Buenas compañeros! abro este hilo para quitarme una espinita que tenía clavada. Recientemente hemos estado charlando en el hilo de los Allman Brothers (una de mis bandas favoritas de todos los tiempos), donde ya os di una buena chapa con ellos, y en parte nos lamentábamos de que su importancia quizá esté algo olvidada a día de hoy. Hay otro guitarrista que yo personalmente siempre menciono, con el que soy muy pesao, pero es que soy MUY MUY fan, y cuanto más pasa el tiempo y más profundizo en su figura más cuenta me doy de su papel crucial en la escena musical estadounidense, durante los 60 sobre todo, y ese tipo es Mike Bloomfield. Aviso: se viene tocho.. aunque voy a presentarlo por fascículos esta vez, a ver si eso agiliza la lectura..
Sólo es una humilde aportación al foro, y si sirve para alegrar a cualquier fan que ya haya por aquí, o bien descubrirle a este músico maravilloso a alguien que no le conociera ya, bienvenido sea.
Mike Bloomfield fue un guitarrista blanco de Chicago, la ciudad del blues. Y no sólo blanco, si no además judío y de familia rica: su familia se dedicaba a la distribución de suministros para hostelería y demás, y de hecho creo que su padre registró varias patentes de diseños innovadores de cafeteras, azucareros y cosas así, que hoy en día son un estándar y todos utilizamos. Ojo, poca broma. Precisamente por eso choca más que el chaval se dedicara desde jovencito a patearse los garitos de la parte sur de la ciudad, donde se metía a tocar o improvisar con cualquiera que le dejara. ¿Los pesos pesados de la ciudad en la época? Muddy Waters, Howlin' Wolf, Little Walter, John Lee Hooker, gente así muy de andar por casa..
Pero no sólo se dedicaba al blues. Desde principios de los 60 la escena musical del país experimentó un resurgimiento del folk, el gospel, el blues acústico de raíces, el ragtime.. todo esto era lo que se escuchaba en los círculos universitarios y culturetillas del momento, era el movimiento de los pequeños conciertos en los cafés, en las facultades y demás, el caldo de cultivo de lo que serían los hippies y la contracultura psicodélica en sólo unos años (esta última centrada más en la costa oeste de EE.UU.). Durante esta época el bueno de Mike se dedicó a aprender todos los tipos de música, acústica y eléctrica, que le interesaban, y a tocar por donde podía.
Lo más curioso de todo es que llegó a regentar un café llamado The Frickle Pickle en Chicago, aunque no he conseguido averiguar si realmente fue dueño del local, mánager, organizador musical, relaciones públicas o qué. El caso es que Bloomfield solía tocar por ahí, y durante esta época se hizo compañero de escenario y de aventuras de Big Joe Williams, nada más y nada menos que el legendario bluesman que compuso todo un standard como Baby, please don't go. Bloomfield incluso llegó a escribir un pequeño relato en formato cómic llamado Me and Big Joe hablando de sus andanzas con él tocando por todo el país y conociendo a otros bluesmen, ya ancianos por entonces, como Sonny Boy Williamson II, Tampa Red, Tommy McClennan, Kokomo Arnold y otros. Ese cómic se puede encontrar en PDF en internet por cierto, y aunque sólo está en inglés me temo, es muy divertido e interesante.
Lo que pretendo con todo esto es intentar trazar un perfil cabal del músico que nos ocupa. Mike Bloomfield tuvo casi tanto de músico como lo tuvo de musicólogo. Era un auténtico erudito del folklore de su país, del blues y de la música de raíces negras en general, así que incluso con 20 añitos ya tenía una gran experiencia con algunos músicos legendarios y sabía muy bien qué se traía entre manos; bastante menos preocupado sin embargo por proyectar una imagen de rock star o por tratar de encajar en el negocio musical a nivel industrial. Más adelante profundizaremos sobre esta idea.
Pero es que hay mucho más. Si os digo que su presencia e influencia en la escena musical de los 60 fue grandísima, y tristemente ha pervivido relativamente poco en la actualidad, no lo digo por decir. ¿Para muestra? en 1965 viajó a Nueva York llamado para participar como guitarrista de sesión en Highway 65 Revisited de Bob Dylan, quien le había conocido en los círculos folkies y en más de una ocasión ha comentado que es el mejor guitarrista que ha conocido. Sí, el disco de Like a rolling stone, justo ese..
