Por el amor a una guitarra eléctrica
[LEFT]Rickenbacker, la firma que fabricó la primera guitarra eléctrica y cuyos instrumentos dieron a conocer The Beatles, es incapaz de satisfacer su cuantiosa demanda.[/LEFT]
La compañía Rickenbacker International tiene un problema que, por ejemplo, empresas General Motors ya le encantaría sufrir: la empresa que fabricó la primera guitarra eléctrica y cuyos instrumentos popularizaron The Beatles en los 60 no es capaz de producir lo suficientemente rápido. “La lista de espera es de dos años’’, aseguró el dueño de la firma, John Hall. Por ello y con el objetivo de enfriar la demana, este año elevó los precios de todas las guitarras de seis y 12 cuerdas y los bajos hasta un 20%. “En realidad, no ha servido del todo”, admitió.
La empresa, fundada hace 77 años, es una anomalía en el sector de la música: no tiene deuda; se trata de una marca familiar que produce todo en una pequeña fábrica en Santa Ana (California) 60 kilómetros al sudeste de Los Ángeles. Rivales estadounidenses más grandes como Fender Musical Instruments, famosa por su guitarra Stratocaster, y Gibson Guitar, fabricante del modelo Les Paul, han trasladado la mayoría de su producción a México o Asia para reducir costes. Sus fábricas nacionales ahora sólo producen guitarras personalizadas que puede llegar a costar entre 3.000 y 10.000 dólares.
“No hay nada como una empresa que sigue haciendo todo ella misma’’, dice Match Easter, músico que tocaba una guitarra Rickenbacker en la banda Let’s Active. Easter, productor de los primeros discos de REM con el músico Don Dixon, ayudó a desatar un renovado entusiasmo por la marca en mezclas de la guitarra Rickenbacker 360 de Peter Back en canciones como Radio Free Europe.Obsesión por la marcaComo Harley-Davidson, otro fabricante estadounidense obsesionado con la imagen de marca, Rickenbacker no fabrica en el extranjero ni tiene una línea de descuento por debajo de su abanico de precios al por menor de eentre 1.500 y 5.000 dólares. "Podría hacerlo con una llamada telefónica, pero diluye la marca, la imagen de la empresa y el producto", destaca. "Además, necesitamos el trabajo aquí. ¿Para qué enviarlo a otro lugar?".
Además, Hall comenta que rechaza ofertas no solicitadas de venta de la empresa "más o menos una vez al mes"’. En 2007, los sesenta y tantos empleados de ensamblado de Rickenbacker en su fábrica de 3.400 metros cuadrados convirtieron arces de Michigan, nogales de Indiana y madera importada bubinga de África y Asia en más de 10.000 guitarras.
"Los estudios que hemos hecho sugieren que nuestro mercado es de unas ocho veces nuestra producción actual", reveló Hall. Para cuadruplicar la producción la empresa agregó cortadoras láser, hornos de acabado con tecnología ultravioleta de secado rápido y moldes de inyección de metal. Dicho equipo reduce el tiempo de ensamblado y mejora la calidad.
Esto podría contribuir a incrementar el ingreso anual de Rickenbacker más allá de "los más o menos 10 millones de dólares" del año pasado, asegura Hall, de 58 años, que no revela los resultados financieros de su empresa.
Hall heredó Rickenbacker de su padre, Francis, cuya empresa Radio&Television Equipment empezó a controlar las ventas de guitarras y amplificadores de la marca Leo Fender a fines de los años 40. Francis Hall le compró la empresa en 1953 a Adolph Rickenbacker, que la había cofundado en 1931 junto con George Beauchamp.
John Lennon, que tocaba una Rickenbacker 325 desde sus días en Hamburgo a fines de los años 50, hizo aún más famosa la guitarra cuando The Beatles aparecieron en The Ed Sullivan Show, en 1964.
