Hola compañeros. Como lo prometido es deuda, os traigo una review sobre la Cort CR-250 TBK. Las siglas de TBK corresponden a “Transparent Black” (Negro transparente).
Yo he llamado a la mía cariñosamente DARK LADY, porque le he hecho algún pequeño cambio y la he personalizado a mi gusto.
Tenemos ante nosotros una guitarra construida en caoba.
Lo primero que llama la atención es el brillo de esta guitarra. Su barniz tiene una acabado pulido muy brillante, que es precioso, pero como contra tiene que es un catálogo de huellas dactilares.
Tanto la pintura, como el barniz tienen buenos acabados. El binding es bonito y está bien puesto. El del mástil tiene alguna pequeña imperfección si miramos con lupa. No por el binding en si, sino por la pintura que a veces no traza una línea recta perfecta. Nada anormal. El conjunto es excelente en ese sentido. Hay que observar mucho para ver ese detalle. Como digo no es significativo.
La tapa de arce atigrada es sin duda una de las grandes bazas de este modelo, no es de un gran espesor como sus hermanas mayores la CR-280 o la CR-Custom, pero sin duda dota de gran personalidad a este modelo en concreto. Es sin ninguna duda lo primero que llama la atención cuando se ve por primera vez.
El peso es (para mi) adecuado. Es una Les Paul en toda regla. No he podido pesarla, pero algún compañero hablaba de los 5 Kgs. Si alguien que la tenga me puede confirmar este dato estaría muy agradecido.
El mástil es de caoba y el diapasón de palisandro indio. El radio es de 305 mm.
El ancho es de 43 mm al traste 1º, 56 mm al traste 12º.
Tiene 22 trastes tipo Jumbo. El calibre de fábrica es de 0.10-0.46. Viene con unas Daddario pero yo acabo de sustituirlas por unas Ernie Ball del mismo calibre.
Aquí diré que acostumbrado al mástil de mi Fender Stratocaster me pareció que el mástil era super gordo, pero enseguida me he acostumbrado.
El diapasón presenta rectángulos de nácar acrílico taraceados muy bonitos y perfectamente puestos. El canto muestra puntos a lo largo para la localización de los trastes.
La acción de las cuerdas era altísima, pero una vez ajustado alma y puente ha quedado una acción muy bajita y sin problema de trasteos. En este aspecto estoy muy contento.
Los clavijeros son muy decentes, más de lo que me esperaba. De momento (llevo solo dos días con ella y con un cambio de cuerdas de por medio) aguanta bien la afinación. Las clavijas van firmes y sin saltos. Tienen un bonito color verde vintage. La pala muestra el logo de la marca y en la tapa del alma el modelo.
La cejuela es otra de los grandes argumentos a favor de este modelo, y que otros de gama baja no tienen. Es GraphTech de Nubone y nos ayudará a mantener la afinación en los bends y en el uso en general. Un gran acierto de la marca el haberla puesto.
Una vez quintada este aspecto queda rematado muy satisfactoriamente.
El puente y el cordal son del tipo Tune O Matic y son muy normalitos. Las selletas cumplen su función, pero parecen mostrar pequeñas rebabas. Aquí la marca podía haberse estirado hasta poner algo de gama mas alta. Como digo no son malas, pero no son nada del otro mundo.
Y llegamos a la parte del sonido:
Monta dos pastillas humbucker de fabricación propia denominadas ClassicRocker-II CR2NS-F y CR2NS-R. Bueno, esta es sin duda la parte más personal y crítica a la hora de hacer una review porque al final todo se resume a factores personales. El sonido tiene matices pero lo que cuenta es: te gusta o no.
Son pastillas con buena salida. Unos limpios muy bonitos. Atención especial a la pastilla del mástil que en limpios consigue sonidos bluseros y cremosos muy agradables. La pastilla del puente es de igual forma muy equilibrada.
Lo mejor para mí, y que me ha encantado, es que con distorsiones muy radicales el ruido no se emborrona y no forma una bola de sonido como ocurre en otras humbucker de gama media.
En su momento valoré la marca Vintage pero sus Wilkison me hicieron descartarla de inmediato.
Quien se pregunte si vale para metal: yo creo que si. Ya colguaré audios pero le he metido las distorsiones mas brutas que os imaginéis.
Eso si, con distorsión crujiente valvulera hará que se os caigan los calzones al suelo.
Estas, son pastillas muy aceptables y siempre habrá quien quien quiera dar un paso mas con unas estupendas Seymor Duncan por poner un ejemplo. Pero a quienes preguntarán si un cambio de pastillas es necesario, la respuesta es un NO rotundo. Son unas magníficas pastillas, otra cosa es que busques algo de mas calidad o mas específico.
