Lo de aprenderse patrones está muy bien cuando empezamos pero ojo, acaban siendo la gran trampa del guitarrista, la tendencia general suele ser "esto está en tal escala, pues la recorro por el mástil y tiene que sonar bien", cosa que seguramente no pasará la mayoría de las veces, entonces ¿cómo debemos enfocar la improvisación si sabiendo la escala no basta? ¿qué más puede haber? la respuesta está en cada nota, todas no suenan igual, dependiendo del acorde que está sonando de las siete notas de una escala unas sonarán mejor que otras, más interesantes, más oscuras, dudosas, etc.
El trabajo más completo, y obviamente más duro y largo pero a la vez apasionante -para mí-, es aprender armonía, la relación escala/acorde, tensiones, notas a evitar, notas características del modo, etc. Si no quieres pasar por ahí te recomiendo que simplemente toques menos notas, ¿cuántas? las que haga falta, imagina que no eres un guitarrista, ahora eres un instrumento de viento como el saxo o la trompeta, ellos tienen algo muy particular que les ha llevado a ser seguramente los mejores improvisadores -los instrumentos de viento en general-, tienen que respirar. Parece una tontería pero es todo lo contrario, un saxo no puede tocar indefinidamente como un guitarrista, tiene que ir haciendo pausas para coger aire, esto le "obliga" a "decir algo" en cada frase, pues imita esto, haz frases cortas con sus silencios y el mayor sentido que puedas darle, intenta anticiparte y pensar qué quieres que suene antes de tocarlo, cosas simples, líneas melódicas como si fueras un cantante.