Substitución de pastillas en Tokai Les Paul.

Vuelvo a lanzarme con uno de esos trabajos con los que uno se va encontrando de tanto en tanto. Esta vez se trata de substituir un juego de pastillas por otro, pero con una particularidad especial añadida, que es lo que le va a poner la salsa a todo el asunto.

Normalmente, cuando alguien desea hacerle un cambio de pastillas a su guitarra suelen ser por otras del mismo tipo que las que montaba originalmente de fábrica, aunque con unas características sonoras muy diferenciadoras, concretas y acordes a sus preferencias personales. Existe quien aprovecha para darle un cambio radical a su guitarra, en cuanto a sonido. Y también se da el caso del comprador que adquiere una guitarra, de segunda mano, y no le gustó el cambio que realizó su anterior dueño y desea regresar al punto de origen; que sería el caso que ahora nos ocupa.
En la imagen podemos ver a una de tantas réplicas de la marca Tokai, basada en el modelo Les Paul e ideado por Gibson. Mucho ya se ha escrito y comentado de las virtudes de esta marca.

Este ejemplar es del año 2008, y se deja tocar realmente muy bien. Tiene un buen tacto y es comodísima, gracias a su acción tan baja. Sobra hacer mención a la vistosidad de su tapa frontal.



Pero si nos fijamos con más detenimiento nos daremos cuenta que hay algo diferente respecto a este tipo de guitarras. En lugar de encontrarnos con las típicas pastillas con los polos regulables observamos que incorpora unas EMG también en formato Humbucker. Ya sabemos que contra los gustos no hay nada escrito. Pero puede ser que a los más puristas no les haga ninguna gracia.

Tras retirar la tapa trasera protectora de plástico había un trozo de espuma negra recortada, acorde a la forma de la cavidad, con el objetivo de proteger todo el circuito y sujetar la pila.




Lo primero era desencordar la guitarra, retirando el cordal y las cuerdas, con el fin de acceder libremente a la zona de trabajo. Una vez hecho, desatornillamos los dos marcos de plástico que fijan las pastillas al cuerpo, y el par de tornillos encargados de regular su altura.

Ayudándome de un trozo de cinta de carrocero he fijado el puente al cuerpo para evitar movimientos. Este pequeño truco puede parecer una tontería, pero más adelante ya veréis el por qué, y de su gran utilidad.




La operación para desconectar estas pastillas es muy simple, pues no precisamos de soldador. El cableado ya incluye unos terminales de conexión, elaborados en plástico negro, que nos facilitan enormemente dicha tarea.

Tras haber liberado los cuatro potenciómetros y la hembra jack, de sus correspondientes tuercas de sujeción y de su pieza de plástico con el cuerpo, acto seguido necesitamos darle la vuelta al instrumento para poder retirar todo el circuito. Y gracias a esa tira de cinta que sujeta el puente conseguimos que, además que no se nos caiga, evitar que accidentalmente puedan girarse los tornillos encargados de regular su altura. De esta manera, me aseguro en no modificar la altura existente.

¡La bestia, con todas las tripas fuera!



Tan sólo nos hizo falta un pequeño destornillador, de punta de estrella, para soltar el cable de masa del puente.

Detalle de cómo se halla conectada la hembra Jack, y dos de los potenciómetros con su correspondiente placa de conexiones.

Fue necesario ensanchar ligeramente los cuatro agujeros practicados en el cuerpo con el fin de poder alojar los nuevos potenciómetros de volumen y tono, debido a que éstos eran de un grosor un poco mayor que los anteriores.

No es que sea un trabajo especialmente delicado. Lo único a tener en cuenta es en dejarlos perfectamente redondeados y no ovalados, y asegurarnos que lleguen a ajustarse bien y sin exceso de holgura.




Dado que las EMG ya venían con su circuito propio, era de obligado cumplimiento realizar uno totalmente nuevo para poder instalar las nuevas pastillas; unas Tokai MK2, que son las que originalmente montaba la guitarra. Tan sólo se ha aprovechado el selector de tres posiciones del anterior circuito.