La guitarra que escuchamos ahí es la de Mike. La leyenda cuenta que viajó en autobús desde Chicago con su Telecaster SIN funda y que llegó al estudio en mitad de una nevada, tras la cual tuvo que sacudir la guitarra y secarla un poco antes de empezar. También Bloomfield contó en una ocasión que cuando quedó con Dylan para hablar de lo que iban a hacer con las canciones, el cantante le dijo "Pero no quiero que toques todo el rollo a lo B.B. King, con bendings y todo eso", aunque no debió insistirle mucho, porque si prestáis atención a los fraseos que va intercalando el guitarrista con la voz en este Tombstone blues, veréis que todo ese blues está ahí muy presente:
Así como también lo está en los agresivos fraseos que lanzaba Bloomfield acompañando a Dylan en el mítico festival de Newport de 1965, cuando decidieron matar el folk convirtiéndolo en eléctrico con este Maggie's farm:
La banda que acompañaba a Dylan en ese concierto era The Paul Butterfield Blues Band, que por entonces era el grupo fijo de Bloomfield. Una de las primeras y mejores formaciones blancas de blues de todos los tiempos. Aunque quizá sería mejor decir "mixta", porque el grupo lo formaban tres chavales blancos y dos veteranos negros que habían tocado ni más ni menos que con Howlin' Wolf en la escena de Chicago, Sam Lay y Jerome Arnold en la sección rítmica. Quiero insistir en que estamos hablando del año 1965, momento del lanzamiento del primer álbum del grupo. En esa época, los blancos NO solían -ni sabían- tocar blues, y las bandas racialmente integradas tampoco eran precisamente lo más habitual (ok, en jazz ya se habían hecho cosas previamente). Sumad a esto el hecho de que en Estados Unidos la cosa estaba muy calentita con los conflictos raciales y la segregación aún era algo muy, muy presente. Estamos en 1965, un año antes de que se editara en Reino Unido el "Beano" de los Bluesbreakers de John Mayall con Eric Clapton, y la banda de Paul Butterfield ya tocaba el blues así:
Con un jovencito Bloomfield espectacular a la guitarra, con slide o sin él:
Tan sólo un año después, en 1966, The Paul Butterfield Blues Band lanzaba East-West, y el progeso es asombroso. Aún existen los blueses estilo Chicago, aún mantienen el estilo del primer disco, pero al mismo tiempo han desarrollado un estilo nuevo de influencias modales, orientales y psicodélicas que se pueden escuchar en jams como la del tema homónimo East-West:
Estos chavales estaban escuchando muy en serio a los saxofonistas de jazz del momento, siguiendo las ideas de Coltrane y Miles, y estaban experimentado musicalmente a un nivel increíble. De nuevo, os quiero poner en contexto: 1966, meses antes del primer álbum de The Jimi Hendrix Experience. Un año antes del verano del amor y el boom psicodélico y el hippismo. Tres antes de que los Allman Brothers aparecieran en el mapa con su estilo modal de largas jams (y sin duda los Allman escucharon esto). Más o menos al mismo tiempo que los Beatles sacaban Revolver..
Después de este disco Mike abandona la banda de Paul Butterfield y monta una nueva que llamó The Electric Flag, un grupo con sección de vientos que mezclaba el rock & roll con el soul y el funk de la época. De nuevo, Bloomfield se situaba a la vanguardia de las corrientes musicales del momento y experimentaba con nuevos sonidos, pegando un giro de timón absoluto a su carrera, si bien personalmente pienso que el sonido de la banda ha envejecido un poco mal. Participaron en el festival de Monterey de 1967, donde me parece que hicieron su debut oficial como grupo y ¿sabéis qué más hizo su debut en ese festival? la Gibson Les Paul en sunburst de 1959 de Mike Bloomfield..
Este es otro punto de influencia y que nos da perspectiva del lugar que tenía este guitarrista entre los músicos de la época. Cabe recordar que como muchos sabéis, las Les Paul originales fabricadas en la década de los 50 no las quería NADIE hasta finales de los 60, cuando Keith Richards utilizó una, y Clapton grabó el mítico disco de los Bluesbreakers con una, y.. ¿hasta que Mike Bloomfield usó una? tengo la teoría de que fue uno de los grandes divulgadores de este modelo en la época, y en parte responsable de su resurgimiento.
