha gente se la pele, y se inclinen por la opción más barata que se puede encontrar en eBay desde 15 € envío incluido, a sabiendas de que estará fabricado por una persona en unas condiciones laborales como poco precarias, o pedirlo a Thomann (cosa que casi todos hemos hecho) contribuyendo al cierre y posterior pobreza económica del barrio de cada uno.
Esto mismo se puede extrapolar a otra parafernalia como los pedales. Podemos conseguir un Tube Screamer por 30 € bien sea Joyo, Caline o HB, con resultados más que satisfactorios.
Pongo como ejemplo una prueba que hicimos mi hermano y yo entre un HB Vintage Overdrive y un TS9 30 TH Anniversary . Acabó por gustarnos más el HB.
Visto lo visto, mezclar moral y conciencia con dinero debe de ser algo así como mezclar agua con sed.
Me gustaría saber que opináis.
Gracias, un saludo!