Una de las historias más fascinantes sin duda, es la de la misteriosa desaparición de la famosa Black Beauty de Jimmy Page.
Curiosamente, he usado el buscador sin encontrar gran cosa sobre el asunto, algo que en un foro de guitarristas se me antoja casi imprescindible contar.
De modo que aquí un fenderiano ha recopilado la informacion y se dispone a ello.
La Gibson Les Paul de 1960 conocida como “The Black Beauty”, fue la guitarra de sesión principal de Jimmy Page, entre 1962 a 1967.
Hay una leyenda apócrifa que dice que la obtuvo de Keith Richards, pero no hay evidencia real que respalde esta teoría.
Fue su cuarta guitarra, tras una Hofner President, una Grazioso Futurama, y una Fender Stratocaster Sunburst, Jimmy Page compró esta guitarra a principios de la década de 1960 y la usó como su instrumento principal en su época de músico de sesión y de los Yardbirds.
Caminaba por Charing Cross Road en Londres y decidió detenerse en Lew Davis, una pequeña tienda de música que funcionaba como un lugar de reunión informal para músicos locales. Había una guitarra colgada en la pared, una Les Paul Custom de tres pastillas de color negro esmoquin (1960) con llamativos herrajes dorados y un trémolo Bigsby, cuerpo de caoba con tres pastillas, dos perillas de volumen, dos perillas de tono y un interruptor selector de tres vías.
Cuentan que Page no tenía un duro en aquella época, pero tras su primera sesión, se convirtió en uno de los guitarristas de estudio más solicitados de Inglaterra siendo reclamado para tocar en el álbum debut de The Kinks en 1964 y en el primer sencillo de The Who, I Can't Explain.
Fue con esta guitarra que Page construyó su reputación y se convirtió en uno de los guitarristas más respetados de Inglaterra
Jimmy y su Les Paul Custom se pueden escuchar en cientos de pistas de esa época, incluida Goldfinger de Shirley Bassey y la versión de Them del clásico de blues, Baby, Please Don't Go.
En algún momento de 1970, hizo modificar esta guitarra por un técnico llamado Joe Jammer, quien agregó algunos interruptores adicionales, presumiblemente para proporcionar una gama más diversa de combinaciones de pastillas, pasando a tener tres switch, en lugar de uno.
Jimmy tuvo esta guitarra durante un tiempo, incluso durante los primeros años de Led Zeppelin. La usó para grabar "Whole Lotta Love", del "Led Zeppelin II".
En abril de 1970, con el triunfo aún caliente de sus dos primeros álbumes, Led Zeppelin estaba de gira por América del Norte por quinta vez en dos años. El cuarteto estaba decidido a convertirse en la banda más grande del mundo, y todo indicaba que iban por buen camino.
Hacia el final del viaje estadounidense de un mes de duración del grupo, viajaron desde Minneapolis a Montreal, Canadá. Pero en aquel viaje su preciada Gibson Les Paul Custom negra de 1960, desapareció.
Oficialmente mente subió al avión como parte del equipaje, pero nunca llego a Canada. Se presume que fue robada en un aeropuerto, posiblemente por los manipuladores de equipaje, aunque no se pudo demostrar.
Hubo tantos puntos en el viaje donde podría haber desaparecido, en el aeropuerto de Minneapolis, la aduana, el aeropuerto de Canadá … todo lo que sabía era que no estaba allí, y en aquella época, no podía rastrearse.
La revista Rolling Stone publicó en todos los números del año siguiente un anuncio de "guitarra desaparecida". Nunca hubo respuesta y así comenzó un desconcertante misterio que la mayoría pensó que nunca se resolvería.
A mediados de los 90, un tipo entro en Willie's American Guitars, una prestigiosa tienda de guitarras antiguas de St. Paul, Minnesota y dijo: “Tengo la guitarra robada de Jimmy Page”.
Nadie le creyó. No tenían el número de serie, no había Internet, ni otra manera de verificar tal afirmación.
