Jejeje, vaya que me gusta esto de compartir conocimientos e investigaciones. Hace algunos días he estado leyendo bastante sobre las notaciones y sistemas de afinaciones como el Pitagórico, el Temperado y el de Ptolomeo. Así como los sistemas de notación.
Y pues aquí les dejo un artículillo que he escrito, jeje, todo feo y macuarro, pero no está mal aprender de historia.
Hoy en día todos (o casi todos) leemos música utilizando el famoso pentagrama, el cual quizás nos enseñaron desde niños en la escuela, quizás lo aprendimos de otras fuentes.
Todos sabemos que una corchea dura medio tiempo y que una redonda dura cuatro tiempos, y conocemos las claves de Sol y Fa, y sabemos en donde ubicar el Do central en el pentagrama con ambas claves. Incluso podemos tocar alguna pieza que esté escrita en notación sin haberla escuchado nunca.
Pero todo esto son conceptos relativamente nuevos. En un principio no se escribía la música como se hace hoy en día, y el único recurso con el que contaban los cantores e instrumentistas para aprender piezas nuevas, era la tradición de músico a músico.
Por el siglo XI, cuando la música con fines litúrgicos era popular, existía una basta cantidad de cantos para cada momento de la liturgia de cada día como para algunas festividades. Tanto Glorias, Kyries, Aleluyas, Comuniones, etc. para cada canto, la única ayuda con que contaban los cantores, era un sistema de ascentos y señales, llamados Neumas que significaba algo así como aliento.
Estas señales sólo denotaban si la nota subía o bajaba, pero no decía nada sobre duraciones, ni sobre alturas exactas de la nota. Por lo tanto era necesario conocer el canto antes de interpretarlo.
Esta clase de Neumas eran llamadas Cursivas pues seguían el curso de la mano.
Fue por esos mismos años cuando, para facilitar el trabajo de aprender y memorizar cantos, Guido D'Arezzo, quien les puso nombre a las notas músicales como las conocemos hoy (mas o menos) dió las bases para la notación musical como la conocemos hoy en día creando el Tetragrama y las neumas cuadradas.
El tetragrama constaba de cuatro lineas horizontales que determinaban la altura de las notas, también había la posibilidad de usar lineas adicionales arriba o abajo del tetragrama.
Las claves que se utilizaban eran las de Do y Fa. La clave de Fa se marcaba en la tercera linea, mientras la clave de Do se marcaba en la cuarta, tercera o segunda.
Para esta notación se utilizaban varias figuras o neumas simples que determinaban el movimiento de las notas.
PES:
[ Imagen no disponible ]
Representaba un intervalo ascendente de una nota a otra.
CLIVIS:
[ Imagen no disponible ]
El opuesto a PES, indica un intervalo descendente.
TORCULUS:
[ Imagen no disponible ]
Algo similar a un bordado, una nota que sube y despues vuelve a bajar.
PORRECTUS:
[ Imagen no disponible ]
Lo contrario al TORCULUS. Un bordado pero descendente.
CLIMACUS:
[ Imagen no disponible ]
Una progresión descendente de notas. Similar al CLIVIS, pero más largo.
SCANDICUS:
[ Imagen no disponible ]
Significa SUBIR, y pues es eso, una progresión de notas que suben.
SCALICUS:
[ Imagen no disponible ]
Significa saltar, y es una progresión de notas "saltadas"
Tambien están las notas simples, como:
VIRGA (VARA)
[ Imagen no disponible ]
PUNCTUM CUADRATUM (PUNTO CUADRADO)
[ Imagen no disponible ]
PUNCTUM INCLINATUM (PUNTO INCLINADO)
[ Imagen no disponible ]
Hay muchos más detalles sobre la notación neumática pero me da algo de pereza detallar tanto.
En sí, la notación neumática desarrollada por Guido D'Arezzo dio la pauta para crear el sistema de notación musical que tenemos hoy en día, basado en el pentagrama y las figuras musicales que hoy conocemos. Para mi, la mayor ventaja del sistema actual es la facilidad de poder tocar melodías que no conocemos "de vista" sin tener que escucharlas. Así tambien, para mi, la ventaja de la nomenclatura neumática es que es bastante intuitiva, aunque no determina tiempos, lo cual imposibilita su ejecución sin haber escuchado previamente la pieza que se está leyendo.
