La mía no va de personajes raros ni de impresentables a bordo, pero fue muy chocante. Era 2001 y yo no tenía mucha experiencia en bandas, más allá de dos o tres proyectos a los que no se podía llamar grupo. Nos habíamos juntado la típica formación de cuatro "músicos" y un "cantante", a cada cual más desastroso con sus competencias. Teníamos el típico repertorio de 8 o 9 temas de Guns, Metallica, Offspring, Reincidentes, etc, y ni una salía ni medio bien. Mención especial para el cantante, de esos que conocemos que son todo corazón y nada de voz, y el otro guitarrista, un desastre con patas que terminó cambiando su guitarra por calimocho (literal). Y en esto que el batería, que no era capaz de mantener un ritmo constante durante un tema, llega un día al ensayo diciendo que nos ha conseguido un bolo en las fiestas de su pueblo, una semana después. Al terminar el ensayo, el bajista y yo volvíamos a casa en coche, hablando de que era una locura, que íbamos a hacer el ridículo y nos iban a apedrear. Él me cuenta "osti, conocía a un guitarrista muy bueno que venía conmigo a clase". Yo le digo que le llame, y el me contesta que fue hace años, que no le ha vuelto a ver y que no sabe nada de él, ni siquiera sabe si sigue viviendo aquí ni tiene su teléfono. Nos resignamos a la lapidación mientras conduzco y de repente él me grita "para, para! Que es ése! Ése que va andando!". Añado que ensayábamos en un pueblito al lado de la ciudad e íbamos por la carretera que los conecta. Bueno, frenamos en seco, el bajista sale disparado a hablar con él, vuelve y dice "que dice que sí, que se une, y que además el chico con el que iba es cantante y también se une". Me quedé estupefacto. Total, cantante y guitarrista antiguo se van y en una semana preparamos el bolo entero, dando mi primer concierto y salvando los muebles "más o menos". Hoy ese guitarrista y yo somos íntimos y comentamos con cariño la extraña alineación de planetas de aquel día porque, para más inri, ellos dos también iban comentando que tenían ganas de grupo y de repente de no se sabe dónde, apareció un viejo compañero de clase ofreciéndoles banda y concierto. Perdonad el tocho, pero había que dar contexto. Probablemente la coincidencia más loca que me ha pasado.