Cuenta Nate Westgor, propietario de la tienda, que según el cliente, obtuvo la Les Paul a través de la viuda de un empleado del aeropuerto de Minneapolis que había robado la guitarra en 1970 y luego la guardó debajo de su cama hasta que murió. Le compró la guitarra a la mujer por 5.000$, y solo quería recuperar su dinero y devolvérsela a Jimmy.
Aquí es donde la historia debería haber terminado felizmente. Pero no fue así, ya que la guitarra volvió a desaparecer, durante otras dos décadas.
Peter Alenov, un respetado comerciante de guitarras y todo un especialista en la materia, inspecciono la guitarra con la información que previamente le habría suministrado Perry Margouleff, amigo personal de Page, productor y coleccionista de guitarras, llegando a la conclusión de que aquella no era la Black Beauty de Page. Y lo hizo porque Perry no describió el instrumento en detalle, omitiendo deliberadamente los interruptores adicionales (switch) instalados en 1970. Era algo tan evidente que cualquiera lo hubiese visto, y eso era precisamente lo que esperaba escuchar como prueba irrefutable, pero Alenov no vio esos interruptores por ningún sitio.
No los pudo ver porque había sido restaurada para borrar pistas de que había sido robada. Todos los rastros de los tres interruptores habían sido borrados por manos expertas, engañando incluso a un gran entendido como Alenov.
La guitarra finalmente se la quedo un joven que trabajaba en la propia tienda, Paul "Bleem" Claesgens que acabaría siendo músico punk, quien reemplazó el trémolo Bigsby por un cordal, lo que oscureció aún más la identidad del instrumento.
Según el propio Claesgens confeso, “Grabé canciones con ella, la arrastré por todo el Medio Oeste en varias bandas, incluso la usé para defenderme de las botellas de cerveza voladoras!!! Es increíble que la guitarra perdida de Jimmy Page estuviera en los escenarios de Minneapolis y nadie lo supiera”.
Pero en 2014, tuvo un percance con la guitarra que puso en marcha una serie de acontecimientos que acabarian por devolver la guitarra a su dueño original.
Una noche, sus amigos lo desafiaron a realizar un movimiento de escenario arriesgado, rememorando sus días de gloria personal en el rock and roll. Puso alrededor del hombro como un aro hula-hop para que volviera, pero salió volando, cayó al suelo y el clavijero se rompió.
La llevo a reparar a la misma tienda donde había trabajado y donde la adquirió. Esa noche Nate Westgor , el dueño, puso el instrumento roto en su banco de trabajo y recordando la historia anterior de la guitarra, decidió volver a examinarla de cerca.
Pero ahora ya existía internet y su autopista de informacion.
Examinó cuidadosamente, con una luz negra, el área donde habrían estado los interruptores, y lo que vio lo dejó atónito.
La caoba en la parte posterior en realidad se había hundido un poco, los orificios traseros eran más grandes, pero solo era visible al girar la guitarra en el ángulo correcto hacia la luz.
Lo miro durante unos minutos, unos momentos que admite que todavía le da escalofríos, porque realmente era la guitarra de Jimmy Page.
Hubo posteriormente una labor detectivesca al más puro estilo CSI. Los patrones de grano en las incrustaciones de nácar comparados con fotografías y hasta un clip de película de 60 segundos de la actuación de Led Zeppelin en el Royal Albert Hall en 1970, donde el camarógrafo amplió su mano izquierda, haciendo posible ver la incrustación en el traste 12 de Black Beauty con gran claridad. Esa incrustación tenía una franja oscura fácilmente identificable, y al fian ¡Hagase la luz!.
En abril de 2019, cuando el Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York realizó una exhibición protagonizada por los instrumentos más legendarios de la historia del rock and roll, “Play It Loud: Instruments of Rock & Roll”, además de las guitarras de Chuck Berry, Keith Richards, Stevie Ray Vaughan y Eddie Van Halen, para asombro de sus fanáticos, allí estaba la Black Beauty perdida hace mucho tiempo.
