queria estar de gira, drogado todo el dia
Por mi hermano que tenia una asignatura de guitarra en el cole. Después herede yo la guitarra.
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Un colega la tocaba (14 años) y yo flipaba. En casa tenía una española, me lie a sobarla todos los días y... amor para siempre. Sigo hablando de guitarras, ¿eh?
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No había como evitarlo.
Decidí tocar la guitarra eléctrica por varias razones.
La emblemática escena de Marty McFly haciendo volar un parlante en la película "Regreso al Futuro" despertó mi fascinación
La escena musical de los años 80s y el video de Money For Nothing en MTV.
Mi amistad con mi amigo Adrián con quien soñábamos formar una banda sentados en la puerta de la calle.
Desde mis primeros intentos con la guitarra de juguete de mi hermano, donde logré por primera vez tocar algo parecido a la intro de la serie Batman, hasta intentar construir mi propia guitarra improvisada con banditas elásticas de goma y un cuerpo de poliestireno protector de algún electrodoméstico, sin olvidar la vieja y querida escoba de paja, con la que bailoteaba en un pasillo escuchando mis canciones.
Cada experiencia ha contribuido a mi conexión especial con la guitarra eléctrica.
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Yo porque me inspiraba en músicos guitarreros (en aquellos años eran el modelo, envueltos y empaquetados en irreverencia), y porque en mi casa se escuchaba musica, sobre todo clásica y el arte era un valor y no un motivo de sospecha.
Si repasamos lo de mis compañeros del colegio vemos que eligieron seguir otros modelos, unos cuantos ninguno.
La mayoría se han quedado para ir cada viernes a un restaurante casi igual que el anterior para establecer matices irrelevantes (porque sutileza no les pidas a éstos) entre en viernes anterior y el de sietes días antes de anterior, tchae el vino, Chuchi, también van a bodegas de quien tenga en la cuadrilla. No les preguntes por nada que tenga que ver con carpetas o directorios, ni a los que trabajaron en Caja Rioja; de lo digital menos.
Algunos, en ningún caso ni buenos estudiantes ni con inquietudes intelectuales/artísticas, se enriquecieron, o continuando en la empresa del padre, o abriéndose camino en la empresa familiar, otros llegaron a ser director de sucursal bancaria.
De todos éstos he adivinado, sobre todo de los segundos, que habrán tenido una sensación de superioridad en cuanto a confort, como llegados los cuarenta o cuarenta y cinco, me miraban con cierto aire de envidia ¿qué tal por Madrid, te lo pasarán en grande?, aquí ya sabes... (cuando aquí voy menos a cualquier sitio que allí, entre otras cosas porque es más coñazo ir a cualquier sitio); pero compensaban su condescendencia con agradecimiento a su prosperidad: ayer vi a Carmelo Peciña, qué raro ha sido siempre, tiene un peugeot 307 de segunda mano, con eso te lo digo todo.
También tuve unos cuantos que pasaron a cursar carrera, unos cuantos medicina, y entre éstos había buenos aficionados a la música, de los que tenían discos de Mayal o Clapton, con esos hay relaciones buenas, nos entendemos bien.
Era un chaval y la única forma de ver de cerca una guitarra eléctrica era ir a la iglesia....
...Me da un poco de vergüenza destapar semejante trapo sucio de mi vida.... pero entré a la iglesia para verla, tocarla y sentir su majestuoso magnetismo diabólico magnánimo....
Aguanté solo unos minutos hasta que se me quemó un poco la piel, como si me rociaran con ácido..... no he vuelto a volver a entrar.... mi piel se ha recuperado después de muchas décadas.
Ahora la toco cada día para mantener a raya a los devotos.
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#261 Yo también entré a la iglesia, y seguro que muchos, Yo para tocar las canciones de la misma, ( con la eléctrica) y con la intención de ligar, Habían bonitas feligreses,
En un ensayo, en una ocasión nos pusimos a tocar un poco de punk ( para ver si se podía) y el cura nos desconectó. Que reverberancia aquella., la del lugar, Inolvidable, mas apropiada para tocar a lo Malmstem, pero eso no me salia, Y que irreverencia también la nuestra.
Ahora sigo excomulgado y maldito...
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