Esta tarde-noche he estado en un interesante concierto de cámara, con música de dúos y trios, escrita por autores como Beethoven, Stravinski, Debussy y Bartok.
Me ha encantado, y me ha servido para recuperar la "Historia de un soldado", de Stravinski, que llevaba tiempo sin escuchar. Una pieza interesantísima y de gran belleza, con la siempre destacable audacia que imprimía el compositor ruso a sus revolucionarias obras.
Pero no voy a traer a colación esa pieza, sino esta otra, muy acorde con el día que es hoy, y que es una de mis obras clásicas favoritas, desde mi más tierna adolescencia, en que la escuché por primera vez y contribuyó, junto con algunos músicos de jazz, a ampliar mi universo sonoro de forma absolutamente cósmica.
En una buena versión, dirigida por Rattle:
Me ha encantado, y me ha servido para recuperar la "Historia de un soldado", de Stravinski, que llevaba tiempo sin escuchar. Una pieza interesantísima y de gran belleza, con la siempre destacable audacia que imprimía el compositor ruso a sus revolucionarias obras.
Pero no voy a traer a colación esa pieza, sino esta otra, muy acorde con el día que es hoy, y que es una de mis obras clásicas favoritas, desde mi más tierna adolescencia, en que la escuché por primera vez y contribuyó, junto con algunos músicos de jazz, a ampliar mi universo sonoro de forma absolutamente cósmica.
En una buena versión, dirigida por Rattle: