#9521 No es tan complicado de entender. Cuando quieres un instrumento "definitivo", te pones a probar como si no hubiera mañana y sin fijarte en el precio. Si el que te dice "soy para ti" cuesta 300 euros, pues eso es lo que cuesta tu satisfacción, si cuesta 5.000 euros, pues es lo que hay. En mi caso, los instrumentos definitivos me han elegido a mí, he tenido guitarras de 40.000 pesetas (unos 240 euros) y algunas de más de 6.000 ¿Cuáles eran mejores o con cuáles me identificaba más -que es distinto? Es curioso, tras una purga muy grande, hoy tengo dos guitarras, una Martin OM-28VR de pata negra y una Fender Squier coreana de principios de los 90. Sobre la segunda quiero hablar para centrar el tema: es una guitarra barata, difícil de mantener afinada, con maderas laminadas y a la que le he hecho mil perrerías... pero es mi guitarra y, habiendo tenido decenas de eléctricas mejores (y costando más de diez veces más), es con la que más me identifico; objetivamente es una mala guitarra, pero es la mía y, si la mía hubiera sido algunas de las dos Benedetto que tuve, pues me habría quedado con aquella sin pensar en lo que costaba porque, irremediablemente, eso es lo que costaban. Por otro lado, he tenido bastantes guitarras acústicas, algunas de ellas baratas (Seagull, Alhambra, Takamine), otras de gama media (Martin, Taylor...), pero resulta que la que me dijo "soy para ti", desgraciadamente no eran las primeras: pues ese es el precio que pago por mi satisfacción.
Si pruebas una Bourgeois, una Martin Authentic, una Santa Cruz, una R-Taylor o una Lowden y dices "pse", pues esa suerte que tiene tu bolsillo; pero si la pruebas y te das cuenta de que "ESO" es lo que buscas, entonces tienes que pagar un precio por ellas, porque hay alguien que está dispuesto a pagarlo.
Añado, esto de las guitarras por capricho (otra cosa es que hablemos de herramientas de trabajo) no es una cuestión de ser práctico: es una cuestión de ser feliz, en lo cual influyen muchos imponderables que, si los sopesas con criterio crítico, se escapan a la razón.
Esta es mi Squier viejuna y baratuna:
Si pruebas una Bourgeois, una Martin Authentic, una Santa Cruz, una R-Taylor o una Lowden y dices "pse", pues esa suerte que tiene tu bolsillo; pero si la pruebas y te das cuenta de que "ESO" es lo que buscas, entonces tienes que pagar un precio por ellas, porque hay alguien que está dispuesto a pagarlo.
Añado, esto de las guitarras por capricho (otra cosa es que hablemos de herramientas de trabajo) no es una cuestión de ser práctico: es una cuestión de ser feliz, en lo cual influyen muchos imponderables que, si los sopesas con criterio crítico, se escapan a la razón.
Esta es mi Squier viejuna y baratuna: