Desde comienzos de la Revolución Industrial surgieron en Europa diversos movimientos obreros, que se consolidaron definitivamente tras el manifiesto marxista. Tras numerosas luchas y la presión externa del bloque soviético, quedó establecido en Europa el que conocemos ahora como Estado del bienestar. Este modelo, genuinamente europeo y actualmente en jaque, proporciona un sistema de salud, de educación y una amplia oferta cultural y de servicios a todos los ciudadanos, gratuita y de calidad (o eso se intenta), así como apoyo en caso de enfermedad, jubilación o dificultades económicas, así como políticas progresistas y protección del medio ambiente. Este modelo predomina en la Europa occidental y del Norte, llevado a sus últimas consecuencias en los países escandinavos (que no son por casualidad los países con mayor IDH y calidad de vida del planeta). Este modelo social es respetado y defendido por sus ciudadanos, conscientes del esfuerzo que costó establecerlo y el privilegio que supone disfrutarlo. Sin embargo, en España no veo esa misma actitud.
Parece que en este país este modelo es considerado de socialistas, y se es moralmente superior por renegar de él, puesto que es para "vagos". La gente echa pestes de tener una televisión pública, de que los ayuntamientos organicen eventos culturales, y hasta de que la gente pueda cobrar el paro. Abunda mucho el "no voy a dar mi dinero para pagar eso". En los países del Primer Mundo pagar impuestos es sinónimo de aportar a tu propia calidad de vida, aquí lo vemos como algo menos que un robo. En países como Italia, Francia o Alemania se subvenciona la producción cinematográfica para que películas a priori menos comerciales puedan hacerse un hueco entre la cartelera norteamericana de blockbuster. Aquí es "cine de rojos" y "vivir del cuento". Tenemos también un serio problema de utilitarismo: lo que no "da dinero", no sirve (por ejemplo, nosotros, la música). Eso implica que cualquier gasto público en el arte o en cultura sea considerado un despilfarro.
No sé que ocurre en España, con los sueldos más bajos de la Europa desarrollada y nos permitimos el lujo de menospreciar semejante privilegio. Preguntad a nuestros compañeros de América Latina, estoy seguro que darían lo que fuera para tener algo parecido a lo que hay aquí. Pero nada, sigamos con lo de "¿Europa? Uhh eso es de giliprogres: a trabajar, ¡vagos!".