Se dan muchos y buenos argumentos aquí, tanto en contra como a favor de las bandas tributo y de versiones.
Empiezo a escribir sobre el tema, pretendiendo ser breve, y acabo con unos tochazos que ni yo mismo me quiero leer... porque es un tema que da para mucho... así que voy a resumirlo todo en un par de ideas, si puedo:
1-
La música buena DEBE (en mi opinión) seguir siendo interpretada, lo mejor que se pueda.
Las orquestas clásicas se dedican a eso, y ahí no hay tonterías, ahí se toca todo y se supone que toda la plantilla tiene que tener el nivel necesario, para eso se estudia durante años y se sigue estudiando y practicando toda la vida.
Las orquestas "de baile" o "de verbena" también se dedican a eso, pero es otro mundo (plantilla, sueldos, sitios donde trabajas, condiciones laborales generales) y cumplen otra función, que aunque se pueda hacer música más o menos añeja, la función es proporcionar un poco de espectáculo, un poco de hilo musical y un poco de "excusa" para bailar.
Los grupos tributo me dan mucha pereza a la hora de ir a verlos, pero en general, cuando se trata de un grupo tributo (al menos TODOS los que yo he visto o sonorizado), hay un nivel adecuado a la música que se pretende tocar, y si es buena música (por eso se decide interpretar y existe interés por escucharla) y se toca y canta bien ¿cuál es el problema?.
Los grupos de versiones son, para mí, entretenimiento para escuchar de fondo, y poco más... si lo hacen bien, mejor, si no... puedes cambiar de bar... y no van más allá, por buenos que sean.
2- ¿Dónde está el conflicto entonces? Para mí sí, efectivamente,
la música "ajena"... digamos... de éxito ya consolidado (sea Rachmaninoff, Hendrix, Rubén Blades, Abba, Judas Priest o lo que se quiera),
RESTA una porción de mercado a los grupos de música original, porque son tan abundantes los grupos de música ajena, y tienen tanto éxito, tanto público, que cuesta (según dónde vivas) encontrar conciertos de música propia/original... pero ¿Quién tiene la "culpa" de eso? Yo pienso que, por un lado, está nuestra "culpa", la de los músicos, de querer subsistir (qué idea tan loca) haciendo lo que nos gusta, que es música, y aprovechar que hay una demanda en el mercado de consumo musical y cubrirla, y por otro lado, el público es muy diverso, pero es cierto que un porcentaje enorme de la audiencia potencial no arriesga... van a la seguridad de los grupos de versiones o tributos porque es música que ya conocen y no tienen ganas de prestar atención y dedicar tiempo a nada nuevo.
Por poner un ejemplo de época y paradigma diferentes, los 90 eran justo lo contrario: Había conciertos en todos los bares donde físicamente cupiera una banda, y hacer versiones era considerado cutre por la mayoría de la gente que iba regularmente a conciertos, se prefería la música original por un amplísimo margen. Mención aparte para las bandas de blues y jazz, obviamente... es otro concepto. En clásica, la interpretación de obras nuevas es marginal, comparada con el repertorio consolidado. Normalmente, las composiciones nuevas entran a los teatros y auditorios mediante concursos, subvenciones, apoyadas por fundaciones, etc... es otro ambiente, pero también se da la circunstancia de que el repertorio consolidado copa la mayoría del tiempo y los espacios.
3- ¿Solución? ... yo no la tengo... hay muchas realidades diferentes, dependiendo de la ciudad, el país, cada escena musical y estilo... El hecho de que se dé menos oportunidad a la música nueva que a la "consolidada" ¿dice algo de la sociedad? Es una pregunta profunda y con mucho interés para debatir, creo, pero es una situación en la que las partes se realimentan... los músicos satisfacen una demanda de versiones creando más oferta de versiones, que a su vez.. en fin... se entiende
Hasta hace poco, tocaba en dos bandas de música original, pero he dejado una y me estoy planteando si dedicar ese tiempo extra del que ahora dispongo para montar un dúo o trío para tocar versiones por bares y similares. Ahora trabajo como maestro de música en primaria, pero llevo cuatro cursos seguidos a media jornada, y entre la hipoteca y los demás gastos habituales, ya salgo en negativo de algunos meses, y eso siendo soltero y sin críos... y no me hace especial ilusión el tema de las versiones, pero es algo que tengo ahí como recurso, y tampoco es que lo vaya a pasar mal, es un trabajo agradable.
No hay blanco y negro en este tema, o quizá sí... pero entre medias hay un número infinito de tonos de gris.
P.D.: Menos mal que iba a ser breve