Yo también me apunto a lo que dice Kambor, e incluso concretaría más. Lo primordial para visualizar el mástil, por lo poco que sé a día de hoy, son los arpegios tríada. Piensa que la tríada es Dios, y que una vez sepas donde están, en todo momento, la tónica, la tercera y la quinta todo se te va a simplificar muchísimo. De esa forma, cuando veas, por ejemplo, una pentatónica, verás una tríada con notas extras, y lo mismo te pasará con las escalas, sean cuales sean. Además la tríada cuenta con la ventaja de que colorea muchísimo más que la pentatónica (porque la pentatónica no colorea un carajo, hablando mal y pronto) y de que en base a ella vas a poder comprender luego las tensiones (séptimas, novenas, etc...) ya que no son más tríadas superpuestas a notas del acorde (una tríada lanzada desde la quinta conforma un arpegio/acorde de novena, por ejemplo).
Centrándonos en el libro de Cooley (el cual me trabajé un poco en su día) decir que si hay algo que me parece que trabaje por encima de otras cosas, es el stretching. Como el cabrón es un sobrado empalma los patrones de pentatónica a la bestia y te pone ejercicios desde el traste 1 o 3 con los que puedes flipar un poquillo a la hora de estirar la mano. Luego también es cierto que te puede ayudar a visualizar, porque digamos que es un 2x1 y reduce los patrones pentatónicos a la mitad, pero, particularmente, yo diría que es no es muy util si no controlas ya bastante la pentatónica "normal" además de los intervalos más básicos (la tríada ya citada).
De todas formas, como todo lo que hace Cooley es, por una parte, tremendo para depurar la técnica, y, por otra, bastante tedioso y demasiado vinculado al shred. Vamos, que si lo quieres es visualizar, vete a métodos de Jazz, que es dónde están los consejos más jugosos para conocer el mástil. Cooley no engaña a nadie, pero lo que quiere al expandir la pentatónica no es visualizar, sino abarcar más mástil para desgastarlo a fusas
Por cierto que, hablando de métodos de Jazz (mejor dicho métodos de improvisación), acabo de encontrar uno bastante jugoso aunque llevo poco con él. Se llama
How To Improvise y es de
Hal Crook, tremendo.