Hola foreros, ayer pase lo que bien podría ser una de mis peores experiencias en la vida en una fiesta que se realizo en mi colegio por el día de San Juan (En mi país se realizan fiestas en su honor, ya saben, las típicas ferias con comidas típicas, música típica, juegos típicos, etc) y lo que sucedió fue el hecho de que un compañero y yo (Si, el mismo que huyo la vez pasada) pero al saber que teníamos que tocar algo típico tampoco participo (Bueno, al menos esta vez no fue a último momento) por lo cual, decidí intentar tocar algo que jamás me habría atrevido a hacerlo, La Catedral, de Agustín Barrios, un guitarrista folclórico, aunque lo toqué hasta la mitad porque me costó mucho y no me dió el tiempo de aprendermela entera, pero aprenderme toda esa canción fue un dolor brutal, aquí ya va a empezar el invierno y estamos en un promedio de 9-11 grados, ya se imaginaran mis manos y mis muñecas endurecidas y adoloridas de tocar cuerdas de nylon heladas en un mástil de guitarra clásica que parece un bate de Baseball, dolor total y brutal, pero pensaba que el hecho de que la gente me vea con cara de "¿Y este tipo de que planeta vino?" valía la pena. Tuve que ir anticipadamente, para ensayar y practicar, y en el colegio las personas se quedaban impresionadas mientras me escuchaban en la práctica, y a la hora de subir al escenario, adivinen, ¡El mismo terrorista de técnico de sonido otra vez!
![:encendido: :encendido:](https://statics2.soniccdn.com/images/smilies/encendido.gif)
, teníamos que microfonear la guitarra, y ahí el problema, ¡No le subió el volumen al micrófono! me quedé allí, tocando algo que ni siquiera podía escuchar yo, nadie lo oía, ¡Nadie!, al final tuve que bajarme por vergüenza, yo le decía al técnico de que no se escuchaba, pero el, me veía y ponía cara de tarado, es más, ni hacía falta que se lo diga, el, como profesional, si no está sonando, debería arreglarlo, menudo imbécil
![:evil: :evil:](https://statics2.soniccdn.com/images/smilies/evil_.gif)
. En fin, toda esa práctica para nada, todo ese dolor de dedos, manos y muñecas adoloridas, y lo peor de todo, ¡La gente creyó que era culpa de mi técnica! por lo cual, perdí todo el respeto que la gente tenía por mi por tocar la vez pasada, donde apenas se escuchaba, soy capaz de hacer una colecta de firmas para que le prohíban ser técnico de sonido a ese tarado, y no solamente fui afectado yo, también todos los actos que se iban a presentar, una experiencia horrible compañeros.