Tokai AST 148 del año 2021: problemas, cambios estéticos y electrónicos.
Hola. Pues quería comentar los varios problemas que me ha dado esta guitarra de la gama fabricada en Japón. He tenido que invertirle dinero para acercarla a lo que buscaba.
Estéticamente, he trabajado en parte yo mismo y en parte por vía de un Luthier para darle a la pala la forma de una Fender. Lo siento. Me gustan mucho las palas Fender.
Pala original:
Y el resultado tras recortarla:
Bien. Para empezar, a los pocos días de tenerla me falló el selector de pastillas, y en la tienda me lo cambiaron por uno Fender.
Como es habitual, no estaba contento con las pastillas Tokai. De modo que opté por la solvente Seymour Duncan JB para el puente, conservando las single de fábrica.
El Golpeador también le fue cambiado por uno Fender, y se le añadió el segundo control de tono, ya que originalmente sólo venía con uno.
Aun con una humbucher tan potente como la JB que me ha dado magníficos y demoledores resultados en otras guitarras tipo Strato, en esta el sonido erstaba muerto. Apagado. Sonaba como si estuviera activado el recorte de agudos hasta la mitad.
Se la llevé al Luthier para que me pusiera todos los potenciómetros al doble de su capacidad. Es decir, un ohmio en el de 500k del volumen y 500 los de 250 de los controles de tono. El resultado ha sido una mejora notable. Ahora suena más contundente. Como debe ser. No tan oscura y apagada como antes. También me puso un capacitor orange drop.
No terminan ahí los problemas: la tercera cuerda tendía a tener una vibración ondulante propia de ser frenada por los imanes de las pastillas. La única cuerda a la que le pasa, y coincidiendo con los elevados polos de las pastillas single. La única forma de anular ese indeseado efecto ha sido bajarle las pastillas single hasta el nivel del golpeador, por lo que han perdido volumen y presencia, que de por si ya era poco.
En fin. De momento, gracias a haberle invertido dinero y trabajo, se ha recuperado. Estoy contento por haberla salvado, pero descontento con estos problemas que nunca me habría esperado de una Tokai de gama japonesa no precisamente barata.