En mi opinión, es un error enorme. Primero, porque aunque tengas la misma guitarra que tu ídolo, no tiene porqué poder ajustarse exactamente igual. Segundo, porque lo que le va bien a uno, no tiene porqué ir bien a otro. Y tercero, porque si la llevas al luthier él te va a hacer el ajuste que a él le parezca más conveniente en función de lo que le hayas pedido. Pero él no tiene tus manos.
Por eso es básico aprender a hacer los ajustes generales de la guitarra. Acción, curvatura del mástil, quintaje y ajuste de las pastillas. Y si no es de puente fijo, también ajustar el puente flotante. No es difícil ni peligroso (a menos que seas un bestia parda y te pases de vueltas con el ajuste del alma). Hay muchos buenos tutoriales en internet de cómo hacerlo. Si tienes varias guitarras, primero, te vas a ahorrar una pasta, y segundo y principal: VAS A PODER ADAPTAR esa guitarra a tu gusto. Y vas a poder experimentar con otros ajustes que no tienen porqué ser los "standars" que te va a hacer seguramente un luthier. A muchos nos suele gustar tener una acción bajita. Y generalmente si buscas "el límite", te encuentras en que la guitarra comienza a trastear en función de la humedad y temperatura. Pues nada, un toquecito en el alma y generalmente, arreglado. Siempre que la guitarra ya estuviera bien ajustada, claro.
Que cambias de calibre de cuerdas o quieres probar: lo ideal o necesario, según el caso, es volver a ajustar...
Y lo más importante: diferencias que nos pueden parecer mínimas hacen cambiar el tacto y sonido de instrumento de una forma muy acusada. Y eso SÓLO lo podemos sentir nosotros experimentando con el ajuste.
Yo tengo 12 guitarras y cada una tiene un ajuste diferente. Busco siempre una acción baja con el mejor sonido, intentando conseguir el mejor compromiso entre tacto y sonido. Y en cada guitarra lo consigues con una acción diferente. Tengo 3 stratos y cada una suena mejor con un ajuste en concreto, que he conseguido fruto de la experimentación. Una suena mejor con una acción un poco más alta, otra suena mejor con el puente flotante, etc, etc.
Por eso os animo a que los que no lo sepáis hacer, aprendáis. Os podríais sorprender de lo que puede llegar a cambiar un instrumento ajustado a tu gusto. Para mí, no saber ajustar tu guitarra, equivaldría a llevar al mecánico el coche para mirar el aceite y líquido de frenos... Todos lo deberíamos saber hacer.