Monesvol escribió:
Cuando he preguntado qué diferencia tangible hay entre marcas, modelos, y gamas, suelen responderme: "tú no has probado guitarras de gama alta o no lo preguntarías".
Hombre, pues me parece una respuesta muy pobre, pudiendo contestarse con mucho más aplomo y datos. Pero lo cierto, compañero, es que yo si que leo mucha información y descripciones sobre materiales y comportamiento de guitarras de todo pelaje.
Personalmente, en esta página, siempre que proceda y sirva para algo, yo soy de los que se descuelga con datos a tutiplén sobre diferentes modelos de guitarras. De baratas, hasta abrí un hilo sobre modificaciones que aporte tras aporte de mucha gente se ha convertido en una Biblia.
En el caso que comenté más arriba, por ejemplo, si te parece me puedo extender.
La diferencia entre la ToneMaster de 1.300 y la Epiphone Riviera de 600 más evidente era la comodidad entre una y otra. La composición del mástil de la primera, entre el acabado, la terminación de los trastes, el diapasón, y la cejuela perfecta, hacia la experiencia de tocar acordes mucho más gratificante, con poquitos que insinuaras la posición de los mismos, ya tenías un resultado en armónicos, en presencia y definición las notas de más altura. Y eso que la Riviera se tocaba muy bien, ojo, pero hay que estar más pendiente, y las cuerdas no están tan bien acompasadas como en la Peerless, que no estaban perfectas en ese punto entre duras o blandas, pero si que al tacto y ejecución era más agradable. En cuanto a la estética en si, solo el peazo binding, la calidad del palosanto, y las incrustaciones de madreperla auténtica sin un maldito fallo ni reborde, pues otro punto a favor. Siendo las dos guitarras de caja, en la Peerless los acordes se sostenían más y mejor, es decir, un Do M por ejemplo se quedaba en el aire más tiempo y más presente.
Esa ejecución más homogénea y más "´fácil", ¿Qué ventaja te da? pues que te invita a tocar más, y lo que es para mi más importante, te hace mejor guitarrista, te tiras más a explorar arpegios, a exprimirlos y combinarlos, dando lugar a más riqueza en lo que estás creando.
Bien, ahora pasamos de la Peerless a por ejemplo la Country Gent, más del doble de cara, por seguir con guitarras semejantes hollow body. El caso es que quizás no se justifique que sea el doble de cara, pero lo impepinable es que si quieres ir a ese otro nivel, hay que estrujar la gallina. No hay nada semejante en calidad de sonido y confortabilidad de ejecución, acabados y mecánica por el precio de una Peerless, no digamos ya una Epi o cualquier otra guitarra. No se que podría decir o por donde empezar, entre la tensión perfecta de las cuerdas, entre que la ajustas a tu gusto y ya te olvidas, en que donde la Peerless destacaba en armónicos, presencia y definición, en una Country Gent es un festival, la cola que dejan los acordes madre mía, con un poco de maña y reverb hasta consigues un efecto como cuando acciones los pedales del piano. Lo podía hacer también con la Peerless? Si, pero el resultado era diferente, y con la Epi por los pelos.
Entre estas tres, la compra óptima sería la Peerless Tonemaster Custom porque lo que te da por esa inversión, es muy suficiente, y propio de guitarras más caras. Pero si tienes el dinero y quieres el máximo potencial, la Gretsch sin duda alguna es mejor instrumento, y no es de tontos o descerebrados comprarla, ni somos víctimas del Tio Tocomocho.