#57
Suscribo lo que dices, Tokay.
En este mundo siempre va haber dos o más frentes, mientras haya intereses de por medio. Y da igual si son ultra no se qué o no se cuanto... enfrentados al fin y al cabo. La tortilla puede dar muchas vueltas de un lado un otro pero la cuestión es, quién tiene la sartén por el mango.
Así sea sólo para desviar la atención sobre ellos mismos, inventarán un motivo o atentarán bajo falsa bandera poniendo en boca de los demás el nombre de Dios, cuando el suyo propio se llama dinero y/o poder.
Y el plan es perfecto porque, cuando aún siendo conscientes de todo esto no podemos actuar en contra de toda esa casta de potentados , al final cargamos contra el enemigo más cercano y/o accesible. Y ahí es donde los interesados gritan oportunamente: "racismo"... y racismo una mierda! puro instinto de supervivencia.
Y yo no he visto nunca a dos mandatarios, sean del pais que sean, discutir por religión. De petróleo, mercado, fronteras etc...si, pero de religión no.
Lo que pasa es, que quizás son lo suficientemente diplomáticos para debatir pero, por desgracia, sus peones no tienen esa capacidad por ser simples instrumentos de presión.
Y volvemos al racismo y a la retroalimentación.
Mientras a esas personas, que viven en un infierno sometidas, se les prometa el paraíso y jóvenes con falta de identidad deseosos de "destacar" tengan la posibilidad de tener un arma en las manos, nunca van a faltar adeptos.
Todos, de una forma u otra somos víctimas y todos, (puesto que la masa es cobarde por naturaleza), ante esa tesitura, llegará un día en el que queramos elegir que el bando fuerte sea el nuestro...
Puede que ese día debamos definirnos como racionales o irracionales...
#58 Jors, es cierto lo que dices. El problema es que los malos también aprenden de la historia y saben redirigir ese odio y usarlo como arma. Y cuando acabas con uno, siempre aparece otro que antes parecía bueno, pero sólo era de la competencia.
Para que cambie el mundo, tiene que petar. Para qué los seres humanos cambiemos al unísono, tiene que ser desde una posición de debilidad y/o necesidad. Mientras tanto seguirá siendo un "dudoso equilibrio" en el que la mitad luche por conquistar el escalón de la otra mitad.
Sólo es una cuestión de "intensidad" esa lucha...
Perdón por el tochazo
Suscribo lo que dices, Tokay.
En este mundo siempre va haber dos o más frentes, mientras haya intereses de por medio. Y da igual si son ultra no se qué o no se cuanto... enfrentados al fin y al cabo. La tortilla puede dar muchas vueltas de un lado un otro pero la cuestión es, quién tiene la sartén por el mango.
Así sea sólo para desviar la atención sobre ellos mismos, inventarán un motivo o atentarán bajo falsa bandera poniendo en boca de los demás el nombre de Dios, cuando el suyo propio se llama dinero y/o poder.
Y el plan es perfecto porque, cuando aún siendo conscientes de todo esto no podemos actuar en contra de toda esa casta de potentados , al final cargamos contra el enemigo más cercano y/o accesible. Y ahí es donde los interesados gritan oportunamente: "racismo"... y racismo una mierda! puro instinto de supervivencia.
Y yo no he visto nunca a dos mandatarios, sean del pais que sean, discutir por religión. De petróleo, mercado, fronteras etc...si, pero de religión no.
Lo que pasa es, que quizás son lo suficientemente diplomáticos para debatir pero, por desgracia, sus peones no tienen esa capacidad por ser simples instrumentos de presión.
Y volvemos al racismo y a la retroalimentación.
Mientras a esas personas, que viven en un infierno sometidas, se les prometa el paraíso y jóvenes con falta de identidad deseosos de "destacar" tengan la posibilidad de tener un arma en las manos, nunca van a faltar adeptos.
Todos, de una forma u otra somos víctimas y todos, (puesto que la masa es cobarde por naturaleza), ante esa tesitura, llegará un día en el que queramos elegir que el bando fuerte sea el nuestro...
Puede que ese día debamos definirnos como racionales o irracionales...
#58 Jors, es cierto lo que dices. El problema es que los malos también aprenden de la historia y saben redirigir ese odio y usarlo como arma. Y cuando acabas con uno, siempre aparece otro que antes parecía bueno, pero sólo era de la competencia.
Para que cambie el mundo, tiene que petar. Para qué los seres humanos cambiemos al unísono, tiene que ser desde una posición de debilidad y/o necesidad. Mientras tanto seguirá siendo un "dudoso equilibrio" en el que la mitad luche por conquistar el escalón de la otra mitad.
Sólo es una cuestión de "intensidad" esa lucha...
Perdón por el tochazo