Valentino Senna escribió:Yo no sé por qué resulta tan molesto que el compañero de fatigas de esto de la música escoja un camino que no es del gusto del molestado. Siempre ha habido verbeneros y es más, muchos compatibilizando su orquesta/tributo etc con su banda de temas propios, que lo uno no quita lo otro... A lo mejor a quien a que pedir cuentas es al público y no al compañero.
El problema es que esto nos lleva al siguiente nivel.
Hemos empezado por discutir sobre lo oportuno de los grupos tributo o de versiones (con matices).
Ahora nos vamos a plantear que el problema es el público.
El mercado de la música es el que es. Nuestro público es el que es. Tengo amigos trashmetaleros que se creen que hacen un musicón del copón y yo no les aguanto ni medio minuto. También tengo amigos que cantan copla y pasodoble con una calidad increíble. Ambos profesionalmente. Pues uno vive de ello y otro va llorando por las esquinas, cagándose en el nefasto gusto del público de hoy.
Yo he sido verbenero y ahora tengo un grupete de versiones con los amigos. Algún tema nuestro tenemos, malo y vergonzosísimo. Pues cuando hacemos algo por ahí ni se nos pasa por la cabeza tocarlos. Al menos de momento. Y no pasa nada. Solo con ponernos en el lugar del público al seleccionar temas, ya hacemos un trabajo importante, si está bien hecho. El orden de los temas también es importante, llevar al público arriba o abajo, darles caña hacia arriba...
Alguna vez he trabajado poniendo musica en bares, y ni se me ocurriría pensar que dejar el bar vacío (poniendo temazos que solo me gustan a mí) era una opción. El público manda. El cliente siempre tiene razón. Y si no la tiene: O eres un genio incomprendido adelantado a tu tiempo, o eres un gilipollas de la cabeza a los pies, o ambas cosas al mismo tiempo.