
Consulta: corte en un dedo


OFERTAS Ver todas
-
KRK Rokit RP5 G5
-
-11%Ibanez AE340FMH-MHS
-
-10%Epiphone Kirk Hammett 1979 Flying V



Como ya han dicho antes si el tajo es potente la sensación rara la vas a tener muuucho tiempo, yo me amputé el dedo gordo de la mano derecha y después de dos operaciones lo tengo puesto en su sitio, de esto hace unos pocos años y sigue siendo una sensación rara pero sigo tocando
Lo de ir al médico yo no lo dudaría un momento
Lo de ir al médico yo no lo dudaría un momento




Mi recuperación tras un corte de nervio en un dedo
Quizás mi caso sea distinto al tuyo, o tal vez tengamos algo en común; no lo sé. Lo cierto es que yo me corté un nervio en uno de los dedos de la mano. Cada dedo tiene dos nervios principales, uno por cada costado, que son los encargados de brindarnos sensibilidad y yo me cargué uno.
Tuve que someterme a una intervención llamada neurorrafia, una técnica quirúrgica especializada que se utiliza para restablecer la continuidad de un nervio dañado. Es una operación que se realiza mediante microcirugía, La cirugía consiste en coser la vaina del nervio, con la esperanza de que en su interior el nervio comience a regenerarse. Pero lo hace muy lentamente.
Recuerdo que, apenas ocurrido el accidente, en urgencias me realizaron una prueba con una aguja de dos puntas, similar a un diapasón diminuto. No pude distinguir que fueran dos puntos de contacto: sentía el dedo como si fuera de goma. Completamente insensible. Del lado sano, podía sentir el lado lesionado dormido, la sensación era de algo pesado y adherido, como si el dedo estuviera cubierto de una coraza y la punta se sentía como desnuda de piel.
Afortunadamente contaba con cobertura médica, así que me ofrecieron la posibilidad de operarme de inmediato. También me advirtieron que podía postergar la intervención por un tiempo, aunque me recomendaron hacerla cuanto antes. La razón era clara: recuperar la sensibilidad es crucial para poder reaccionar ante el dolor o el calor, y evitar futuros accidentes.
El dedo afectado era de la mano derecha. era el meñique y no podía tomar la púa, ni teclear en el piano, ni rasguear con naturalidad, el dedo se interponía. Sentía el mismo rígido, sin respuesta. Dejé de tocar la guitarra durante cuatro años.
Con el paso del tiempo y mucha constancia, la sensibilidad comenzó a regresar, aunque con una sensación persistente de tirantez. La rehabilitación fue larga y exigente: ejercicios diarios, sesiones de fisioterapia, estímulos térmicos con frío y calor, electroestimulación. Fue un proceso lento y frustrante, pero no imposible.
Hoy puedo volver a tocar.
Consulta a un médico y si es cirujano de manos mejor.
Quizás mi caso sea distinto al tuyo, o tal vez tengamos algo en común; no lo sé. Lo cierto es que yo me corté un nervio en uno de los dedos de la mano. Cada dedo tiene dos nervios principales, uno por cada costado, que son los encargados de brindarnos sensibilidad y yo me cargué uno.
Tuve que someterme a una intervención llamada neurorrafia, una técnica quirúrgica especializada que se utiliza para restablecer la continuidad de un nervio dañado. Es una operación que se realiza mediante microcirugía, La cirugía consiste en coser la vaina del nervio, con la esperanza de que en su interior el nervio comience a regenerarse. Pero lo hace muy lentamente.
Recuerdo que, apenas ocurrido el accidente, en urgencias me realizaron una prueba con una aguja de dos puntas, similar a un diapasón diminuto. No pude distinguir que fueran dos puntos de contacto: sentía el dedo como si fuera de goma. Completamente insensible. Del lado sano, podía sentir el lado lesionado dormido, la sensación era de algo pesado y adherido, como si el dedo estuviera cubierto de una coraza y la punta se sentía como desnuda de piel.
Afortunadamente contaba con cobertura médica, así que me ofrecieron la posibilidad de operarme de inmediato. También me advirtieron que podía postergar la intervención por un tiempo, aunque me recomendaron hacerla cuanto antes. La razón era clara: recuperar la sensibilidad es crucial para poder reaccionar ante el dolor o el calor, y evitar futuros accidentes.
El dedo afectado era de la mano derecha. era el meñique y no podía tomar la púa, ni teclear en el piano, ni rasguear con naturalidad, el dedo se interponía. Sentía el mismo rígido, sin respuesta. Dejé de tocar la guitarra durante cuatro años.
Con el paso del tiempo y mucha constancia, la sensibilidad comenzó a regresar, aunque con una sensación persistente de tirantez. La rehabilitación fue larga y exigente: ejercicios diarios, sesiones de fisioterapia, estímulos térmicos con frío y calor, electroestimulación. Fue un proceso lento y frustrante, pero no imposible.
Hoy puedo volver a tocar.
Consulta a un médico y si es cirujano de manos mejor.




Estamos hablando de un corte en la yema del dedo, profundo vale, pero por ahí no pasan nervios, tendones, arterias, órganos... Si vas al médico a decir que te duele al tocar la guitarra un mes después del corte, pues no se yo...
Cosa distinta sería que hubiera cicatrizado mal, pero si ha cicatrizado bien y el corte fue profundo, es normal sentir molestias durante mucho tiempo.
Cosa distinta sería que hubiera cicatrizado mal, pero si ha cicatrizado bien y el corte fue profundo, es normal sentir molestias durante mucho tiempo.


Trabajando en una línea de producción con cintas de transporte nuevas, de las que dan curvas, me pillé un dedo y estalló la yema como una uva. El dedo anular de la mano izquierda. Coincidió que en esa época tocaba poco, pero pasé meses de mucho miedo de no volver a poder tocar. Encima al ser un accidente, iba por mutua... Un desastre. Tuve que amenazar al médico para que me diera una baja, porque la empresa presionaba a la mutua. Textualmente le dije "soy guitarrista, y si me queda alguna secuela te voy a llevar a juicio, no lo dudes". Automáticamente un mes de baja. Hasta entonces me tiré una semana trabajando con el dedo literalmente como una bombilla.
No me pusieron puntos los muy cafres, sino tiritas de esas de aproximación. El caso es que al final no tocamos con las yemas, sino con las puntas de las yemas, y por eso no me sometí a cirugia reconstructiva, pero la cicatriz, por dentro es dura y si me toco con otra mano lo noto.
Tocando no noto absolutamente nada, y si no me fijo ni me acuerdo.
Todo se pasa y a todo se acostumbra uno.
No me pusieron puntos los muy cafres, sino tiritas de esas de aproximación. El caso es que al final no tocamos con las yemas, sino con las puntas de las yemas, y por eso no me sometí a cirugia reconstructiva, pero la cicatriz, por dentro es dura y si me toco con otra mano lo noto.
Tocando no noto absolutamente nada, y si no me fijo ni me acuerdo.
Todo se pasa y a todo se acostumbra uno.

Hilos similares
Nuevo post
Regístrate o identifícate para poder postear en este hilo