Vamos con el mástil que ya ha llegado.
A nivel estético es muy bonito, arce flameado tostado corte Rift-Sawn, perfil D, ancho de cejuela de 42,5 mm y radio de 12. (Cuando lo pedí no lo tenía claro, por lo que había leído, este vendedor los enviaba de 7,25, lo cual me preocupaba… 12 es mucho más cómodo y me siento más cómodo, haciéndolo diferente a Fender que es de 9).
Los agujeros para el clavijero sin embargo es de 7mm de diámetro, esto me va a llevar a comprar los de estilo vintage, aunque he encontrado unos de bloqueo con la misma estética, que ya están de camino.
La cejuela es de plástico, irá fuera, tengo una pre tallada de hueso de buey que creo que encajará perfecta.
El color del diapasón es oscurito, de palo rosa y muy reseco. Habrá que hacer un buen hidratado, nada raro en estos productos. Los “dots” están bien colocados, sin marcas de cola ni hundidos, por lo que bien.
Los trastes son tipo vintage, 6230 y como es de esperar, raspan. De hecho pasando el pulgar me llevé un cortecito. Así que hay que trabajarlos bien y con calma, pero quedarán bien.
En cuanto al nivelado, pues hay uno 9 trastes que no están a nivel. Pero por suerte para mí, tras pasar por el martillo de goma (antes de ponerse a nivelar, golpear con contundencia, pero bien asentado en una base correcta en las partes del traste desnivelado, puede hacer que el trate se asiente correctamente en el diapasón y solucione el problema), todos los trastes han quedado perfectamente nivelado, así que me ahorro unas cuantas horas de trabajo.
El alma funciona correctamente y es de doble acción. Así que no dará problemas. He probado a encajarlo en el zoque del cuerpo y se adaptan ambos a la perfección.
Así que muy contento con el mástil. Es algo más delgadito que un Fender normal, pero al menos funcional y estéticamente estoy muy satisfecho.