* Color: Transparent Blue
* Construcción: Cuerpo sólido
* Construcción mástil: Mástil encolado
* Número de trastes: 22
* Longitud escala: 24,75" / 629mm
* Cuerpo: Caoba
* Tapa armónica: Arce flameado
* Mástil: Caoba
* Diapasón: Palisandro
* Inlays en el diapasón: Inlays Trapecio
* Configuración de pastillas: Alnico classic humbuckers H-H
* Seleccionador de pastillas: Interruptor palo de 3 vías
* Posibilidades de regulación: 2 x volumen, 2 x tono
* Puente / Trémolo: Tune-O-Matic
* Herrajes: Cromo
En banco de pruebas ISP
Probamos hoy a una de las hermanas pequeñas de las Gibson Les Paul. Se agradece que las compañías se preocupen por cubrir las parcelas de mercado que los consumidores demandan. Dicho de otro modo, Epiphone muestra preocupación por conseguir mejores precios. Construye guitarras más accesibles y busca mantener los mejores niveles de calidad posibles con respecto a los originales.
Mi cabeza, antes de probar el instrumento, pensaba inevitablemente en la estrategia de marketing lógica. Utilizar el diseño, aspecto y fuerza de Gibson USA para potenciar al máximo las ventas de Epiphone China. Subrayo que, aunque esto sea lógico, mis sensaciones tras probar la guitarra se volcaron claramente a favor de la calidad del instrumento en test. Y, por tanto, a favor de Epiphone.
Parece que el aprovechamiento del know how (saber cómo hacer) de la compañía, tras toda su histórica experiencia, no sólo ha ayudado a que la empresa sepa cómo vender bien sus guitarras. Tras la prueba, tengo claro que esta experiencia también sirve o ha servido para construir buenos instrumentos, aún bajando un poco el listón con respecto a las grandes Gibson.
Acabado y tacto
La guitarra es muy estética. Me ha resultado súper atractiva. Salvando pequeños matices de construcción que parece tener en las piezas del mástil (en comparación al modelo original), el acabado es radicalmente Les Paul.
La guitarra, una vez en nuestras manos, se deja “querer”. Habría preferido que las cuerdas estuvieran algo más pegadas al mástil. Le haría algún pequeño ajuste si buscara facilitar la ejecución veloz. No obstante, la guitarra me ha gustado especialmente por otras razones en las que es más fuerte.
El sonido
He probado esta Epiphone Les Paul en un ampli de válvulas con canales clean, crunch y lead. Recorrí los tres, variando además el selector de pastillas en cada caso. Mi intención era conocer la respuesta del instrumento en graves, medios y agudos, tanto en limpio como en ritmos desgarrados/afilados o , cómo no, en modo lead cañero. Saturación máxima.
¿Adivinas dónde se desenvolvía mejor? Exacto, en modo caña máxima. Pero antes de desmenuzar la respuesta en distorsión, quiero resaltar las excelencias de los resultados en los otros modos.
Recorriendo los limpios
La oferta de sonidos en limpio es la que menos me gustó, aún así, me encontré con un abanico lo suficientemente amplio como para sentirme cómodo en cualquier circunstancia. Mucho poder en graves, versatilidad y característicos medios; agudos aceptables.
Pruebas en modo Crunch
Pasé unos blues desgarrados, rítmicos, rozando el funk. Excelente. Sé (o mejor opino) que este no es el apartado más potente del instrumento. Aún así, las pruebas me sorprenden. Me gusta, suena bien. Buena versatilidad y espectro de sonidos profesionales. No esperaba tanto, la verdad.
En formato extra caña
Confieso que la guitarra me ha cautivado ya en las pruebas realizadas hasta ahora. Aunque es probable que buscara sonidos en otras marcas para conseguir lo que suelo buscar en limpio o crunch. Si mi presupuesto sólo me permite optar por una guitarra (cosa bastante lógica), ésta pasa holgada en su conjunto, considerando el precio y si te va el rollo “clásico” en diseño y sonido.
Bien, llegados a la saturación, la guitarra pega un acelerón importante. Para mí, este es su sitio. ¿Por qué? Los graves algo indefinidos, sin distorsiones, aquí ganan una calidez y un resultado cremoso impresionante. Los medios se desgarran y la sección aguda es densa, contundente, rica. Despierta mi adrenalina. Me cautivan los armónicos en todo el espectro del diapasón. Qué calidez. Añadimos ahora los magníficos sostenimientos de las Les Paul. El resultado es una comodidad y riqueza de sonidos que hace de esta Epiphone una excelente guitarra en sonido “pesos pesados”. En serio, me ha dejado impresionado en relación a su precio.
Conclusiones
Manifiesto abiertamente mi sorpresa ante las pruebas. Esperaba una versión económica, una copia, un quiero y no puedo. Pero me equivoqué. Es evidente que una Gibson de 3.000 euros le da cera. Tal vez los apartados más propios que se pueden cuestionar de una guitarra de 400 euros sean la futura octavación descendente (que supongo variará a lo largo del tiempo cuando las maderas cedan) y la adaptación de sus cuerdas al diapasón (su tacto). Sin embargo, en sonido, este instrumento da la talla. Es más, supera las expectativas más exigentes. Recientemente he probado guitarras con precios que triplicaban la de ésta. Pues bien, os aseguro que no me importaría nada tener esta Epiphone en la colección, junto a las “caras”. De hecho la utilizaría para algunas cosas, aún teniendo las otras cerca. Para los usuarios con el bolsillo triste (o sea casi todos), o para aquellos que pasan de una guitarra de aprendizaje a otra superior, esta Epiphone Les Paul Trans Blue, puede ser una excelente opción. Sobre todo si buscan sonidos gruesos, peleones y del tradicional corte Gibson. Pero ojo, creo que un profesional podría usar esta guitarra, en diversas circunstancias, perfectamente.
Grata sorpresa en las pruebas ISP con esta seducción azul.