Árticulo extraido de la Gaceta.es 25/08/2008
Alan Ohnsman/Bloomberg
[LEFT]Rickenbacker, la firma que fabricó la primera guitarra eléctrica y cuyos instrumentos dieron a conocer The Beatles, es incapaz de satisfacer su cuantiosa demanda.[/LEFT]
La compañía Rickenbacker International tiene un problema que, por ejemplo, empresas General Motors ya le encantaría sufrir: la empresa que fabricó la primera guitarra eléctrica y cuyos instrumentos popularizaron The Beatles en los 60 no es capaz de producir lo suficientemente rápido. “La lista de espera es de dos años’’, aseguró el dueño de la firma, John Hall. Por ello y con el objetivo de enfriar la demana, este año elevó los precios de todas las guitarras de seis y 12 cuerdas y los bajos hasta un 20%. “En realidad, no ha servido del todo”, admitió.
La empresa, fundada hace 77 años, es una anomalía en el sector de la música: no tiene deuda; se trata de una marca familiar que produce todo en una pequeña fábrica en Santa Ana (California) 60 kilómetros al sudeste de Los Ángeles. Rivales estadounidenses más grandes como Fender Musical Instruments, famosa por su guitarra Stratocaster, y Gibson Guitar, fabricante del modelo Les Paul, han trasladado la mayoría de su producción a México o Asia para reducir costes. Sus fábricas nacionales ahora sólo producen guitarras personalizadas que puede llegar a costar entre 3.000 y 10.000 dólares.
“No hay nada como una empresa que sigue haciendo todo ella misma’’, dice Match Easter, músico que tocaba una guitarra Rickenbacker en la banda Let’s Active. Easter, productor de los primeros discos de REM con el músico Don Dixon, ayudó a desatar un renovado entusiasmo por la marca en mezclas de la guitarra Rickenbacker 360 de Peter Back en canciones como Radio Free Europe.Obsesión por la marcaComo Harley-Davidson, otro fabricante estadounidense obsesionado con la imagen de marca, Rickenbacker no fabrica en el extranjero ni tiene una línea de descuento por debajo de su abanico de precios al por menor de eentre 1.500 y 5.000 dólares. "Podría hacerlo con una llamada telefónica, pero diluye la marca, la imagen de la empresa y el producto", destaca. "Además, necesitamos el trabajo aquí. ¿Para qué enviarlo a otro lugar?".
Además, Hall comenta que rechaza ofertas no solicitadas de venta de la empresa "más o menos una vez al mes"’. En 2007, los sesenta y tantos empleados de ensamblado de Rickenbacker en su fábrica de 3.400 metros cuadrados convirtieron arces de Michigan, nogales de Indiana y madera importada bubinga de África y Asia en más de 10.000 guitarras.
"Los estudios que hemos hecho sugieren que nuestro mercado es de unas ocho veces nuestra producción actual", reveló Hall. Para cuadruplicar la producción la empresa agregó cortadoras láser, hornos de acabado con tecnología ultravioleta de secado rápido y moldes de inyección de metal. Dicho equipo reduce el tiempo de ensamblado y mejora la calidad.
Esto podría contribuir a incrementar el ingreso anual de Rickenbacker más allá de "los más o menos 10 millones de dólares" del año pasado, asegura Hall, de 58 años, que no revela los resultados financieros de su empresa.
Hall heredó Rickenbacker de su padre, Francis, cuya empresa Radio&Television Equipment empezó a controlar las ventas de guitarras y amplificadores de la marca Leo Fender a fines de los años 40. Francis Hall le compró la empresa en 1953 a Adolph Rickenbacker, que la había cofundado en 1931 junto con George Beauchamp.
John Lennon, que tocaba una Rickenbacker 325 desde sus días en Hamburgo a fines de los años 50, hizo aún más famosa la guitarra cuando The Beatles aparecieron en The Ed Sullivan Show, en 1964.
Árticulo extraido de la Gaceta.es 25/08/2008
Alan Ohnsman/Bloomberg