Sobre la electrónica reconozco que no soy el más adecuado para dar una opinión, no entiendo y salvo casos extremos todas me parecen muy parecidas, pero si os diré que al quitar las tapas me llevé dos sorpresas muy agradables:
-Las tapas tienen por detrás papel aluminio conductor como parte del apantallado
-Los huecos donde va alojada la electrónica está pintada con pintura negra conductora, por lo que los ruidos de fondo se ven minimizados por el efecto Faraday.
Los cables son de una sección correcta y las soldaduras son limpias.
Los potenciómetros son muy correctos. Los de volumen hacen su función sin problemas y los de tono producen matices en el sonido. Esto es otra cosa que nos hace darnos cuenta de que no estamos ante una guitarra de gama baja, sino que esta se mueve en un sector de guitarras muy decentes con precio contenido (370 €).
Como curiosidad os diré que una de las cosas que mas me llamó la atención, es que el agujero para meter el jack agarra con mucha fuerza el conector. En otras guitarras entra más fácil y al menor tirón ya tienes el cable fuera.
El hecho de apretar el conector macho con tanta fuerza, a punto estuvo de que fuese bautizada como “viuda negra” en vez del definitivo “Dark Lady”
Personalizado:
Lo primero y por seguridad (recomiendo esto a todo el mundo en todas las guitarras) fue sustituir los enganches para la correa por unos de seguridad. No quiero tener ningún disgusto con una caída al suelo. Me entran sudores solo de pensarlo.
Los botones de los potenciómetros fueron cambiados por unos de color negro.
El golpeador se lo he quitado. Esa tapa atigrada está para lucirla.
Y como marca de la casa le he puesto un vinilo que tienen todas mis guitarras.
Valoración y resumen:
8/10. Una estupenda guitarra que da mucho más que otras por el mismo precio.
Buenos acabados, sonido muy bueno y una estética que no dejará indiferente a nadie.
Una opción a tener en cuenta si buscas una Les Paul y que a mi parecer está por encima de otras que todos conocemos y cuestan mas.
Cort sigue demostrando que ofrece mucho por lo que pagas, y que en otras marcas para llegar a este nivel de acabados y de calidad tendrás que pagar un sobreprecio.
LittleJack
Yo he llamado a la mía cariñosamente DARK LADY, porque le he hecho algún pequeño cambio y la he personalizado a mi gusto.
Tenemos ante nosotros una guitarra construida en caoba.
Lo primero que llama la atención es el brillo de esta guitarra. Su barniz tiene una acabado pulido muy brillante, que es precioso, pero como contra tiene que es un catálogo de huellas dactilares.
Tanto la pintura, como el barniz tienen buenos acabados. El binding es bonito y está bien puesto. El del mástil tiene alguna pequeña imperfección si miramos con lupa. No por el binding en si, sino por la pintura que a veces no traza una línea recta perfecta. Nada anormal. El conjunto es excelente en ese sentido. Hay que observar mucho para ver ese detalle. Como digo no es significativo.
La tapa de arce atigrada es sin duda una de las grandes bazas de este modelo, no es de un gran espesor como sus hermanas mayores la CR-280 o la CR-Custom, pero sin duda dota de gran personalidad a este modelo en concreto. Es sin ninguna duda lo primero que llama la atención cuando se ve por primera vez.
El peso es (para mi) adecuado. Es una Les Paul en toda regla. No he podido pesarla, pero algún compañero hablaba de los 5 Kgs. Si alguien que la tenga me puede confirmar este dato estaría muy agradecido.
El mástil es de caoba y el diapasón de palisandro indio. El radio es de 305 mm.
El ancho es de 43 mm al traste 1º, 56 mm al traste 12º.
Tiene 22 trastes tipo Jumbo. El calibre de fábrica es de 0.10-0.46. Viene con unas Daddario pero yo acabo de sustituirlas por unas Ernie Ball del mismo calibre.
Aquí diré que acostumbrado al mástil de mi Fender Stratocaster me pareció que el mástil era super gordo, pero enseguida me he acostumbrado.
El diapasón presenta rectángulos de nácar acrílico taraceados muy bonitos y perfectamente puestos. El canto muestra puntos a lo largo para la localización de los trastes.
La acción de las cuerdas era altísima, pero una vez ajustado alma y puente ha quedado una acción muy bajita y sin problema de trasteos. En este aspecto estoy muy contento.
