#1 Como bajista que soy te puedo responder de primera mano.
fjbull escribió:
¿Cuál es vuestra opinión sobre Joey?
DeMaio es un bajista que encaja a la perfección en Manowar. De igual manera que Lemmy encaja como un guante en Motorhead, o Claypool en Primus. Le da ese punto de personalidad y distinción a la banda que con otro bajista dudo bastante que la tuviera. Y encima ha compuesto muchos de los himnos que todos conocemos. Otra cosa es que guste más o menos.
Hace muchos años, cuando era un adolescente que sólo escuchaba Heavy Metal, De Maio era uno de esos bajistas en los que me solía fijar e iba tomando algunos de sus elementos que me parecían acertados. Siempre me gustó la fuerza y seguridad con la que tocaba dentro de los temas, logrando ser un sólido sustento (All men Play On, Animals, Kings of Metal, Blow yours Speakers, Carry On, Fighting the World, Black Wind, Fire and Steel, Mountains, por citar algunos). También he de decir que la mayoría de sus solos, aunque eran admirables por su velocidad, llegaban a aburrirme en el sentido que no lograban hacerme vibrar como otros solos de bajo de otros bajistas. Incluso, en su día, me animé a sacarme The Sting of the Bumblebee, siendo todo un reto en digitación, velocidad y precisión. Por supuesto, no comparto ese sonido tan afilado (como por ejemplo Sheean).
fjbull escribió:
¿Pensáis que los bajistas puristas tienen razón y no es más que un guitarrista frustrado que quiere llamar la atención o por el contrario es un gran músico que quiere ofrecer algo diferente?
En el foro vecino, Bajistas,org, le conocen por "El Innombrable". Así que puedes ya hacerte una idea. También te digo que es un foro donde las palas de los bajos Warwick no tienen mucha aceptación, se idolatra a Fender y todo lo que tenga que ver con un Jazz Bass.
El consenso general es que no suele gustar su sonido por ser excesivamente afilado; es muy criticado por ser excesivamente veloz; porque no aporta líneas lo suficientemente melódicas; anda falto de Groove; su sonido con distorsión no acaba de cuajarles a muchos; va de Macho Man
estando más pendiente de reclutar groopies que de tocar; y toca con algunos bajos muy particulares, con afinaciones y calibres de cuerdas atípicos; y algunos de ellos muy modificados y con un espaciado entre cuerdas igual que el de una guitarra.
Entre sus bajos habituales recuerdo un Ibanez color madera de ocho cuerdas dobles en la misma octava, un Rickenbacker negro con las cuerdas entorchadas muy desplazadas hacia el centro del diapasón, encordado con un calibre muy fino y afinado en estandar; y otro donde la primera era lisa en lugar de entorchada y afinada una octava más alta de lo habitual.
Ya sabemos que todo aquello que se aparta del rol del convencionalismo acaba levantando suspicacias para algunos.