Aquí la foto de familia con todos los componentes necesarios: cuatro potenciómetros lineales CTS de 500 K, dos condensadores cerámicos de 100 nanofaradios y 5 volts, y una hembra jack Swichcraft; todos ellos nuevos de trinca, igual que el cable.

Tras elaborar un nuevo circuito este es el resultado. Siempre hay que intentar ser lo más pulcro posible en la realización de las soldaduras, a la par que es aconsejable no apurar mucho y dejar algo de margen en el cableado. Unas soldaduras de aspecto brillante siempre son sinónimo de garantía, por la buena calidad de las mismas.

En este caso, en lugar de emplear el consabido cableado tradicional, se ha seguido uno de los esquemas que Seymour Duncan tiene colgados en la red. A efectos prácticos tengo que reseñar que se ahorra en longitud de cable (con respecto al cableado moderno empleado por Gibson), y que no presenta el consabido “problema” de las que están cableadas tipo 50´s, donde el control de tono sí que acaba afectando en el volumen.

Me he permitido la licencia de no ajustar más las patas de los condensadores, por si en un futuro su propietario decidiese cablearla al estilo 50´s. Aunque, a juzgar por lo bien que suena, creo que no será necesario.



Una vez el nuevo circuito ya alojado en la cavidad, cubierta con pintura de grafito.

Anulado

Por último, ya sólo nos falta encordarla y afinarla.

Lo cierto es que las “nuevas” pastillas suenan mucho más cálidas y acordes a la estética de la guitarra que las anteriores EMG. Tengo que reseñar que el sonido final es muy limpio, habiendo una ausencia total de ruidos, señal que todas las soldaduras se han realizado correctamente. Y el recorrido de los controles de tono ofrecen una paleta de sonidos muchísimo más amplia que en otras guitarras; yendo desde el puro rock´n´roll afilado (con el tono abierto) hasta sonidos totalmente jazzeros y con mucho cuerpo (cerrando el tono parcial o totalmente), gracias al valor de sus condensadores.






Y, seguramente, más adelante me toque instalar esas EMG con su circuito en una Epiphone Explorer. Pero eso ya es otra historia.
Saludos a tod@s!

No se si será la mejor opción pero como bien dices es la que has elegido. Te explico el por qué: Tokai busca sonar lo más parecido a las antiguas posible, esa es la diferencia con otras marcas porque si buscas sonido moderno quizá fuese mejor otras. He cambiado pastillas en las Reborn y Love Rock siendo la más cañera una SD de DiMarzio pero de los años 80. No las veo con unas EMG con las que podrías perder ese sonido natural de la guitarra....No obstante, Buen trabajo y gracias por enseñarlo!

Para la próxima vez puedes usar potes CTS métricos para no hacer obra, desde que los he encontrado (ya sabía que existían ya que son los que usa Tokai en los modelos LS15-172) no uso otros y no son caros.

Ya nos contarás que tal va....

#6 Es cierto que esas EMG´s no pegaban para nada en un mueble como este. Tienen una buena salida, pero se me hacen muy "frías" teniendo en cuenta el sonido que, más o menos, todos tenemos en la cabeza de cómo ha de sonar una paula.

Las Tokai suenan mucho más acertadas.

Los CTS métricos no me los traían hasta bien entrada esta semana. Y no quería retrasarme mucho para finalizar el trabajo.

A parte, que es mínimo lo que hay que retocar. Y en caso de tener que volver a instalar los métricos no supone ningún quebradero de cabeza.

Yo veo bien los caps de 100nF.
Así te suena jazz total seguro.

Aunque seguro que habrá alguno por ahí más purista que diga que tendrían que ser de 20 nF...
Yo no llego a tanto.
Con 100 tienes todos los graves que necesites.
Con 20 tienes todos los agudos que necesites y más...