A raíz de la gira de Rosalía y su concepto de concierto/espectáculo me gustaría abrir un hilo sobre algunos temas que creo están relacionados con la música y derivados. Por supuesto, empiezo a comentar desde la más profunda humildad y con la única intención de compartir impresiones y puntos de vista al respecto.
Primeramente, han habido críticas sobre la total carencia de músicos profesionales en el escenario (al margen de los que ponen los samples y demás).
Seguidamente, han remarcado la tendencia al espectáculo frente a un concierto, primando lo visual frente a lo musical.
También se ha criticado el uso de móviles y el consejo de la propia cantante de ver su espectáculo a través de ellos.
Todos estos puntos me hacen pensar sobre el cambio que está viviendo (o que lleva viviendo) el mundo de la música. Creo recordar una tesis que leí hace tiempo sobre el uso de luces y parafernalia escénica como sustitución de la experiencia de ingerir psicotrópicos por parte del público. Tal vez sea algo exagerado, pero da una idea de la experiencia que se pretende lograr.
No escribo esto para comentar su música: si es una basura o comparable a la capilla sixtina lo dejó en manos de los expertos en el género. Me interesa más la cuestión sobre el cambio de paradigma, o, mejor dicho, sobre la tendencia visual preponderante. En mi opinión responde a una demanda y a un universo estético propio de ese grupo o público objetivo. También ha habido espectáculo en el rock, pienso en Kiss, por ejemplo, y soy de la opinión que muchos músicos carecen de ese componente, y algunos de la noción, tan vital como es el de espectáculo (lo que conlleva la búsqueda de una justicia divina que premie el trabajo y esfuerzo de una persona por dominar su instrumento, aunque se pase todo el concierto con la pose de encontrar la moneda que se le ha caído).
¿Cómo juzgar lo que busca una multitud de personas en un show de Rosalía, a juzgar por el número de asistentes? Que conste que ni sigo a esta mujer ni su género me va, por ello no me veo con el conocimiento suficiente como para realizar un análisis de su obra y milagros, tal y como muchos hacen. Creo que su público es ávido de este tipo de montajes, se sienten identificados con la estética y los usos de la cantante (como los móviles), y soy de la convicción que tirar por tierra todo ello en base a mis gustos y la interpretación de un pasado glorioso de los mismos es anular de un plumazo a un grupo de personas y a la satisfacción de haber encontrado una persona que sepa expresar lo que sienten por dentro.
Y hasta aquí lo que se me ocurre al respecto. Me parecen unos temas la mar de interesantes y que al cuestionarlos nos hacen a su vez recapacitar sobre lo que damos por sentado y los movimientos (en este caso, musicales) sobre los que orbitamos.
Un saludo y gracias por la lectura.