#3168
No, no, no es a bolígrafo, aunque lo pueda parecer...
Claro que para gustos colores, pero en todo caso hace años que lo conozco y le dije directamente que hiciera lo que quisiera (pagando, que es un encargo), y a mí me encanta, por suerte, ja, ja, ja!
En lo del Duesenberg también estoy de acuerdo, que le queda muy bien.
La historia de comprarla es que cuando era muy joven me quedé prendado de una custom con bigsby (apenas sabía qué era un Bigsby, y poco sobre qué era una custom). Cuando tuve cuatro perras -después de mi telecaster, eso sí- busqué una pero no podía pagarla, y se dio la circunstancia de que mi padre iba a EE.UU. a un congreso. Eran los albores de internet -o sea, apenas correo electrónico, y sin imágenes- y encontré una tienda cerca de dónde él iba a ir, y me dieron precios, y no llegaba a más que una Studio, y aunque le podían poner ellos un Bigsby, ni para eso llegaba con mis ahorros de estudiante... Mi padré logró ir a la tienda, y traerla de vuelta a un precio más asequible. Y yo encantado hasta hoy.
No me arrepiento, desde luego, para nada.
No, no, no es a bolígrafo, aunque lo pueda parecer...
Claro que para gustos colores, pero en todo caso hace años que lo conozco y le dije directamente que hiciera lo que quisiera (pagando, que es un encargo), y a mí me encanta, por suerte, ja, ja, ja!
En lo del Duesenberg también estoy de acuerdo, que le queda muy bien.
La historia de comprarla es que cuando era muy joven me quedé prendado de una custom con bigsby (apenas sabía qué era un Bigsby, y poco sobre qué era una custom). Cuando tuve cuatro perras -después de mi telecaster, eso sí- busqué una pero no podía pagarla, y se dio la circunstancia de que mi padre iba a EE.UU. a un congreso. Eran los albores de internet -o sea, apenas correo electrónico, y sin imágenes- y encontré una tienda cerca de dónde él iba a ir, y me dieron precios, y no llegaba a más que una Studio, y aunque le podían poner ellos un Bigsby, ni para eso llegaba con mis ahorros de estudiante... Mi padré logró ir a la tienda, y traerla de vuelta a un precio más asequible. Y yo encantado hasta hoy.
No me arrepiento, desde luego, para nada.