El tiempo pasa rápido, joder, treinta años ya.
Me considero afortunado de ser sexagenario, primero por haber vivido seis décadas pero sobre todo por haberlo hecho con intensidad, mamando desde los mas clásicos, hasta las bandas emergentes.
Nirvana supusieron una bocanada de aire fresco en aquel momento musical. Lo recuerdo como si fuese hoy. El fin de la gloriosa década ochentera pronosticaba un apocalipsis que nunca llego a serlo, aunque existiera un bajón de adrenalina temporal, pero otros irrumpieron con fuerza y entre ellos, tal vez el mas sorprendente fuese aquel latigazo sonico liderado por Kurt Cobain.
Cierto, no era un guitarrista técnicamente dotado, tampoco tenia esa intencion, como no lo era desbancar al mismísimo Michael Jackson del number One, aunque es innegable que tenia algo hipnótico, que atraía como canto de sirena, incluso a quienes no nos convencía el grunge.
Yo apenas llevaba unas semanas en la Radio cuando apareció el Nevermind, ese bendito vinilo de 12" que engancho a mas de una generación y al que le saque un jugo impagable. Fue uno de los primeros trabajos que exprimí hasta la saciedad y la sensación era que aun me quedaba mas por descubrir. Después la historia quiso que Kurt pasase a formar parte de ese selecto club de los 27 y se convirtiera en mito.
Gracias por recordarnoslo
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Yo acababa de empezar el instituto cuando conocí su existencia por medio de una redacción que hizo una compañera, de ésas que están enamoradas del rockstar de turno. Hacía un año que había muerto, y yo no sabía nada de él; de aquellas estaba empezando a arañar la superficie del rock y me interesaba más la nueva ola de punk noventero. Sin conocer demasiado sobre Nirvana, sí sé que tiempo antes la Mtv (entonces un medio respetable e influyente) comenzó a pasar el videoclip de Smells cada vez más a menudo, por aclamación popular, lo que convirtió a Kurt en una estrella muy a su pesar, y que abrió la puerta a otras muchas bandas de lo que llamaban el sonido Seattle, aunque en mi opinión hubo otras bandas antes que ellos que ya definieron el estilo. Creo que el grunge fue la consecuencia esperable de una época un tanto anquilosada en la escena del rock de principios de los 90, cuando el hard rock/heavy metal y sus principales exponentes ya no podían representar lo que la audiencia quería escuchar, o al menos no como lo hacían a finales de los 80. El grunge nunca fue algo que me atrajera, pero me sirvió para conocer a los Smashing Pumpkins, una banda que idolatraba e idolatro, aunque me sirve como ejemplo para constatar que dentro del saco del grunge se metieron grupos que no tenían prácticamente nada en común salvo la coincidencia en el tiempo.
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#1 es que el Nevermind es la mejor puta mezcla de los Beatles y el Punk, en su máxima expresión. Esa fue la cuestión, punk con dosis moñas de pop. Riff pegadizos, letras tristes, ritmos tontos pero mucha naturalidad.
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Ay! que pena mas grande!!