Como el obelisco de la portada de Presence de Led Zeppelin , la guitarra parecía haber aparecido de la nada.
Curiosamente, he usado el buscador sin encontrar gran cosa sobre el asunto, algo que en un foro de guitarristas se me antoja casi imprescindible contar.
De modo que aquí un fenderiano ha recopilado la informacion y se dispone a ello.
La Gibson Les Paul de 1960 conocida como “The Black Beauty”, fue la guitarra de sesión principal de Jimmy Page, entre 1962 a 1967.
Hay una leyenda apócrifa que dice que la obtuvo de Keith Richards, pero no hay evidencia real que respalde esta teoría.
Fue su cuarta guitarra, tras una Hofner President, una Grazioso Futurama, y una Fender Stratocaster Sunburst, Jimmy Page compró esta guitarra a principios de la década de 1960 y la usó como su instrumento principal en su época de músico de sesión y de los Yardbirds.
Caminaba por Charing Cross Road en Londres y decidió detenerse en Lew Davis, una pequeña tienda de música que funcionaba como un lugar de reunión informal para músicos locales. Había una guitarra colgada en la pared, una Les Paul Custom de tres pastillas de color negro esmoquin (1960) con llamativos herrajes dorados y un trémolo Bigsby, cuerpo de caoba con tres pastillas, dos perillas de volumen, dos perillas de tono y un interruptor selector de tres vías.
Cuentan que Page no tenía un duro en aquella época, pero tras su primera sesión, se convirtió en uno de los guitarristas de estudio más solicitados de Inglaterra siendo reclamado para tocar en el álbum debut de The Kinks en 1964 y en el primer sencillo de The Who, I Can't Explain.
Fue con esta guitarra que Page construyó su reputación y se convirtió en uno de los guitarristas más respetados de Inglaterra
Jimmy y su Les Paul Custom se pueden escuchar en cientos de pistas de esa época, incluida Goldfinger de Shirley Bassey y la versión de Them del clásico de blues, Baby, Please Don't Go.
En algún momento de 1970, hizo modificar esta guitarra por un técnico llamado Joe Jammer, quien agregó algunos interruptores adicionales, presumiblemente para proporcionar una gama más diversa de combinaciones de pastillas, pasando a tener tres switch, en lugar de uno.
Jimmy tuvo esta guitarra durante un tiempo, incluso durante los primeros años de Led Zeppelin. La usó para grabar "Whole Lotta Love", del "Led Zeppelin II".
En abril de 1970, con el triunfo aún caliente de sus dos primeros álbumes, Led Zeppelin estaba de gira por América del Norte por quinta vez en dos años. El cuarteto estaba decidido a convertirse en la banda más grande del mundo, y todo indicaba que iban por buen camino.
Hacia el final del viaje estadounidense de un mes de duración del grupo, viajaron desde Minneapolis a Montreal, Canadá. Pero en aquel viaje su preciada Gibson Les Paul Custom negra de 1960, desapareció.
Oficialmente mente subió al avión como parte del equipaje, pero nunca llego a Canada. Se presume que fue robada en un aeropuerto, posiblemente por los manipuladores de equipaje, aunque no se pudo demostrar.
Hubo tantos puntos en el viaje donde podría haber desaparecido, en el aeropuerto de Minneapolis, la aduana, el aeropuerto de Canadá … todo lo que sabía era que no estaba allí, y en aquella época, no podía rastrearse.
La revista Rolling Stone publicó en todos los números del año siguiente un anuncio de "guitarra desaparecida". Nunca hubo respuesta y así comenzó un desconcertante misterio que la mayoría pensó que nunca se resolvería.
A mediados de los 90, un tipo entro en Willie's American Guitars, una prestigiosa tienda de guitarras antiguas de St. Paul, Minnesota y dijo: “Tengo la guitarra robada de Jimmy Page”.
Nadie le creyó. No tenían el número de serie, no había Internet, ni otra manera de verificar tal afirmación.
