Escribo esta pequeñita review para hablar de un pedal (de hecho una línea de pedales) que no ha tenido ningún impacto comercial, pero que si se encuentra (hasta dónde yo se se dejó de fabricar hace años) no debe dejarse pasar.
Yo el mío lo adquirí a principios de los 90 y desde entonces es uno de los pocos pedales de overdrive que siempre me ha acompañado y que, por supuesto, ni vendo ni venderé.
Todos asociamos la marca zoom a pedaleras digitales con un sonido, en mi humilde opinión, frío y en el polo opuesto del tono orgánico que a mi y a muchos nos gusta. hablamos de productos económicamente asequibles, pero que no son lo mejorcito.
Sin embargo mucha gente no conoce la serie de pedales analógicos que produjo Zoom a finales de los 80 o principios de los 90 y que son extremadamente buenos. En concreto yo conozco bien el Zoom power drive PD-01. Se trata de un overdrive en la línea del tubescreamer, con quien creo que comparte el chip ts808. Construido en una carcasa de metal extremadamente sólida (lo cierto es que es indestructible) y con un switch de conmutación muy suave, muy efectivo, sin ruido alguno y con cuatro controles: ganancia, volumen, agudos y graves.
Llevo años utilizando overdrives, y tengo o he tenido un ts9, un Jeckyll de visual sound (ts808), un fulltone OCD, este zoom, y alguno más que no recuerdo.
Para mi gusto este pedal de zoom es, posiblemente, uno de los mejores sino el mejor.
Para empezar es un pedal true bypass y el único overdrive que he usado que incluso seteado con altas ganancias es extremadamente silencioso. A pesar de que su tono es muy similar al del tubescreamer, tiene un mayor rango de ganacia, lo que lo convierte (al igual que el OCD de fulltone) en un overdrive que puede llegar a ser un distorsionador. Con esas ganancias muy altas, ejerce una ligera compresión en el sonido, pero mantiene mucha sensibilidad hacia la dinámica del músico.
Al igual que el tubescreamer (supongo que por la arquitectura del t808) aporta énfasis en medios, pero es extremadamente cálido y al tener un control de graves y uno de agudos independientes, permite un ajuste muy preciso de su tonalidad. Con los controles de ecualización planos es sumamente transparente (bastante más que un TS).
A diferencia del OCD, es un pedal que aporta definición y claridad en la mezcla (el OCd se tiende a perder por sus escasos medios), y a diferencia del Jeckyll es considerablemente más silencioso y menos nasal. Como booster (simplemente abriendo volumen y anulando la ganancia) es muy respetuoso con el tono original, aportando mas salida y calidez, si le abres la ganancia va desde un ligero overdrive hasta una distorsión considerable, pero siempre con cuerpo y ausente de estridencias.
Y eso es lo que quería compartir con vosotros. ¿Por qué fracasó esta línea de productos, teniendo unas características excelentes, como son el true bypass, el circuito con chip 808, el doble control de eq, una construcción sólida como una piedra y fabricado en Japón) Pues posiblemente porque zoom ya estaba asociado en nuestro subconsciente a sonidos digitales, fríos y fabricaciones económicas, y pocos le dieron la confianza a un producto de la marca, a pesar de una calidad incuestionable.
Yo el mío lo adquirí a principios de los 90 y desde entonces es uno de los pocos pedales de overdrive que siempre me ha acompañado y que, por supuesto, ni vendo ni venderé.
Todos asociamos la marca zoom a pedaleras digitales con un sonido, en mi humilde opinión, frío y en el polo opuesto del tono orgánico que a mi y a muchos nos gusta. hablamos de productos económicamente asequibles, pero que no son lo mejorcito.
Sin embargo mucha gente no conoce la serie de pedales analógicos que produjo Zoom a finales de los 80 o principios de los 90 y que son extremadamente buenos. En concreto yo conozco bien el Zoom power drive PD-01. Se trata de un overdrive en la línea del tubescreamer, con quien creo que comparte el chip ts808. Construido en una carcasa de metal extremadamente sólida (lo cierto es que es indestructible) y con un switch de conmutación muy suave, muy efectivo, sin ruido alguno y con cuatro controles: ganancia, volumen, agudos y graves.
Llevo años utilizando overdrives, y tengo o he tenido un ts9, un Jeckyll de visual sound (ts808), un fulltone OCD, este zoom, y alguno más que no recuerdo.
Para mi gusto este pedal de zoom es, posiblemente, uno de los mejores sino el mejor.
Para empezar es un pedal true bypass y el único overdrive que he usado que incluso seteado con altas ganancias es extremadamente silencioso. A pesar de que su tono es muy similar al del tubescreamer, tiene un mayor rango de ganacia, lo que lo convierte (al igual que el OCD de fulltone) en un overdrive que puede llegar a ser un distorsionador. Con esas ganancias muy altas, ejerce una ligera compresión en el sonido, pero mantiene mucha sensibilidad hacia la dinámica del músico.
Al igual que el tubescreamer (supongo que por la arquitectura del t808) aporta énfasis en medios, pero es extremadamente cálido y al tener un control de graves y uno de agudos independientes, permite un ajuste muy preciso de su tonalidad. Con los controles de ecualización planos es sumamente transparente (bastante más que un TS).
A diferencia del OCD, es un pedal que aporta definición y claridad en la mezcla (el OCd se tiende a perder por sus escasos medios), y a diferencia del Jeckyll es considerablemente más silencioso y menos nasal. Como booster (simplemente abriendo volumen y anulando la ganancia) es muy respetuoso con el tono original, aportando mas salida y calidez, si le abres la ganancia va desde un ligero overdrive hasta una distorsión considerable, pero siempre con cuerpo y ausente de estridencias.
Y eso es lo que quería compartir con vosotros. ¿Por qué fracasó esta línea de productos, teniendo unas características excelentes, como son el true bypass, el circuito con chip 808, el doble control de eq, una construcción sólida como una piedra y fabricado en Japón) Pues posiblemente porque zoom ya estaba asociado en nuestro subconsciente a sonidos digitales, fríos y fabricaciones económicas, y pocos le dieron la confianza a un producto de la marca, a pesar de una calidad incuestionable.