Pues yo creo que lo que se está extinguiendo es la creatividad y ese sufrimiento necesario en el aprendizaje: mucho tributo, mucha gente aprendiendo un instrumento sin entrenar el oído, "aprovechándose" de esa facilidad que hay ahora para aprender y mucha gente haciendo covers por la red pero lo que se echa en falta son Temazos propios, Discazos propios y Música con personalidad y que estimule (me refiero a que van a menos, no a que no la haya, que la hay).
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Y ademas efimero. Un tema dura 2 meses en los que has de recaudar todo lo que puedas
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#14
Esto venía a decir más o menos.
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#15
“El arte” es morirte de frío. Badum tsss 🥁
Aunque sea un juego de palabras malo, me hace gracia porque creo que es verdad. Y coincido en que cuando te metes al arte no debes hacerlo por dinero. Si viene, estupendo. Pero no es lo habitual.
Bolsillos vacíos pero alma llena. (Esto me lo dijo un grandísimo bajista)
Pero fue así toda la vida. Los que ganan dinero con esto (músicos, pintores, escultores…) son muy pocos en comparación con la cantidad de aficionados que hay, habiendo mucho aficionado que podría ser profesional perfectamente.
Un saludo y keep on rockin’!!!
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Pues yo cada vez veo más escuelas municipales, academias privadas de música, clases particulares, cursos y titulaciones on line, las marcas venden más guitarras que nunca, los clones chinos entre 30 y 80 pavos te salen mucho más baratos que coger a la señora y los dos chiquillos, cenar en un Burry King para luego irse al cine y pillar unas palomitas mientras ves algo del universo Marvel.
Que el modelo está cambiando es cierto. Que haya menos autores, intérpretes y ejecutantes , no me lo parece.
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Claro¡ pero no es la regla
El músico "de toda la vida" no es la anomalía entre los 60 y los 90 con la que nos hemos criado la mayoría, en la que la venta de albumes alimentó a una industria que buscaba la nueva sensación y arriesgaba en música que ni entendia.
De toda la vida ha sido el músico "obrero" de tocar en verbenas, bailes, fiestas y demás saraos, donde se tocaba lo que estuviese de moda. Ya fuese un juglar del siglo X o un músico de cámara del XVI, y que ganaba lo justo para ir tirando a menos que fuese un superfigura. Y a eso se ha vuelto ahora que la industria está moribunda y va sobre seguro siguiendo "la fórmula".
Por otro lado: ¿Qué no hay creatividad? Las salas pequeñas siguen programando conciertos de gente que toca su música practicamente todas las semanas, y muchas veces buena música ademas, pero para saber hay que ser uno de los 4 gatos que van a verlos un martes a las 10 de la noche, no estar viendo "Mira quien Canta" en el sofá o ir solo a los conciertos en los estadios. Los 30.000 rockeros que tumban 100€ para ver a los Guns & Roses no quieren aflojar 10€ para ver a Perico García. Pero la culpa es de los tributos...
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