En principio lo que suele pasar es que no optimizáis el rango de frecuencias definitorias de cada instrumento, por lo que al no oir cada uno el suyo se tiende a subir el volumen y los demás van detrás. Por ello, depende mucho de los instrumentos de que estemos hablando. En una formación clasica de rock, con guitarras, bajo, batería y voz, es bastante fácil, porque las frecuencias no chocan tanto como cuando mezclas varias cuerdas, varios vientos o unos y otros entre sí y con voz humana.
En lugar de subir el volumen, probad a subir y bajar determinados rangos de frecuencias en cada instrumento para que domine en su rango preferente. Las guitarras deberían quedar entre las frecuencias más graves, las del bajo y el bombo, dominando por encima de los 150-200 Hz, y no colisionar con las de la voz entre los 2-3 KHz, que se corresponden con los medios agudos de la guitarra.
Desde luego, siempre hay que empezar con el volumen más bajo posible; para subir siempre hay tiempo, y lo agradecerán vuestros oidos, vuestra claridad y notaréis como mejora el conjunto al concertar. Con el ajuste de frecuencias lo mismo: partir siempre de ecualizaciones neutras, planas, tirar hacia abajo las frecuencias que colisionen con otros instrumentos (en el conjunto de rock, normalmente los extremos) y acentuar las que notéis que dan cuerpo a cada instrumento y contribuyan al sonido que buscáis; el sonido global, que no tiene que ser, ni suele ser, el de la suma de los instrumentos individualmente bien ecualizados durante el ensayo solista. Después de esto, ya se toca el volumen de cada instrumento y luego el general.
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Voy a probar eso, ver si bajando los bajos y agudos gano o no claridad, y también medios! Gracias!
Me alegro si te soy de ayuda, compañero. Probad ecualizando en lugar de subir el volumen para que cada uno oiga su instrumento con los de los demás; si sonáis bien a volumen reducido, estaréis bien ecualizados y luego ya podréis subir vollumen lo que queráis.
Otra cosa importante que se dice en el enlace que pusiste antes es la colocación de los altavoces: siempre convienen a la altura de los oídos; si están más bajos tenderán a acentuar los graves, con lo que subiréis agudos para compensarlo y a una cierta distancia el sonido será estridente.
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