Los clavijeros son muy decentes, más de lo que me esperaba. De momento (llevo solo dos días con ella y con un cambio de cuerdas de por medio) aguanta bien la afinación. Las clavijas van firmes y sin saltos. Tienen un bonito color verde vintage. La pala muestra el logo de la marca y en la tapa del alma el modelo.
La cejuela es otra de los grandes argumentos a favor de este modelo, y que otros de gama baja no tienen. Es GraphTech de Nubone y nos ayudará a mantener la afinación en los bends y en el uso en general. Un gran acierto de la marca el haberla puesto.
Una vez quintada este aspecto queda rematado muy satisfactoriamente.
El puente y el cordal son del tipo Tune O Matic y son muy normalitos. Las selletas cumplen su función, pero parecen mostrar pequeñas rebabas. Aquí la marca podía haberse estirado hasta poner algo de gama mas alta. Como digo no son malas, pero no son nada del otro mundo.
Y llegamos a la parte del sonido:
Monta dos pastillas humbucker de fabricación propia denominadas ClassicRocker-II CR2NS-F y CR2NS-R. Bueno, esta es sin duda la parte más personal y crítica a la hora de hacer una review porque al final todo se resume a factores personales. El sonido tiene matices pero lo que cuenta es: te gusta o no.
Son pastillas con buena salida. Unos limpios muy bonitos. Atención especial a la pastilla del mástil que en limpios consigue sonidos bluseros y cremosos muy agradables. La pastilla del puente es de igual forma muy equilibrada.
Lo mejor para mí, y que me ha encantado, es que con distorsiones muy radicales el ruido no se emborrona y no forma una bola de sonido como ocurre en otras humbucker de gama media.
En su momento valoré la marca Vintage pero sus Wilkison me hicieron descartarla de inmediato.
Quien se pregunte si vale para metal: yo creo que si. Ya colguaré audios pero le he metido las distorsiones mas brutas que os imaginéis.
Eso si, con distorsión crujiente valvulera hará que se os caigan los calzones al suelo.
Estas, son pastillas muy aceptables y siempre habrá quien quien quiera dar un paso mas con unas estupendas Seymor Duncan por poner un ejemplo. Pero a quienes preguntarán si un cambio de pastillas es necesario, la respuesta es un NO rotundo. Son unas magníficas pastillas, otra cosa es que busques algo de mas calidad o mas específico.
Sobre la electrónica reconozco que no soy el más adecuado para dar una opinión, no entiendo y salvo casos extremos todas me parecen muy parecidas, pero si os diré que al quitar las tapas me llevé dos sorpresas muy agradables:
-Las tapas tienen por detrás papel aluminio conductor como parte del apantallado
-Los huecos donde va alojada la electrónica está pintada con pintura negra conductora, por lo que los ruidos de fondo se ven minimizados por el efecto Faraday.
Los cables son de una sección correcta y las soldaduras son limpias.
Los potenciómetros son muy correctos. Los de volumen hacen su función sin problemas y los de tono producen matices en el sonido. Esto es otra cosa que nos hace darnos cuenta de que no estamos ante una guitarra de gama baja, sino que esta se mueve en un sector de guitarras muy decentes con precio contenido (370 €).
Como curiosidad os diré que una de las cosas que mas me llamó la atención, es que el agujero para meter el jack agarra con mucha fuerza el conector. En otras guitarras entra más fácil y al menor tirón ya tienes el cable fuera.
El hecho de apretar el conector macho con tanta fuerza, a punto estuvo de que fuese bautizada como “viuda negra” en vez del definitivo “Dark Lady”
Personalizado:
Lo primero y por seguridad (recomiendo esto a todo el mundo en todas las guitarras) fue sustituir los enganches para la correa por unos de seguridad. No quiero tener ningún disgusto con una caída al suelo. Me entran sudores solo de pensarlo.
Los botones de los potenciómetros fueron cambiados por unos de color negro.
El golpeador se lo he quitado. Esa tapa atigrada está para lucirla.
Y como marca de la casa le he puesto un vinilo que tienen todas mis guitarras.
Valoración y resumen:
8/10. Una estupenda guitarra que da mucho más que otras por el mismo precio.
Buenos acabados, sonido muy bueno y una estética que no dejará indiferente a nadie.
Una opción a tener en cuenta si buscas una Les Paul y que a mi parecer está por encima de otras que todos conocemos y cuestan mas.
Cort sigue demostrando que ofrece mucho por lo que pagas, y que en otras marcas para llegar a este nivel de acabados y de calidad tendrás que pagar un sobreprecio.
LittleJack