Realmente Keith Richards no fue usuario muy habitual. Clapton sí, y es la mayor influencia en lo que al redescubrimiento de la Les Paul se refiere, aunque pronto dejó de utilizarla en favor de la 335, la SG, y posteriormente la Stratocaster (basicamente porque le robaron aquella primera Les Paul); no obstante, Mike estaba utilizando la suya antes que Jeff Beck, antes que Jimmy Page, que Billy Gibbons, antes que Paul Kossoff, Duane Allman.. al final, en la sección referente a sus guitarras y su equipo me extenderé más al respecto. Lo que está claro es que Bloomfield estaba en Monterey en el verano de 1967 atacando a esa sunburst como si le hubiera pillado en la cama con su novia improvisando el solo de Wine, con la Electric Flag. Escuchen ese vibrato, por dios:
Y por cierto, no debió ser lo único en lo que se fijaron otros guitarristas del momento durante aquel concierto, ya que al bueno de Jimi (quien definitivamente ARRASÓ en Monterey) debió de gustarle el baterista / cantante / showman de la Electric Flag, ya que años después le ficharía para su Band of Gypsys. ¿Su nombre? Buddy Miles, y así cantaba el blues en el primer y único disco de la Electric Flag, A long time comin', de 1968:
Por favor, fijaos en ese intensísimo solo de guitarra..
Lo más interesante es que, como podéis ver, al final van apareciendo muchas de las grandes figuras de la música del momento, y se van entretejiendo relaciones entre todas ellas, con Bloomfield siempre de por medio. Hemos hablado de Bob Dylan, de Jimi Hendrix, de los bluesmen de Chicago. ¿Más ejemplos? también grabó con Janis Joplin y su banda en el discazo I got dem ol' Kozmic Blues again mama!, pegándole SALVAJEMENTE al slide (que por cierto, creo que utilizaba en el meñique) durante este tema, One good man, de 1969:
Y es que era versátil. No sólo tocaba guitarra eléctrica, acústica y slide, también le pegaba al contrabajo, la armónica o el piano si la sesión lo requería, y por cierto no lo hacía nada mal:
Este disco es Grape Jam, publicado por la banda Moby Grape en 1968, y en el mismo disco se encuentra un tema llamado Never, que un inglesito de nombre Jimmy y de apellido Page tomaría prestado tres años más tarde para inspirarse y componer Since I've been loving you para su banda, no sé si os suene..
Más colaboraciones de lujo: en 1969, junto con su socio habitual Nick Gravenites -un cantante y compositor de blues de Chicago-, prepararon, compusieron y produjeron un disco a Otis Rush, el legendario bluesman del west side de Chicago. En este disco, de título Mouning in the morning, los jovenzuelos quisieron introducir un giro en la carrera de Rush, incorporando sonidos más soul a su blues de siempre, con temas como este Killing my love. El disco se grabó en los estudios Muscle Shoals de Alabama, y uno de los participantes en aquella sesión fue el guitarrista habitual de la casa, un pipiolo pelirrojo sureño de nombre Duane:
Para rematar el capítulo de colaboraciones (aunque fueron más, muchísimas más), mencionar el gran álbum Fathers and sons de Muddy Waters en 1969. Grabado colectivamente entre un grupo de veteranos negros de Chicago como Otis Spann al piano o Sam Lay a la batería y algunos de los herederos blancos jóvenes, como el propio Bloomfield a la guitarra, Paul Butterfield a la armónica, etc. Aquí tocan lo que Waters llamaba el "deep blues" en Standin' around cryin':
Y es que Mike Bloomfield ADORABA a Muddy Waters. Sentía reverencia por él (como, por otra parte, deberíamos hacer todos aquellos a los que nos gusta el blues) y Waters llamaba a Mike "hijo" cariñosamente, y el título de este disco ("Padres e hijos") lo dice todo al respecto.
Pero volvamos a 1968. La Electric Flag se desmonta. Por lo visto los chicos de la sección de vientos eran un poquito yonkis y aquello no funcionaba. Un día vendieron todos los amplificadores y el resto del equipo de la banda y se largaron con la pasta para pillar heroína, y eso supongo que a los demás pues les sentaría regular. También Mike tuvo un gran problema con esta misma droga, se terminaría por volver adicto a ella y finalmente sería la causa de su muerte por sobredosis en 1981.