Cuenta Nate Westgor, propietario de la tienda, que según el cliente, obtuvo la Les Paul a través de la viuda de un empleado del aeropuerto de Minneapolis que había robado la guitarra en 1970 y luego la guardó debajo de su cama hasta que murió. Le compró la guitarra a la mujer por 5.000$, y solo quería recuperar su dinero y devolvérsela a Jimmy.
Aquí es donde la historia debería haber terminado felizmente. Pero no fue así, ya que la guitarra volvió a desaparecer, durante otras dos décadas.
Peter Alenov, un respetado comerciante de guitarras y todo un especialista en la materia, inspecciono la guitarra con la información que previamente le habría suministrado Perry Margouleff, amigo personal de Page, productor y coleccionista de guitarras, llegando a la conclusión de que aquella no era la Black Beauty de Page. Y lo hizo porque Perry no describió el instrumento en detalle, omitiendo deliberadamente los interruptores adicionales (switch) instalados en 1970. Era algo tan evidente que cualquiera lo hubiese visto, y eso era precisamente lo que esperaba escuchar como prueba irrefutable, pero Alenov no vio esos interruptores por ningún sitio.
No los pudo ver porque había sido restaurada para borrar pistas de que había sido robada. Todos los rastros de los tres interruptores habían sido borrados por manos expertas, engañando incluso a un gran entendido como Alenov.
La guitarra finalmente se la quedo un joven que trabajaba en la propia tienda, Paul "Bleem" Claesgens que acabaría siendo músico punk, quien reemplazó el trémolo Bigsby por un cordal, lo que oscureció aún más la identidad del instrumento.
Según el propio Claesgens confeso, “Grabé canciones con ella, la arrastré por todo el Medio Oeste en varias bandas, incluso la usé para defenderme de las botellas de cerveza voladoras!!! Es increíble que la guitarra perdida de Jimmy Page estuviera en los escenarios de Minneapolis y nadie lo supiera”.
Pero en 2014, tuvo un percance con la guitarra que puso en marcha una serie de acontecimientos que acabarian por devolver la guitarra a su dueño original.
Una noche, sus amigos lo desafiaron a realizar un movimiento de escenario arriesgado, rememorando sus días de gloria personal en el rock and roll. Puso alrededor del hombro como un aro hula-hop para que volviera, pero salió volando, cayó al suelo y el clavijero se rompió.
La llevo a reparar a la misma tienda donde había trabajado y donde la adquirió. Esa noche Nate Westgor , el dueño, puso el instrumento roto en su banco de trabajo y recordando la historia anterior de la guitarra, decidió volver a examinarla de cerca.
Pero ahora ya existía internet y su autopista de informacion.
Examinó cuidadosamente, con una luz negra, el área donde habrían estado los interruptores, y lo que vio lo dejó atónito.
La caoba en la parte posterior en realidad se había hundido un poco, los orificios traseros eran más grandes, pero solo era visible al girar la guitarra en el ángulo correcto hacia la luz.
Lo miro durante unos minutos, unos momentos que admite que todavía le da escalofríos, porque realmente era la guitarra de Jimmy Page.
Hubo posteriormente una labor detectivesca al más puro estilo CSI. Los patrones de grano en las incrustaciones de nácar comparados con fotografías y hasta un clip de película de 60 segundos de la actuación de Led Zeppelin en el Royal Albert Hall en 1970, donde el camarógrafo amplió su mano izquierda, haciendo posible ver la incrustación en el traste 12 de Black Beauty con gran claridad. Esa incrustación tenía una franja oscura fácilmente identificable, y al fian ¡Hagase la luz!.
En abril de 2019, cuando el Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York realizó una exhibición protagonizada por los instrumentos más legendarios de la historia del rock and roll, “Play It Loud: Instruments of Rock & Roll”, además de las guitarras de Chuck Berry, Keith Richards, Stevie Ray Vaughan y Eddie Van Halen, para asombro de sus fanáticos, allí estaba la Black Beauty perdida hace mucho tiempo.
Como el obelisco de la portada de Presence de Led Zeppelin , la guitarra parecía haber aparecido de la nada.