alvarols escribió:Es un tema muy complejo esto del sentido de la vida.
Ya mencionaba Schopenhauer (no recuerdo con exactitud las palabras), pero nos balanceamos entre la carencia y el aburrimiento.
Sólo de cara a la galería, no es la carencia sino el dolor lo que decía Schopenhauer que se alterna con el aburrimiento
Lo que dice Miguel que extrae de Gracián (una de las lecturas de Schopenhauer, de hecho tradujo su Oráculo al alemán) es muy similar también a mucha de su ideología. Schopenhauer defendía que la felicidad como tal no existe, pues no es algo "positivo" (hay que entender postivo no como algo bueno, sino como algo que "sucede" o "que se da en la realidad") sino "negativo" sólo se la reconoce en su ausencia. El caso es que para él el motor que mueve el mundo es la Voluntad (demasiado complicado para explicar ahora), y que en nuestra naturaleza humana se manifiesta como el desear, siempre queremos o perseguimos algo, y pocas veces lo conseguimos, lo cual conduce al dolor. ¿Cúal es la solución, pues? No desear, no querer nada. Aquí es donde entra la influencia oriental en su filosofía, al más puro estilo budista concluye que el único modo de no sufrir sistemáticamente en nuestra existencia es llegar a la absoluta indiferencia. Como él mismo dice: "«Ni amar ni odiar»: esta regla encierra la mitad de toda sabiduría"
Aquí teneis otro párrafo que expresa su pensamiento:
Querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por esencia dolor. Cuanto más elevado es el ser, más sufre... La vida del hombre no es más que una lucha por la existencia, con la certidumbre de resultar vencido. (...) Es una historia natural del dolor, que se resume así: querer sin motivo, sufrir siempre, luchar de continuo, y después morir... Y así sucesivamente por los siglos, de los siglos hasta que nuestro planeta se haga trizas.
Los esfuerzos incesantes para desterrar el dolor no consiguen otra cosa que variar su figura: ésta es primordialmente carencia, necesidad, cuidados por la conservación de la vida. Al que tiene la fortuna de haber resuelto este problema, lo que pocas veces sucede, le sale de nuevo el dolor al paso en mil otras formas, distintas, según la edad y las circunstancias, como pasiones sexuales, amores desgraciados, envidia, celos, odios, terrores. Ambición, codicia enfermedades, etcétera. Y cuando no puede revestir otra forma toma el ropaje gris y tristón del fastidio y el aburrimiento, contra el cual tantas cosas se han inventado.
La vida es una guerra sin tregua, y se muere con las armas en la mano.
De todas formas hay un punto que pasamos por alto, y es el modo de ser de cada uno. No todo el mundo ve la realidad como este filósofo (yo desde luego sí), y esta diferencia lo es todo a la hora de encarar la vida, como este mismo autor dice: "La personalidad del hombre determina por anticipado la medida de su posible fortuna." Este es el optimista, su forma de ver la realidad (no voy entrar en polémicas de "quien ve mejor la realidad", es absurdo) le salvaguarda de todas estas apreciaciones acerca de la existencia con lo cual vive mejor, más y en paz.
Por último Avi, con 25 años se pueden haber vivido muchas cosas, la experiencia no se mide en años Y otra cosa, Aristóteles aún siendo un filósofo excepcional, también era un hijo de su tiempo, y creía que usando la razón se podía llegar a todas partes, algo que no sucede. Él creía que siendo bueno, y justo, es decir, virtuoso, se alcanzaría la felicidad, sin embargo la realidad nos da tantas apabullantes pruebas de lo contrario que no vale la pena ni discutirlo.
Saludos!