Y pues como decía, no está mal saber un poco de historia. :saludos:
Y pues aquí les dejo un artículillo que he escrito, jeje, todo feo y macuarro, pero no está mal aprender de historia.
Hoy en día todos (o casi todos) leemos música utilizando el famoso pentagrama, el cual quizás nos enseñaron desde niños en la escuela, quizás lo aprendimos de otras fuentes.
Todos sabemos que una corchea dura medio tiempo y que una redonda dura cuatro tiempos, y conocemos las claves de Sol y Fa, y sabemos en donde ubicar el Do central en el pentagrama con ambas claves. Incluso podemos tocar alguna pieza que esté escrita en notación sin haberla escuchado nunca.
Pero todo esto son conceptos relativamente nuevos. En un principio no se escribía la música como se hace hoy en día, y el único recurso con el que contaban los cantores e instrumentistas para aprender piezas nuevas, era la tradición de músico a músico.
Por el siglo XI, cuando la música con fines litúrgicos era popular, existía una basta cantidad de cantos para cada momento de la liturgia de cada día como para algunas festividades. Tanto Glorias, Kyries, Aleluyas, Comuniones, etc. para cada canto, la única ayuda con que contaban los cantores, era un sistema de ascentos y señales, llamados Neumas que significaba algo así como aliento.
Estas señales sólo denotaban si la nota subía o bajaba, pero no decía nada sobre duraciones, ni sobre alturas exactas de la nota. Por lo tanto era necesario conocer el canto antes de interpretarlo.
Esta clase de Neumas eran llamadas Cursivas pues seguían el curso de la mano.
Fue por esos mismos años cuando, para facilitar el trabajo de aprender y memorizar cantos, Guido D'Arezzo, quien les puso nombre a las notas músicales como las conocemos hoy (mas o menos) dió las bases para la notación musical como la conocemos hoy en día creando el Tetragrama y las neumas cuadradas.
El tetragrama constaba de cuatro lineas horizontales que determinaban la altura de las notas, también había la posibilidad de usar lineas adicionales arriba o abajo del tetragrama.
Las claves que se utilizaban eran las de Do y Fa. La clave de Fa se marcaba en la tercera linea, mientras la clave de Do se marcaba en la cuarta, tercera o segunda.
Para esta notación se utilizaban varias figuras o neumas simples que determinaban el movimiento de las notas.
PES:
[ Imagen no disponible ]
Representaba un intervalo ascendente de una nota a otra.
CLIVIS:
[ Imagen no disponible ]
El opuesto a PES, indica un intervalo descendente.
TORCULUS:
[ Imagen no disponible ]
Algo similar a un bordado, una nota que sube y despues vuelve a bajar.
PORRECTUS:
[ Imagen no disponible ]
Lo contrario al TORCULUS. Un bordado pero descendente.
CLIMACUS:
[ Imagen no disponible ]
Una progresión descendente de notas. Similar al CLIVIS, pero más largo.
SCANDICUS:
[ Imagen no disponible ]
Significa SUBIR, y pues es eso, una progresión de notas que suben.
SCALICUS:
[ Imagen no disponible ]
Significa saltar, y es una progresión de notas "saltadas"
Tambien están las notas simples, como:
VIRGA (VARA)
[ Imagen no disponible ]
PUNCTUM CUADRATUM (PUNTO CUADRADO)
[ Imagen no disponible ]
PUNCTUM INCLINATUM (PUNTO INCLINADO)
[ Imagen no disponible ]
Hay muchos más detalles sobre la notación neumática pero me da algo de pereza detallar tanto.
En sí, la notación neumática desarrollada por Guido D'Arezzo dio la pauta para crear el sistema de notación musical que tenemos hoy en día, basado en el pentagrama y las figuras musicales que hoy conocemos. Para mi, la mayor ventaja del sistema actual es la facilidad de poder tocar melodías que no conocemos "de vista" sin tener que escucharlas. Así tambien, para mi, la ventaja de la nomenclatura neumática es que es bastante intuitiva, aunque no determina tiempos, lo cual imposibilita su ejecución sin haber escuchado previamente la pieza que se está leyendo.
Y pues como decía, no está mal saber un poco de historia. :saludos: