Demasiado hemos atendido al asunto, y aunque me he reido, (por no llorar), hay varios personajes de este calado me temo, ...que a veces nos rompen los esquemas por su mal acierto.
Y me habéis hecho recordar algo parecido una vez, en una academia que no era muy desconocida, en Madrid.
se llamaba "El rockservatorio", de esa misma época más o menos, de cuando empezó el declive rockero musical en Madrid, y casi todos los grandes músicos de rock Madrileño que yo mas respetaba pasaron por allí, no todos pero casi todos...para nuestro regocijo y disfrute casi siempre.
Muchos de ellos cambiando literalmente de profesión para dedicarse a la nada fácil ni desdeñable y muy respetable labor de la enseñanza (aunque fuere la enseñanza musical)
Y recuerdo perfectamente que aunque no eran profesionales de la enseñanza, bien que cobraban, normal...se adaptaron como pudieron, eran tiempos difíciles.
más bien tuvieron que sobrevivir a esa crisis musical (y agruparse para aguantar el tirón), lo normal...
Aunque algún gañán que otro, mejor que se hubiera dedicado a vender castañas que a la enseñanza.
Recuerdo con mucha vergüenza ajena, como uno de los guitarristas de uno de los grupos de primera linea ( y no eran los barón rojo, ni topo...jajaja y leño tampoco...los leño no estaban el esa escuela), ...donde el susodicho rock hero, montaba unos pollos tremendos a algunos alumnos que no intentaban más que aprender y esforzarse.
Di mil gracias por no tenerle como profesor,...pero pobres de los que les tocara aguantarle, o coincidir en sus jams...
Para la formación no vale con ser buen músico o tocar bien, hay que saber transmitir, y hasta ser buena persona y algo modesto, hay que estar a la altura... Pero no de un escenario sino a la altura de los demás...que es pisar suelo y no flotar.
De justicia es también decir que estos casos son excepciones, y debo encumbrar a otros que además de grandes músicos eran grandes personas y dejaron más que buen regusto personal...
Como el incansable y atento Hermes Calabria, batería de los Barón rojo, la atenta gente que tenían trabajando en la escuela cara al público, como un tal Ruben, gran persona, o algún excepcional profesor poco conocido, mi homenaje a un tal Deckler desde aquí, que lo mismo sobresalía en blus, que en jazz o lo que tocase, los genial topo y otros tantos de entonces.
Y un suspenso para las salidas de tono y similar como el sherpa este, o el de turno que nos toque sufrir.
el remate ya es ser malo en "to" jajaja hasta en tu oficio.