Endika escribió:
El oído humano no tiene el registro necesario para saber si ahora algo suena mejor que hace 6 meses.
Hasta donde yo sé, la memoria auditiva existe, e incluso se la focaliza en determinada área cerebral.
Reconocemos y distinguimos las voces de numerosas personas, todas ellas diferentes, y si es alguien muy conocido, incluso le notamos cuando está "ronco" o tiene alguna otra alteración de la voz sobre su tono habitual. Esta memoria es persistente en el tiempo, y 6 meses o un año después de haber hablado con una persona, seguimos reconociendo su voz si le escuchamos estando de espaldas a esa persona.
De la misma manera que no todas las personas tienen capacidad para memorizar una página entera de un libro, tampoco todo el mundo es capaz de memorizar en igual medida los sonidos.
Me es más difícil hablar de la memoria auditiva de los demás (pero el reconocimiento de voz creo que es un ejemplo accesible a cualquiera), pero sé cual es la mía. Sueño música, a veces ya escuchada y otras veces que me surge originalmente -incluso llegando a despertarme para escribirla...) voy por ahí andando o conduciendo y me resuena en la cabeza música ya escuchada, más fuerte si la escuché hace poco o, si no es hace poco, pero la escuché muchas veces hace algún tiempo. O sea, los tipicos mecanismos que nos ayudan a fijar estímulos externos de una u otra característica en las distintas facetas de nuestra memoria (imágenes, sonidos, frases...).
Una cierta corriente filosófica postula que la palabra estructura nuestro pensamiento, y que todo nuestro pensamiento, en realidad, se reduce a palabras organizadas. A veces he discutido con quienes defienden esto porque, evidentemente, no se dan cuenta de que un pintor no siempre piensa palabras, sino que puede pensar imágenes, colores, etc., no ligados a ninguna palabra, o un músico puede pensar melodías, ritmos, orquestaciones, igualmente no ligados a ninguna palabra.
Igual que la palabra estructura el pensamiento de todos los hablantes, también otras formas de expresión o de recepción de estímulos externos pueden hacerlo, y más cuanto más las tengamos interiorizadas y más las practiquemos. Yo no me recuerdo pensando ni soñando colores, pero soy muy mal pintor y peor dibujante, sin embargo para mi, pensar, recordar, o inventar músicas es algo normal y cotidiano, me sentiría raro (y bastante preocupado) si de repente esa parte de mi pensamiento desapareciese.