Con todo esto lo que quiero decir es que si abusamos del oído, la membrana auditiva se puede dañar, a veces sin marcha atrás, porque su manera de operar es mediante contracciones y relajaciones, pero cuando los sonidos son muy bruscos y repentinos, las contracciones son muy rápidas y no dán tiempo a que la membrana se relaje, ahí comienza el daño. Tengo un primo que es violero, era, porque ecualizaba mal su amplificador y la guitarra siempre acoplaba, a eso hay que sumarle los golpes de alta frecuencia del redoblante y obtenemos un problema de acufeno, que es cuando se percibe un beep constante en el oído, de por vida.
Con todo lo expuesto, me parece bien citar el problema del volumen excesivo en las discotecas y como solución alternativa, para aquellos que tienen el oído sensible, propongo usar tapones, serán ridículos pero es mejor quedar como tonto ante quien no te conoce que tener 23 años y escuchar todo el tiempo beeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeep!