Menos mal que lo hice, porque para el profano en el mundo de las Les Paul, todo son sorpresas. Por ejemplo, me sorprendió cuánto me desagrada el mastil de las nuevas Standard 50s. Ni loco me la compraría tras probarla, pero sobre el papel me llamaba mucho.
O por ejemplo, tenía clarísimo que quería una en Unburst, y cuando las tuve en las manos me decepcionaron muchísimo. De hecho me decepcionaron tanto las tapas de arce flameado que vi, llenas de defectos y mitades mal casadas en guitarras de 2500 a 3000 lereles nuevas, que cogí una en acabado sólido de la serie Custom Color. La Cardinal Red, concretamente. Se acabó el problema de las tapas.
Es un pepinazo de guitarra, super bonita y bien hecha, que rezuma calidad. La irán heredando mis nietecitos (a mis hijas no les va el rollo de momento).
Pues eso, te recomiendo que cates varias y te quedes con la que te llame la atención. Cómo suena, cómo se siente.
Una Standard es un valor seguro, siempre cotizadas, siempre buscadas.