Me parece de película de terror la deriva terrible de tener por cojones que imponer un pensamiento único.
Con todo ese historial que arriba comento, vacunado, contagiado y convencido de ponerme la tercera cuando toque, y aunque me atreví osadamente a pensar que 4 semanas después de superar la enfermedad, pincharse otra vez era sobrestimular el sistema inmune de manera innecesaria, todavía hay quien tiene los cojones tan Grandes como cabezas de gorila, de llamarme negacionista, por decir que dentro de la libertad individual de cada uno, está la de no querer vacunarse, y más con una vacuna que creo que todos ya tenemos claro que no impide ni que te contagies, ni que contagies a alguien. Evita sintomatología grave, perfecto, pero no entendemos que haya quien esté dispuesto a asumir las consecuencias de desarrollar síntomas graves porque no cree, o no quiere vacunarse?
Y en este punto es en el que llegan los de: “pues a los no vacunados que no los atienda la seguridad social” y muchos te lo dicen mientras le dan una calada a un cigarro después de darle un trago al cubata, frotándose la nariz para limpiarse la roquita que se le ha quedado enganchada en los pelillos de la fosa nasal, de la troncha que acaban de meterse en el baño, CON DOS COJONAZOS, para el, que se ha puesto las 3 dosis, y las que hagan falta, la seguridad social tiene que estar a su disposición, para alguien que quizás no fuma no bebe y no se droga, pero no se quiere vacunar, hay que plantearse que no se le atienda por COVID si no está vacunado…
Expuesto el ladrillazo, desconozco el punto de vista del fulano del podcast, no me he molestado en oírlo, y desconozco lo que piensa Neil Young, me quedo con su música, que por cierto ya no podré escuchar en Spotify, pero malos tiempos corren y vienen, cuando el jueguecito cada vez más parece ser el de cancelar todo aquello y a todo aquel que no comulga con lo que uno piensa, eso siempre ha tenido un nombre…