Alerta de rollo y parrafada, vaya por delante.
Voy a ponerme la careta de consultor de ecommerce, que es de lo que curro y os voy a contar lo que pienso sobre Thomann.
Thomann, como buen Amazon de la música que es, ha llegado para quedarse, aunque tiene sus pros y sus contras.
Estamos en 2015 y la tendencia en el comercio online y offline es la omnicanalidad, traduciendo: el consumidor está en todos lados: tienda física, tienda online, redes sociales... por lo que hay que pensar en estrategias globales para captarle y que pueda comprar en cualquiera de los canales en los que se mueva.
En el mundo de la música (y en tantos otros) la omnicanalidad tiene un rollo muy claro en el comportamiento del ciclo de vida del consumidor: voy a la tienda física y lo pruebo. Me gusta, me he pasado media hora tocando este ampli o esta guitarra. Gracias, señor de la tienda, me lo pienso y ya volveré. Ese me lo pienso es: voy a Internet a encontrarlo más barato, adios señor de la tienda física.
Este chiste explica a la perfección lo que quiero decir
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Este comportamiento, está matando al retailer de toda la vida. Mucha peña va a la tienda física de turno, toca la guitarrita y se pira a buscarla a Amazon, Thomann, Woodbrass, etc, sin tener en cuenta que el señor de la tienda física tiene ese stock ahí inmobilizado, que paga a un personal, que paga local, IVI, agua, luz, gas, internet, seguros... al final el pájaro de la tienda física chapa.
Y aquí es donde entra peña como Thomann. Imagínate que ya tienes ventas y tienes capital para invertir y tu entorno son tiendas físicas que chapan y que están liquidando. A ese matao le vas a comprar el stock al precio que te salga del rabo, total, está desesperado por hacer un "cash out" y sacarse de encima ese stock inmovilizado, incolocable y pagar las deudas que comporta cerrar un negocio. Thomann lo compra a precio de risa y lo vende a un precio que sigue siendo de risa, pero que hace que gane dinero.
Thomann nos mete la idea en el coco a través de ese tipo de productos gancho que son los más baratos. Asociamos Thomann = barato y ya no vamos a mirar más precios. Vamos directamente a Thomann y ahí nos la cuelan con muchos productos en los que no son tan baratos.
Esta estrategia es de toda la vida y online la "patentó" peña como Amazon, PerfumesClub, etc. Compras el género barato de tiendas que chapan o de gente que tiene stocks remanentes de otras temporadas que no se quitan encima ni a patadas y lo vendes a un precio de risa. La permisividad de los fabricantes (que solo quieren rotar stock, porque de eso viven) ha hecho que se creen monstruos como Amazon o Thomann. Y ahora, quieren pararlos. Me parto el culo. Cómo vas a pararlo? ese tío no te compra a tí, fabricante, le compra a otros distribuidores o a tiendas que cierran. Una vez compra el stock, puede hacer lo que quiera con él, incluso metérselo por el ojete y sin lubricar, porque una vez que el stock es tuyo, es tuyo y punto. Y puedes hacer dumping (vender por debajo del precio de coste) sin que ninguna ley pueda pararte.
Al final de la parrafada es donde viene la moraleja. Si apoyas a peña tipo Thomann, por precio, debes saber a qué te expones. A que el ecosistema de tiendas físicas españolas acabe chapando y que, por lo tanto, ya no tengas un espacio físico donde probar ese producto antes de comprarlo. Saldrás tú perdiendo, pero allá tú. Crees que a Thomann le importa un pepino? Ellos también son conscientes de esto. Imagínate que nos quedamos sin tiendas donde probar una Gretsch White Falcon en Barcelona, qué vamos a hacer, fiarnos de cómo suena en Internet? Me voy a fiar de comprar un pepino de 3.000 pavos sin probarlo antes?
Y Thomann qué va a hacer? Darte barra libre para que hagas una devolución pagando ellos de un bulto volumétrico de España a Alemania? sabéis lo que cuesta enviar un bultaco de ida y vuelta 2.045 kilómetros (con el añadido de que no lo mandas a una capital, si no a un pueblo). Para que os hagáis una idea, comprad un juego de cuerdas en Thomann. Son 20€ de envío en 1 semana. A partir de 299€ te dan gastos de envío gratis. Pensad eso sobre la base que el margen mínimo que tienen por producto es del 40/50%, por lo que les estáis dando 150€ (de facturación, no de beneficio,que hay impuestos) y que DHL les debe hacer un precio de puta madre por la cantidad de envíos que hacen. Pero, aún así, creéis que esta peña puede llegar a soportar una barra libre de devoluciones de gente que no ha podido probar el producto, le llega a su casa y lo devuelve antes de 30 días? Imposible. Es la ruina.
Para ellos también es un problema, a medio/largo plazo, pero lo tienen más fácil, un buen día cambian la política de devoluciones y adios. Se acabó el problema. Para nosotros, el problema será no poder probar algo que vale un pastizal antes de comprarlo. O tenerlo más difícil y tener que hacer más kilómetros para poder comprar algo.
Este canibalismo del canal de distribución se da en mogollón de sectores. Por ejemplo, en perfumería. Pero no pasa nada, porque la peña va a FNAC, Corte Inglés o lo que sea y ahí encuentra TODOS los perfumes que quiera probar. Después se va a Internet y los compra en la reventa o en los chinos online. Eso, amigos, no pasa en el mundo de la música. Corte Inglés y FNAC sí venden guitarras, pero creéis que ahí váis a encontrar una White Falcon, unas Cort, Fernandes, Ibanez...
En fin, esa es mi reflexión, si habéis llegado hasta este punto, gracias