Asphix escribió:
No es que este de acuerdo, pero en la enseñanza clasica mas que nada se prepara al musico para ser interprete y se le enseñan tecnicas y formas que le permitan leer, entender, ejecutar e interpretar las piezas del repertorio, es practicamente nulo el conocimiento que se les da de armonia o teoria de la musica aunque ironicamente haya una materia que asi se llame...
Por otro lado la escuela contemporanea permite a veces demasiadas libertades aunque en teoria prepara mas para "crear" aunque no necesariamente de la mejor manera y creo que en esta parte es mas facil alimentar egos por los mismo del libertinaje musical de pensar, "es que asi quiero que suene" aunque armonicamente sea disonante y no necesariamente de buen gusto...
Hay que partir de lo que funciona para unos no necesariamente funciona para todos, habra casos a lo mejor exagerados, pero tambien creo que se cae en ese libertinaje, "es que asi lo quiero hacer yo y tu estas mal porque no lo tocas como yo"...
Hablando a nivel de licenciaturas o de conservatorios se entenderia que estas en un camino de formacion musical en forma en la que tristemente esta dividida la carrera entre el instrumento que es una, y compositor en la que no necesariamente se pide como requisito dominar un instrumento creo que lo mejor mas que juntar las dos formaciones seria implementar mas modulos o clases de armonia dentro de la formacion como instrumentista...
Otro "problema" son las tecnicas de guitarra clasica vs contemporanea, ya que los primeros tienden a ser muy cerrados a cuestiones como el tapping, o bendings, es mas, saca una plumilla en un conservatorio y corres el riesgo de ser linchado...
Estoy de acuerdo contigo, pero no... y creo que vas a estar conmigo.
(Después de entender la frasecita, seguimos).
Exactamente se enseñan intérpretes; perno no nos equivoquemos, también todo lo demás. Ahí es donde entra en juego la figura del profesor y de la concepción social que se tiene de la música.
Lamentablemente lo que se busca es que el niño mueva los deditos para tener contentas a las abuelas en la reunión familiar de navidad. Pongo los ejemplos basados en mi propia experiencia (aviso de ladrillo):
1º - Como Profe de composición:
Enseñan a los crios cómo enlazar acordes, cómo mover las notas para cumplir una serie de normas y que suene una armonía "correcta" cuando los críos (o mayores) no saben ni qué es lo que suena o porqué. Enseñan a hacer crucigramas, de la séptima del acorde baja al enlazar, la quita por aquí, y esas cosas. El profe cumple su turno y el crío tiene que hacer esas normas en un ejercicio que seguramente ni toque para ver qué está haciendo.
Eso en mis clases lo intento subsanar, rompiendo con el "método crucigrama" y procurando que escuchen y que razonen esas normas, llegando a ellas mediante sus propios recursos auditivos. Os puedo decir que armonía o contrapunto son las consideradas como asignaturas más complicadas, pero es porque no se entienden.
Yo mismo tuve la suerte de dar con un pedazo de profesor del que aprendí todo lo que sé o casi.
2º - Como Profe de instrumento:
En concreto de flauta barroca. Existen alumnos que tocan de manera acoj#"·ante, pero no tienen ni idea de interpretación ni de recursos interpretativos. Dices que hagan un flatement (vibrato de dedos) y no tienen ni idea después de llevar 6 o 7 años tocando, y es un recurso esencial... eso sí, las notas las clavan todas.
Pero lo más grave es que les dices que crezcan una nota para destacarla porque es una disonancia, y muchos son incapaces de identificar si es una 7ª o qué... lamentable.
3º - Profe en la escuela moderna:
Intento mezclar ambos, y muchas veces encuentro con que es más lo que tengo que contar que por tocar, no obstante no creo que sea del todo malo. A veces vale más explicar algo que darle 200 vueltas en la guitarra.
Lo más sorprendente son los desprecios que encontramos en ambas partes: la clásica llamando analfabetos musicales a los de la moderna y los otros llamando pijos y estúpidos encerrados a los de la clásica. Personalmente me parece fatal los unos y los otros, y muchas veces la cagada no es el sistema, sino los propios profesores.
Este año he dejado de trabajar donde estaba por cuestiones personales y me dá pena saber qué va a ser de mis alumnos, como os lo cuento. He visto compañeros trabajar... y digamos que son buena gente, simpáticos ellos.
En el tema de
licenciaturas, está bien estructurado. Debemos tener en cuenta que estamos formando precisamente eso: intérpretes ante todo. Lo único que hay que enseñarles a expresarse y a que quieran aprender algo más que a ser músicos de concurso, así como a respetar las clases que tienen de armonía, análisis y contrapunto, a las que no le dan importancia, puesto que con las horas que tienen es más que suficiente; y desde luego que no necesitan todo lo que se pide en una carrera de composición, lo puedo asegurar.
En el tema de
técnicas podemos estar tranquilos, el follón ya está montado entre la licenciatura de guitarra clásica por un lado y la flamenca por otro, no obstante está saliendo bien la cosa, aunque sean técnicas muy distintas los alumnos se ayudan entre ellos para aprender más.
Ya... ya está