Tras quedarse sin banda se junta con su amigo Al Kooper, quien tocó el Hammond B3 en aquella legendaria sesión de Like a rolling stone para Dylan. Otra leyenda al respecto cuenta cómo Kooper fue a la sesión, en principio como guitarrista de apoyo, pero que tras ver tocar a Bloomfield mientras se preparaban para empezar se quedó helado y decidió, en su lugar, sentarse al Hammond. Si así fue, desde luego le jugada salió redonda, vamos. Posteriormente Al Kooper también formaría el grupo de fusión Blood, sweat and tears.
El caso es que Kooper le presentó una idea a su colega: vamos a hacer una sesión de improvisación en estudio a la manera de los jazzmen. Montamos una banda con gente que conocemos de diferentes proyectos, nos metemos al estudio y registramos como es debido unas jams, pero en lugar de ser standards de jazz, son temas de pop o rock de la época, o bien formas de blues básicas sobre las que dar rienda suelta. De un tiro, mataron dos pájaros: comenzaban con la corriente de formar súpergrupos (que tantas desgracias nos ha traído luego..), e importaban al mundo del rock una práctica tradicional en el jazz, pero novedosa en ese contexto. El álbum se llamó Super session, y contenía esta pieza maestra:
Albert's shuffle es mi favorito absoluto de Mike Bloomfield. Llevo meses practicándolo y todavía soy incapaz de clavar la articulación del tipo. Creo que es la primera vez que se le daba tanta libertad para que tocara como él sabía en estudio, y se registraba apropiadamente además. El título era un homenaje a uno de sus músicos favoritos: Albert King.
La misma sesión dio como resultado varias jams similares, alguna versión de Donovan y de Bob Dylan con arreglos nuevos, el Man's temptation de los Impressions, y bizarradas como este His holy modal majesty, experimentando de nuevo con sonidos que no estaban muy al alcance de la mano de cualquier guitarrista en la época (ni ahora, vamos). A ver, este rollo puede molar más o menos, pero quiero recordar que estamos en 1968, y que todo esto es IMPROVISADO, al momento e instantáneo:
Por desgracia, después del primer día de grabación el bueno de Mike decidió borrarse. Por lo visto padecía de insomnio crónico, y quien sabe si otros problemas también, además del consumo de drogas, claro. Llevaba días sin dormir y decidió marcharse de la ciudad, por lo que la cara B del LP la completaron a toda prisa con Stephen Stills a la guitarra. Es excelente también, pero el cambio de registro es evidente.
El proyecto de Super session dio su fruto, la colaboración con Al Kooper funcionaba y tocaron habitualmente durante una época con ese formato. Por entonces Mike Bloomfield sobre todo se movía por San Francisco y la coesta oeste de los EE.UU., donde la escena hippie florecía. La música y la cultura estaban experimentando un cambio y el Fillmore West Auditorium era el lugar donde se podían ver conciertos de varios pases seguidos durante todos los días de la semana a precios asequibles. Allí fue donde se grabó el disco en directo The live adventures of Al Kooper & Mike Bloomfield, la extensión en vivo de aquellas sesiones de estudio, donde tan pronto se podían soltar con versiones de temas de Simon & Garfunkel o el clásico instrumental Green onions de los magníficos Booker T. and the MG's, un poco vitaminado:
El The weight de The Band:
O los blueses favoritos de Mike, como este de Albert King que, en esta ocasión además, canta él. Hay que decir que el trabajo de Al Kooper tanto al Hammond como en los arreglos es SIEMPRE excelente, me parece un músico asombrosamente sólido y correcto:
Por situarnos. Estamos en 1969, Bloomfield tiene 26 y ya ha tocado con todo el mundo, ha registrado obras maestras en el estudio y ha participado activamente en los cambios de dirección de la música popular americana al menos dos o tres veces. Y todo eso lo ha hecho en una franja de cinco años aproximadamente, recuerdo. En el contexto de la escena de San Francisco tocará muy habitualmente y se graban infinitos discos en directo de calidades muy variopintas, sobre todo lanzados después de su muerte, y sobre muchos de los cuales él no tuvo ningún control.
Lo que sí es importante mencionar es que durante esta temporada le hacen de teloneros unos cuantos guitarristas que pasarían a ser conocidos con el tiempo. Gente tal que así como Johnny Winter, a quien Mike presentó en el Fillmore West diciendo que era un chico que tocaba el blues bastante bien; tal que Carlos Santana, otro que tal baila.. por lo que dicen, allí se montaban unas jams interminables hasta altas horas de la madrugada. Los Grateful Dead de Jerry García, Jefferson Airplane con Jorma Kaukonen, los Quicksilver Messenger Service con el guitarrista John Cipollina, incluso los Mothers of Invention de Frank Zappa.. toda esta gente estaba ahí metida en ese fregao y todos ellos conocieron y tocaron con Mike Bloomfield en algún que otro momento, cuando no eran directamente discípulos suyos.
