Pues a renglón seguido con el tema de ayer, y ligándolo con la reivindicación que desde el principio del hilo hace Manuel y a la que me sumé hace un par de páginas de llamar a las cosas por su nombre (así como las razones que expuse allí de por qué me parece que no es casualidad que en el ámbito anglosajón desde hace un siglo se insista en llamarla «guitarra clásica»), os copio unos párrafos más de la referencia bibliiográfica que os traía ayer. Ahí va el tochillo, me parece interesante, sencillo y sobre todo clarificador:
«La guitarra de cinco órdenes, que Carles i Amat denomina «española» y «catalana», pasó a Italia por mediación del dominio aragonés sobre el Reino de Nápoles, donde por su procedencia o por la de quienes solían utilizarla se llamó chitarra spagnuola para diferenciarla de la italiana usual de cuatro órdenes. La denominación pasó de Italia al resto de Europa: Kircher, en latín, habla de la citharæ hispanicæ; en las islas británicas la guitarra de cinco órdenes es la Spanish guitar; en Francia, guitare espagnole ( aunque parece que así llamaban más bien a la de cantarela doble, llamando guitare française a la de cinco órdenes con cantarela simple ).
»Ya durante la época era bien conocída esta razón, como expone Sánz en su «Prólogo al deseoso de tañer» ( Instrucción de Música…, 1674 ):
«Los Italianos, Franceſes, y demàs Naciones, la graduan de Eſpañola a la Guitarra; la razon es, porque antiguamente no tenia mas que quatro cuerdas, y en Madrid el Maeſtro Eſpinel, Eſpañol, le acrecento la 5ª, y por eβo, como de aqui, ſe originò ſu perfeccion. Los Franceſes, Italianos, y demas Naciones, a imitacion nueſtra, le añadieron tambien a ſu Guitarra la 5ª, y por eβo la llaman Guitarra Eſpañola».
Por su parte Bonanni ( 1722 ) nos dirá que «chitarra o cetera spagnuola se llama el instrumento que muestro adjunta grabado, quizás por ser frecuentemente usado en España»; consta que se puede tañer rasgueado o punteado».
Sólo añadir a esta cita que, como el autor advierte en otro lugar de la obra, la atribución a Vicente Espinel de la adición de la quinta cuerda ha venido siendo un lugar común en la historiografía de la guitarra, pero él demuestra que no es así, tanto por que había precedentes como por la edad de Espinel, un niño, cuando algunos autores de la época ya están citando guitarras de cinco órdenes.
Por cierto, el autor es Antonio Uxío Mallo, concertista, profesor e historiador de la guitarra gallego que anduvo por toda Europa siempre dedicado a nuestro instrumento.