Es lo más común del mundo que cuando te estén mirando, ya sea en un concierto en directo, frente a tus amigos o incluso frente a tu profesor en las clases de guitarra, el resultado no sea todo lo bueno que esperabas. Es pocas palabras tocas “peor”.
“Cuando lo toco solo en casa me sale bien” – es lo que solemos pensar (inclusive decir).
Te pones nervioso, temes equivocarte, etc.
Sin llegar al extremo de lo que se conoce como pánico escénico, es muy normal que en esta situación de exposición te invadan sensaciones negativas que entorpezcan tus dedos.
Temor al ridículo, miedo a la exposición o a ser observado, excesivo juicio sobre lo que estás tocando en la guitarra, etc.
Esto es algo que en mayor o menor medida nos sucede a todos y nos va a seguir pasando.
En lugar de luchar contra estas sensaciones, será mejor que aprendas a convivir con ellas, prepárate para enfrentarlo, ir ganando confianza para apartar los pensamientos negativos, y así lograr un muy buen rendimiento en público.
La idea es que puedas darle la vuelta a esta situación y aprovechar el nervio para “irte arriba” en lugar de “venirte abajo”.
De acuerdo a mi experiencia he hecho un resumen de 10 puntos que me han ayudado a transformar esta situación, permitiéndome disfrutar de los shows cuando vas a tocar en directo, en lugar de estar esperando que acaben, como me pasaba cuando comencé a ganarme la vida como músico profesional.
10 consejos para tocar en directo
1- Entrenar
El dominio del repertorio es fundamental para que ganes confianza. Estar completamente seguro de que puedes tocar todos los temas de “arriba para abajo y de izquierda a derecha”.
Será el primer paso para ganar confianza.
2-Las partes chungas
Todos los temas tienen una o más partes técnicamente complicadas.
En general estamos esperando que lleguen estas partes con nerviosismo para sacárnoslas de encima y con la seguridad de que vamos a equivocarnos, y entonces lo hacemos.
Obviamente esto no es disfrutar de la música.
Practica estas frases muy lentamente con un metrónomo y ve subiéndolas de tempo de a poco hasta sobrepasar la velocidad real.
Mientras haces esto prepárate para el error.
3- Prepárate para el error
Decía Miles Davis “no temas a los errores, no hay ninguno”.
En general del error, de la distracción, nace la improvisación y la música.
Aprovecha el entrenamiento que has hecho en el punto anterior y cada vez que te equivoques en las frases “difíciles” sigue tocando a tempo.
Improvisa sobre los errores, acostúmbrate a poder entrar y salir de los temas en cualquier momento.
Con la seguridad de que puedes seguir tocando aunque te equivoques le perderás el respeto a las frases complicadas.
La mayoría del público ni se enterará de que has errado alguna nota.
No perder el tempo y mantenerte en el tema es la clave.
4- Ensayar
Una vez que tu parte está bien aprendida y practicada, toca ahora la de los demás.
Ensaya todo lo posible con el resto de los músicos, no temas parecer un pesado.
Exígeles que se comprometan con el proyecto y el concierto.
Esto no suele ser fácil, no te des por vencido.
5- Ordenar el repertorio
No pongas los temas más complicados al principio.
Es mejor que los primeros temas no representen gran dificultad. De esta forma ganarás confianza rápidamente y comenzarás a disfrutar del show.
Cosa que es sumamente importante para seguir adelante con soltura.
6- Tímido o introvertido
Cuando quieres tocar en directo, no trates de ser otra persona, fingiendo un desenfado o una forma de ser que no es la tuya, eso se nota enseguida y así no estarás suelto.
Más bien estarás acartonado fingiendo un papel que no es el tuyo.
Hay grandes músicos que son muy tímidos o no dicen ni palabra en el escenario.
Igual se ganan al público.
No es lo mismo ser tímido que introvertido. Es mejor dejar salir lo que eres que tratar de ser otro.
7- Pensar menos
Comparte, sal de adentro tuyo y de tus ideas. La música, los músicos y la gente están fuera.
Escucha, siente y toca.
8- El público
Trata de transformar la idea de que el público es una mesa examinadora que ha venido a juzgarte y condenarte por tus errores.
Han venido a disfrutar y a compartir la música contigo.
Si puedes creer que el show se hace entre todos podrás ver al público como un aliado.
Ellos quieren que lo hagas bien para disfrutarlo contigo, pero no es una exigencia.
9- ¿Qué pasó?
Es algo muy común que cuando ha acabado el concierto y te bajas del escenario se te acerque alguien del público y te haga algún comentario.
La diferencia entre lo que te dicen y lo que tú piensas suele ser significativa.
Toma en cuenta esto para quitarle peso a tus inseguridades, a la mayoría del público no le importa si has tocado la escala Lidia b7. Se quieren divertir.
Trata de hacer lo mismo. Esto no significa que “la gente no entiende nada”.
Grábate cuando tocas en tu casa, luego escucha y compara las sensaciones cuando estabas tocando y cuando lo estás escuchando.
¿Cuánto se parecen?
10- Concentración
La suma de todas estas prácticas que he descrito lograrán que te concentres. No simplemente proponiéndotelo.
En el momento en que logras “entrar” en el espacio de la música y compartirlo, la concentración es total y automática.
Ya no hay nada que pensar, solo tocar y disfrutarlo.
Así no puede haber errores.
¿Qué eran los errores?