En busca de la sociedad perfecta y de la felicidad.
Muchos filósofos y pensadores se han planteado modelos y utopías. Y el problema siempre es el ser humano. Lo único que nos hace iguales es nuestra condición humana. El resto son condicionantes del entorno.
Si nos fijamos en el hombre primitivo vemos que la actividad humana dependía de lo generosa que era la tierra en su entorno. No era lo mismo vivir en zonas montañosas que en llanuras, zonas áridas o llanuras con ríos,....... Toda comunidad resolvería su problema de supervivencia con los medios disponibles. Puede que el contacto entre diferentes modos de vida provocara interacciones no del todo pacíficas (y así sigue en nuestros días). Y esto parece que es una constante en las relaciones humanas.
Podemos plantearnos la vida feliz en una comunidad aislada. Esa comunidad puede tener planteamientos de felicidad individual y de clase privilegiada, un ejemplo sería "Un mundo feliz" de A. Huxley, o bien la búsqueda de la felicidad colectiva, en este caso sería "La isla" del mismo autor. Ambos casos consiguen la "felicidad" con resultados totalmente contrarios. Desde una isla con planteamientos de utopía anarquista hasta un mundo en el que la mayor parte de la sociedad humana está somatizada y es feliz al servicio de una minoritaria clase privilegiada.
El pensamiento único, sea a base de ideas políticas, económicas o religiosas no resuelve nada. Y el legado histórico, que tantas veces lo ponemos de ejemplo como de avance de la civilización, no creo que refleje el grado de felicidad de esas comunidades humanas. Egipcios, mayas, civilizaciones asiáticas antiguas, Mesopotamia, Grecia y Roma antiguas,........ siempre lo mismo, una clase acaparadora que se autodefine dirigente, clase sacerdotal para somatizar a las clases populares, y una clase que pueda exhibir su fuerza para defender esa forma de vida, tanto dentro como fuera de la comunidad, región, estado,......
No hemos cambiado nada.
Una vez vi un reportaje sobre el rio Ganges. Un biólogo y ecologista indio quiso hacer ver a las comunidades hindúes que, al que llamaban rio sagrado, lo estaban perdiendo y contaminando, y que se estaba convirtiendo en un problema de salubridad. Esta persona reconocía que no le hacían caso y que la actividad humana en esos lugares estaba fuertemente influida por la religión. Así que acabó rapándose el pelo, se puso una túnica, y utilizando expresiones religiosas empezó "predicar" que había que salvar al rio sagrado. Así consiguió algunas pocas cosas.
La Biblia, me parece que es una colección de relatos, en la que se nos quiere hacer ver la historia de una comunidad del próximo oriente. Yo no le doy más validez que a los mitos y leyendas griegos, nórdicos, africanos,........... ¡Vaya imagen de dios que describe! más caprichoso que una niña o niño de dos años.
A lo que llamamos nuevo testamento (no voy a entrar en, si Jesús existió o no, ni de si hay o no evidencias históricas) yo lo asemejo al caso del biólogo indio. Puede que no fuera un único personaje. Tal vez fuera una comunidad de indignados con la situación de sometimiento a una cultura externa y de acomodo de sus propias clases dirigentes a esa situación para mantener sus privilegios. La revolución podría ser por la fuerza (parece que ese era el héroe o mesías que esperaba la mayoría, y esa posición algunos dicen que era la que defendía Judas) o bien un movimiento de no violencia, que conociendo un poco la historia humana, poco podría conseguir. ¿Solución? darle forma divina y religiosa para conseguir adeptos. (Esperemos que del 15M la historia no nos depare ningún pope, papa, sumo sacerdote,.....)
Esas buenas intenciones se han deformado hasta justificar violencias, guerras como cruzadas, orden interno como inquisición, o genocidios con el adjetivo de "evangelización",............y seguimos igual.
La creencia, o no, en dios es algo personal. Cuando lo llevamos al terreno de la práctica comunitaria acabamos en sectas de todo tipo, mayoritarias y minoritarias, pero siempre con justificaciones divinas.
Soy ateo. Procuraré respetar opiniones y creencias personales de otros sobre la existencia de dios, pero desprecio las organizaciones religiosas, que siempre intentan imponer sus planteamientos y no aceptan disidencia en el pensamiento. Y que me quieran imponer sus modos de ver la vida a base de, penas de muerte, multas, cárcel, castigos corporales, pecados, excomuniones, y para colmo el castigo divino en el más allá. Y lo mismo opino de regímenes políticos de pensamiento único.
No tengo solución exacta para la felicidad. Me sigue fascinando el bonobo con sus relaciones entre miembros de su comunidad.
Perdonad por el ladrillazo.
Una cerveza fresca y a disfrutar de la música que, sea del estilo que sea, de alguna manera nos une y nos hace pasar ratos agradables..