Además de esta remesa de nuevos talentos jóvenes, dicen que era habitual que en una misma noche se acabaran juntando en el escenario Albert King, Albert Collins, B.B. King y todo este tipo de gente..
A partir de aquí, ya es otra historia. A ver, tengo descargados bootlegs y bootlegs de esos conciertos y me he escuchado unos cuantos. Otros se han llegado a editar oficialmente. Como digo, no todo vale la pena. Pienso que al bueno de Mike se le estaba empezando a ir un poco de las manos el control de su vida. Los problemas personales, las drogas, el insomnio.. por otra parte, como ya he comentado y vosotros mismos podéis constatar en cualquier vídeo o foto, él se preocupaba extremadamente poco de proyectar ninguna imagen en particular. No pretendía ser una rockstar, tener un carisma especial, o ser nadie en el negocio de la música. Sólo le gustaba la música, la amaba y la tocaba muy bien.
Por eso pienso que no gestionó su carrera de la mejor manera. En el 69 saca su primer álbum en solitario, It's not killing me y, bueno, tampoco es que fuera el mejor de los cantantes.. seguirá registrando una serie de discos en solitario, trufados con las colaboraciones habituales con sus socios de antaño durante toda la década de los 70, y ninguno de ellos me parece particularmente digno de mención. Siempre hay alguna cosita buena por aquí y por allá, no voy a ser yo quien os desanime a escucharlos, pero honestamente, no están a la altura de lo que hizo previamente. Por ejemplo, en este tema de su amigo Nick Gravenites toca a un nivel espectacular:
Se rumorea incluso que durante una época se dedicó a grabar pistas de música para cine porno. Su nivel de dejadez y caos le llevó incluso a abandonar su mítica Les Paul en un club de Canadá en el año 73. Tenía una residencia de unos días contratada con el club, y después de tocar algunos de los bolos, hizo su ya clásica maniobra de pirarse sin avisar, por lo que el dueño del garito se quedó la guitarra en compensación por las entradas perdidas, y hasta hoy no se ha vuelto a saber del paradero de la misma. Pero a él le daba igual, tocaba con lo que tuviera a mano, su guitarra era su herramienta y podía utilizar otras.
Para mi, la siguiente -y última- gran perla de su carrera es su disco de 1976 If you love these blues, play 'em as you please. Se trata de un disco muy particular, a la par que muy especial, ya que es semi-didáctico y fue una colaboración con la revista Guitar Player. En él, Mike se pega el gustazo de grabar casi 30 pistas demostrando los diferentes estilos de blues, country y ragtime que él conocía. Además, lo mejor es que las canciones van intercaladas con una pista del propio Bloomfield hablando y explicando de qué va el siguiente tema.
Así, tan pronto te dice "WDIA es un homenaje a B.B. King en sus grabaciones con el sello Patatín, y lo he grabado con una Stratocaster y un Twin Reverb", y se marca esto:
Como te dice "Death in my family es un tema al estilo de Guitar Slim, que tocó en Nueva Orleans, y lo he grabado con un amplificador pequeño Fender":
O "City girl es un tema al estilo de T-Bone Walker en los años 40":
También trabaja extensamente el repertorio acústico con ragtimes, guitarras parlor, fingerpicking al estilo de Merle Travis, country, slide.. y en fin, que este disco es una puñetera maravilla y una absoluta joya de la que se puede aprender todo. Lo recomiendo encarecidamente.
Y evidentemente, lo clava EN TODOS. Es sencillamente impresionante este disco.
Su vida acabó muy mal, como ya hemos comentado. En cuanto a recopilatorios, recomiendo la caja de 3 discos From his head to his heart to his hands, lanzada en 2014. Me parece que fue su buen amigo Al Kooper, quien aún vive, el encargado de recopilarla y organizarla, rescatando para la ocasión unos temas inéditos de un jovencísimo Mike haciendo una audición para un sello discográfico en 1964, que son los temas que os he puesto al inicio de todo. El título del disco, para mi, define muy bien su esencia: "De su cabeza a su corazón a sus manos". Como ha de ser con todo buen músico, pienso yo.
aunque voy a presentarlo por fascículos esta vez, a ver si eso agiliza la lectura..
