Vamos por partes, como decía Jack el Destripador...
Tema D-35. Si Martin recomienda 13s es que las puede llevar. Otra cosa es para qué quieres poner 13s en una dread. Si vas a tocar Beatles, creo que sobra un puntito de calibre. Si vas a tocar cosas del Oeste, entonces ya es otra cuestión. Yo he probado dos D-35, una nueva en tienda, más o menos por las fechas en que me compré la HD-28; no me sonaba mal, y era cómoda, pero me pareció que tenía un sonido algo menos definido que la HD-28. Para acordes, muy bien. De todos modos, nueva, sin ajustar... no se la puede juzgar con dureza. También he probado una de otro forista, creo que de 1988, si no me falla al memoria. Esa es una maravilla. También está bien ajustada, tocada, madurada, etc. Este buen hombre creo que la tuvo bastante tiempo con 11s y todo lo más le ha llegado a poner 12s. Toca que se sale, y la guitarra suena fenomenal. Pol-lo tantooooo... pues eso.
Tema Light vs. Medium. Los fabricantes de cuerdas (o al menos los de las cuerdas que yo he usado) llaman light al 12 y medium al 13. Ellos sabrán por qué, pero esos son los nombres.
Un poco más de abundar en el tema de las Martinas con maderas y refuerzos interiores abundantes para que no se rompiesen de por vida.
Esto fue una cagada en su momento, y hoy en día pasa factura todavía a los dueños de las guitarras compradas en aquellas fechas: no es que todas las Martin de los 70 sean malas, sino que cogieron mala fama. No sólo por ese motivo, sino también porque de finales de los 60 a principios de los 70, Martin aumentó muchísimo la producción, debido a un gran aumento en la demanda, y ello hizo bajar el control de calidad. Algunas cosas se corrigieron en décadas posteriores, y otras han quedado. La hª de la fabricación de Martin es larga, no siempre sencilla, y tampoco siempre contada muy abiertamente.
Antes de comprarme mi sucesión de Martinas (he llegado a tener 5, no a la vez... y probado unas cuantas más) me empapé todo lo que pude, y cada vez que se me pone a tiro alguna vetusta indago hasta debajo de la alfombra sobre sus "cualidades". Ahora mismo tengo una a tiro allende los mares, que seguramente probaré a no tardar, y seguramente no compraré, porque he visto lo que piden por ella y dudo que la relación calidad/precio compense, aunque antes de probarla, no se puede saber, porque, si bien aquellas Martin setenteras no son las más cotizadas, tampoco es que empezasen a hacer guitarras malas de repente, sino que el porcentaje de guitarras no tan buenas aumentó al bajar el control de calidad y aumentar el grosor de maderas y refuerzos.
Aquí se habla bastante de algunas de estas cuestiones, aunque omiten cosas que he leído en otros sitios (algunas no sé si contrastadas, con fuentes de gente de dentro, o sólo rumorología de Radio Macuto). Pero lo que cuentan aquí más o menos da una idea:
https://reverb.com/news/70s-martins-what-you-need-to-know
Si aumentas mucho el grosor de la madera de una acústica... al final acabas teniendo una culona hueca para tocar jazz... bueno, es una exageración, pero creo que se entiende por dónde voy.
Si entre 1998 y 2017 Lowden baja en casi 300 gr. el peso de sus acústicas talla O (las grandes), no es por quitarles varillaje, sino a base de afinar las maderas de tapa, fondo y aros. Porque cuanto más fina sea, más fácil es que vibre mucho. Pues eso (otra vez).
Las flamencas son muy blanditas a base de un estilo de curvatura propia en el mástil, diferente a las clásicas. Me parto con los perros peleándose debajo de las cuerdas...