La guitarra en cuestión es una Fender Tommy Bolin, malogrado guitarrista de los Deep Purple a la marcha de Blackmore de la banda, realizada por la custom shop Japan bajo pedido de la tienda Ikebe Gakki de dicho país (una de las tiendas de instrumentos musicales más importantes de Japón).
Es una guitarra muy complicada de encontrar, debido a que se produjo únicamente un año y en un número muy limitado de unidades, y a que únicamente se vendía en dicha tienda.
Vamos al lío...
Construcción y componentes:
La guitarra es básicamente una fiel recreación de la utilizada por Tommy Bolin...una curiosa mezcla de cuerpo de strato y mástil de tele...
El cuerpo está realizado en madera de aliso de una gran calidad, acabado en una fina capa de barniz poliuretánico casi mate, que deja ver las preciosas vetas de la madera y ofrece un tacto muy suave y agradable, casi como acabado al aceite.
En él se presenta el típico golpeador strato de 11 tornillos con la configuración más clásica de las strato...un potenciómetro de volumen y dos tonos, tres pastillas SSS Fender American Vintage y un selector de tipo cuchilla.
También alberga un puente Vintage Synchronized y la típica placa del jack de las strato, aunque invertida...al igual que en la guitarra original de Tommy Bolin.
El mástil tipo tele del 68 está realizado en una pieza de arce de muy buena calidad, con la típica skunk stripe en la parte trasera y ajuste del alma en el talón.
El clavijero es un Fender tipo Kluson con un tacto preciso y suave...aguanta muy bien la afinación.
Sonido y acción:
Es lo que se ve...se oye como una strato y se toca como una tele...la configuración de pastillas, unas Fender American Vintage, ofrece una gran versatilidad a distintos estilos musicales, aunque donde mejor se maneja es en los estilos Pop y Rock.
Personalmente, me encanta la ergonomía que ofrece el cuerpo de las stratos y la comodidad de los mástiles de las tele...en este caso, se encuentran esos dos factores...alguien podría pensar que se trata de un "engendro", de una "partscaster"...nada más lejos de la realidad...es como si fuera un modelo que hubiera existido toda la vida...todo cuadra perfectamente.
Conclusion:
Una guitarra con una calidad de construcción maravillosa, un bellísimo acabado, un sonido clásico de Fender stratocaster single coil y un comodísimo mástil...no deja indiferente a nadie.
Por el contrario, su estética tan particular puede hacer que sea amada u odiada.
Espero que os haya gustado la review...un abrazo a todos.